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Construir democracia

Leer, escribir y pensar, hoy. García Márquez (III)

Hernando Roa Suárez
10 de enero de 2024 - 02:00 a. m.
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Leer, escribir y pensar se me presenta significante porque son caminos decisivos para aprender a conocernos; a comunicarnos; a decir nuestra palabra.

Reflexionando en torno al leer, escribir y pensar, evoco la magnífica faena de esfuerzo, dedicación, cuidado y conciencia crítica emprendida por nuestro Nobel Gabriel García Márquez, desde su bachillerato, hasta su consagración iberoamericana, celebrada majestuosamente en 2007, en Cartagena de Indias, con motivo de sus 80 años de vida y 40 de Cien años de soledad[1].

Andemos a grandes zancadas: su evolución desde niño, su estancia en Zipaquirá, el rápido paso por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional, su regreso a Cartagena y Barranquilla, donde colabora en El Universal y El Heraldo. Sus publicaciones ulteriores en El Espectador, el trabajo periodístico desde París y el matrimonio con la mujer de su vida, Mercedes Barcha[2]; la visita a países socialistas, el trabajo en Venezuela, su viaje a Cuba en 1959 y la corresponsalía de Prensa Latina. La radicación en México y la escritura final de Cien años de soledad.

La fundación en Colombia, de la revista Alternativa, en épocas del Estatuto de Seguridad; su regreso a México, la experiencia cinematográfica, y la designación como Premio Nobel de Literatura.

Sigamos: su nombramiento como Presidente de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano; la visita a Estados Unidos y la reunión con el Señor Presidente Clinton; la creación de la Fundación Nuevo Periodismo Latinoamericano; su trabajo como guionista de cine (1954-1996); su presencia para los ochentas de Fidel, la publicación del primer tomo de sus Memorias, la celebración de sus 80 años, en Cartagena, y las solemnes ceremonias llevadas a cabo en México y Bogotá -a raíz de su fallecimiento- constituyen el recorrido maravilloso de un hombre que leyó, escribió, pensó, buscó la gloria literaria, y la alcanzó.

Continuemos evocando vertiginosamente su producción: La tercera resignación, y sus cuentos iniciales; El Coronel no tiene quién le escriba, Cien años de soledad, El otoño del Patriarca, El amor en los tiempos del cólera, El General en su laberinto, Noticia de un secuestro, Vivir para contarla, La memoria de mis putas tristes, y Yo no vengo a decir un discurso

También, recordemos que -junto a ello- están sus aportes periodísticos, su labor como guionista de cine, y el realismo mágico, conformando una maravillosa integración que atrapa al lector, cada vez más, y lo invita a cultivar nuestro idioma, así como a descubrir el valor de la palabra escrita, hablada y pensada, para la comprensión y transformación de un mundo injusto y violento, como el que nos ha tocado vivir[3].

Teniendo en cuenta la gran influencia que el ejercicio del periodismo tuvo en la vida de Gabo, recordemos a Héctor Feliciano: “El periodismo del escritor colombiano ha sido, desde sus comienzos, una escritura esencial, una práctica diaria, acaso el taller en que se forjó buena parte de su literatura”; y Gabo lo reconoció, en múltiples oportunidades. roasuarez@yahoo.com

______________

Referencias

1. Véase del autor: (2007). Gabo 80 años. elespectador.com, marzo 5. Para un conocimiento apropiado de García Márquez, como periodista, existe un libro excepcional, cuya lectura me permito recomendar: (2012). GABO PERIODISTA. Fundación Gabriel García Márquez para el nuevo periodismo iberoamericano. Maremagnum, Nomos Impresores, Bogotá.

2. La Gaba. (1932-2020), a quien García Márquez le hizo múltiples reconocimientos por su delicada colaboración y amor.

3. Para el fortalecimiento de las vocaciones como lectores, escritores y pensadores, me permito insinuar la lectura de buenas biografías sobre: Octavio Paz, Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Alejo Carpentier, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti, Mario Vargas Llosa, Augusto Roa Bastos, Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Miguel Ángel Asturias, Miguel de Cervantes, Manuel Machado, William Faulkner, Edgar Allan Poe, Johan Wolfgang Goethe, Federico Niezstche, Thomas Mann, Charles Baudelaire, François-René Chateaubriand, Graham Greene, James Joyce, Joseph Conrad, Virginia Woolf, Gibran Khalil Gibran…, allí encontraremos testimonios e historias de vida que, releídos a la luz de nuestros días, nos fortalecen e invitan a ser.

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