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Norberto Bobbio, autobiografía

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Hernando Roa Suárez
12 de marzo de 2025 - 05:00 a. m.
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El problema de la paz es un problema de fondo: La paz es el bien absoluto, condición necesaria para la realización de todos los demás valores. N.B.

Interrumpo la serie sobre los liderazgos políticos y me voy a ocupar de un jurista, profesor y político italiano cuyo pensamiento influyó en la construcción de la Constitución del 91.

Notas introductorias. El análisis del momento político contemporáneo nos indica que la situación político jurídica colombiana es realmente difícil y compleja para quienes tenemos compromisos con la democracia. Como ha sido reconocido en épocas similares, el papel de los teóricos y pensadores de reflexión profunda, es clave. Por ello he retomado el texto de Norberto Bobbio: Su autobiografía.

Frente a la llamada “muerte de las ideologías”, he aquí una obra que permite confirmar valores construidos en torno a la democracia social y la libertad del hombre de hoy. Por su naturaleza, el texto nos permite seguir de cerca su pensamiento que es esclarecedor para quienes tenemos obligaciones ineludibles con una juventud en búsqueda de alternativas que fortalezcan el ideal democrático contemporáneo. Es un conjunto muy bien elaborado de quien, al final de su madurez, fue una persona respetada por su sabiduría y sencillez.

El Prólogo de Peces-Barba, pertenece a un Rector Magnífico; humanista, político y reconocido defensor de los derechos humanos. Versa sobre el “testamento intelectual de uno de los grandes filósofos (políticos) de este siglo”. Su labor nos permite acercarnos a un serio pensador que “reconoce su deuda con Kelsen y Hobbes” y proyecta su existencia desde el interior de una rica y fecunda práctica académica. Conocí a Gregorio Peces-Barba el día que fui invitado a exponer en la Universidad Carlos III de Madrid, sobre la Reforma del Estado en Colombia. En la Rectoría, disfruté de su vocación de Maestro, cordialidad e interés por el destino de nuestra democracia. Ahora, me he encontrado con su gran Prólogo al texto autobiográfico de su amigo -el Maestro de Turín- Norberto Bobbio. De esta obra nos vamos a ocupar.

Son trescientas páginas que recorren vertiginosamente el surgimiento y progreso de ideas y reflexiones claves de este pensador y político que, gracias al cuidado editorial de Alberto Papuzzi, nos permite tener una “exposición retrospectiva de toda su obra”. En ocho capítulos, se ocupa de prehistoria, resistencia, hacia el descubrimiento de la democracia, diálogo con los comunistas, el profesor, batallas políticas, paz y guerra; y despedida.

Es un trabajo de varios decenios, que mucho bien puede hacer a quienes estamos comprometidos con la evolución de las ciencias sociales iberoamericanas. Son los aportes de un pensador del siglo XX que formula serias reflexiones sobre la filosofía y el desarrollo de la visión democrática. Notemos que él afianza la creencia en la libertad y el socialismo democrático, que considera viables para su país y en su tiempo. Es un caminante que contribuye a develar las nuevas rutas de la humanización y racionalización propias de la modernidad.

El profesor. ¿Y qué pensar sobre su testimonio como profesor? Cuánto bien haría que, especialmente los decanos, profesores de nuestras facultades de derecho y los académicos, leyéramos con fruición su mensaje. Los retos que demanda la enseñanza de esta disciplina, esperan que sea reestructurada para facilitar el resurgimiento de nuevos jurisperitos. Más aún: de abogados con consciencia ética para el ejercicio de la bella vocación que ha de estar fundada en la justicia.

Quienes hemos sido respetuosos del ordenamiento jurídico, jamás hemos de renunciar a impulsar la institucionalización de estructuras sociales justas y a estar en sintonía con los procesos históricos. Maestros como Bobbio y Peces-Barba, nos dan aquí una bella lección.

Las batallas políticas. Al hacer el recorrido sobre su vocación política, podemos encontrar, con meridiana claridad, que sus ideas fundamentales han estado inspiradas en una defensa radical de la libertad y la justicia social y que hubo de enfrentarse a las implicaciones del fascismo hasta su derrota. La lucha interna que sostuvo entre el estudio, la enseñanza y el ejercicio de la política, siempre estuvo a favor de las primeras hasta que, a los setenta y cinco años, se retira como profesor emérito de la Universidad de Turín y el presidente Pertini lo designa, en 1984, senador vitalicio sin que -por supuesto- tuviera práctica previa en los cuerpos representativos. Con convicción, continúa haciendo presencia dentro del centro-izquierda, en búsqueda de ilusiones que, una vez disipadas, lo impulsaron a buscar nuevas. Su presencia en el Senado, no le impidió seguir estudiando y escribiendo para dejar plasmado el testimonio de un demócrata que fue consecuente con su vocación social.

Paz y guerra. Bobbio fue un pacifista que vivió “la pesadilla del equilibrio del terror atómico” y la posibilidad de destrucción del género humano. Consideró que la paz es demasiado importante para dejarla en manos de los gobernantes de los partidos políticos. “El problema de la paz es un problema de fondo: La paz es el bien absoluto, condición necesaria para la realización de todos los demás valores”. Y claro, ya es tiempo “… para contraponer a la voluntad de poder, la voluntad de vivir…” Mas también, debe notarse en sus planteamientos la correlación existente entre la paz y la protección de los derechos del hombre.

Pensemos ahora en la siguiente reflexión que nos propone el autor: Leamos la Declaración Universal de los Derechos Humanos y miremos alrededor: “¡Cuántas víctimas inocentes de crueles guerras, cuánto espíritu de atropello, de dominio, de perversidad, de desprecio al débil, de ciega envidia del fuerte! ¡Cuánto fanatismo! ¡Lejos queda la dignidad de la persona! La historia del hombre es vieja en milenios, pero comparada con nuestras esperanzas acaba de empezar”.

La senectud. “Cuando uno se hace viejo, nos dice, importan más los afectos que los conceptos”. Y le gusta pensar y reflexionar sobre el pasado, buscando claridad, sin dejarse agitar por el mundo de la política a la que le había dedicado tres decenios de su fructífera labor. En el encuentro con viejas imágenes, personas, eventos, viajes, lecturas, cartas, poemas, canciones... un consejo: Qué útil llevar un diario donde podamos después, reconstruir la evolución de nuestra historia de vida.

Al final afirma, como lo hizo De Gaulle escribiendo sus espléndidas Memorias: “El porvenir ya no te pertenece” y no sabe responder si hubo un hilo conductor a través de tantos enriquecedores acontecimientos.

Pensando en los problemas de Italia, se queja de los de la administración de la justicia civil y penal; de la incapacidad de la clase política italiana, para gestionar las reformas que interesan al sistema escolar; de las debilidades de la administración pública y su ineficacia e ineficiencia en la prestación de los servicios públicos; de la inestabilidad gubernamental y de las dificultades de la descentralización, para rematar apelando a Montesquieu, que nos recuerda las lecturas y mensajes de Bolívar: “El fundamento de una buena república, antes aún que las buenas leyes, es la virtud de los ciudadanos”.

Con pertinencia afirma que “la historia humana no solo no ha acabado... sino que está transformando radicalmente las posibilidades de comunicación entre los hombres”. Y claro, en el siglo de la comunicación y el control, el conocimiento científico - tecnológico seguirá siendo decisivo.

Sí, leamos a Bobbio y Peces-Barba; nos harán bien, en medio de las tribulaciones de nuestra patria, de América, de Europa y del resto de la tierra... Es un tiempo para pensar y actuar solidariamente y con visión de futuro. No temamos al saber; temamos a la ignorancia. roasuarez@yahoo.com

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Celyceron(11609)12 de marzo de 2025 - 04:51 p. m.
Gracias por su columna, señor Roa. Buena falta nos hacen los textos que hoy nos recomienda leer.
ruben valencia(89059)12 de marzo de 2025 - 12:17 p. m.
Tuve la oportunidad de leer la obra de Gregorio Peces Barbas sobre Filosofía del Derecho. Es, sin duda alguna, un texto exquisito que, como las cosas bien elaboradas, se echan de menos en los actuales momentos.
leunamuno(9808)12 de marzo de 2025 - 12:13 p. m.
Enorme, mil gracias.
ERWIN JIMENES(18151)12 de marzo de 2025 - 11:45 a. m.
Que bueno .
Juan Antonio Pabon Arrieta(42280)12 de marzo de 2025 - 08:28 a. m.
Excelente
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