Durante las próximas dos semanas, las gastronomías colombiana, peruana y latinoamericana estarán de plácemes por motivos verdaderamente dignos de celebrar.
En esta ocasión, los escenarios serán Bogotá y Lima, donde los invitados degustarán memorables platos tradicionales y nuevas creaciones, lo mismo que pródigas cantidades de buen champán, vino, cerveza, ron, pisco y otras bebidas preparadas con frutas exóticas de nuestras geografías.
Los protagonistas y anfitriones serán los restaurantes Donostia y Nazca, en Bogotá, mientras que en Lima los reflectores estarán enfocados sobre el chef peruano Gastón Acurio y sobre medio centenar de restaurantes y cocineros de 30 países de la región.
Donostia, creado por Juan Pablo Loaiza y Tomás Rueda, sorprendió a los comensales bogotanos hace diez años con una cocina auténtica, original y deliciosa, basada en el mercado del día. Era un concepto tan novedoso como arriesgado, en especial porque Donostia abrió sus puertas en una zona hasta ese momento apartada de las rutas culinarias capitalinas: entre las carreras 5ª y 7ª, sobre el costado norte del Museo Nacional. Muchos dudamos que los comensales quisieran llegar hasta allá. Pero lo hicieron.
Loaiza y Rueda abrieron, posteriormente, Tábula, un restaurante de carnes al horno en la casa vecina, y en el segundo piso de Tábula instalaron el Libertador Grand Bar, un espacio tipo lounge, con cocteles creativos y música de todos los tiempos. Estos lugares siguen vigentes y a la orden del día, por lo cual Loaiza, Rueda y sus colaboradores celebrarán la llegada de los pantalones largos con distintas actividades.
También es de resaltar la celebración de los ocho años del restaurante Nazca, en la Zona G, al norte de Bogotá. En su momento, Nazca —un proyecto impulsado por el empresario peruano Carlos Yaipen— fue uno de los primeros restaurantes de comida peruana gourmet, basada en las delicias regionales del país vecino. Por los mismos días apareció Astrid & Gastón, otra reputada casa peruana, y luego abrieron sus puertas restaurantes del mismo origen como Rafael, La Despensa de Rafael y otros más. Pero gracias a Nazca y sus filiales —entre ellas 14 Inkas (comida peruana informal) y SuMaq (peruano-oriental)—, la oferta gastronómica en Bogotá comenzó a incorporar nuevos sabores y experiencias.
Igualmente, en los primeros días de septiembre, la señorial y colonial ciudad latinoamericana se vestirá de fiesta para celebrar dos grandes eventos gastronómicos de alcance internacional. Uno es la premiación de los 50 Mejores Restaurantes de Latinoamérica, en lo que constituye la primera versión de este concurso. Estará a cargo de los mismos promotores británicos de los 50 Mejores Restaurantes del Mundo y los 50 Mejores Restaurantes de Asia. Un nutrido panel de especialistas premiará el trabajo de 50 lugares de comida en cerca de 30 territorios de la región, entre ellos Colombia.
Como acto inaugural de los Latin America’s 50 Best se llevará a cabo la entrega al chef peruano Gastón Acurio del premio Diners Club Lifetime Achievement. El galardón tiene como jurado a la Academia de los 50 Mejores Restaurantes de América Latina, un grupo con más de 250 expertos de la industria gastronómica del continente. Se trata de un reconocimiento en vida a quien ha entregado buena parte de su carrera profesional a promover las tradiciones culinarias de Perú, no sólo dentro del continente, sino en el resto del mundo.
El otro gran evento limeño es Mistura —feria popular también creada por Acurio—, donde a partir del 6 de septiembre se darán a probar cientos de platos de todas las regiones gastronómicas de Perú. Con más de 300.000 visitantes, Mistura convoca a cocineros y periodistas del mundo. Todos los años asisten, igualmente, los más influyentes creadores de la gastronomía mundial, quienes dictan talleres y conferencias abiertas al público.
Tendré la fortuna de estar en todos estos eventos y tomaré atenta nota para contarles más adelante las tradiciones que permanecen y las tendencias que vendrán.
Durante las próximas dos semanas, las gastronomías colombiana, peruana y latinoamericana estarán de plácemes por motivos verdaderamente dignos de celebrar.
En esta ocasión, los escenarios serán Bogotá y Lima, donde los invitados degustarán memorables platos tradicionales y nuevas creaciones, lo mismo que pródigas cantidades de buen champán, vino, cerveza, ron, pisco y otras bebidas preparadas con frutas exóticas de nuestras geografías.
Los protagonistas y anfitriones serán los restaurantes Donostia y Nazca, en Bogotá, mientras que en Lima los reflectores estarán enfocados sobre el chef peruano Gastón Acurio y sobre medio centenar de restaurantes y cocineros de 30 países de la región.
Donostia, creado por Juan Pablo Loaiza y Tomás Rueda, sorprendió a los comensales bogotanos hace diez años con una cocina auténtica, original y deliciosa, basada en el mercado del día. Era un concepto tan novedoso como arriesgado, en especial porque Donostia abrió sus puertas en una zona hasta ese momento apartada de las rutas culinarias capitalinas: entre las carreras 5ª y 7ª, sobre el costado norte del Museo Nacional. Muchos dudamos que los comensales quisieran llegar hasta allá. Pero lo hicieron.
Loaiza y Rueda abrieron, posteriormente, Tábula, un restaurante de carnes al horno en la casa vecina, y en el segundo piso de Tábula instalaron el Libertador Grand Bar, un espacio tipo lounge, con cocteles creativos y música de todos los tiempos. Estos lugares siguen vigentes y a la orden del día, por lo cual Loaiza, Rueda y sus colaboradores celebrarán la llegada de los pantalones largos con distintas actividades.
También es de resaltar la celebración de los ocho años del restaurante Nazca, en la Zona G, al norte de Bogotá. En su momento, Nazca —un proyecto impulsado por el empresario peruano Carlos Yaipen— fue uno de los primeros restaurantes de comida peruana gourmet, basada en las delicias regionales del país vecino. Por los mismos días apareció Astrid & Gastón, otra reputada casa peruana, y luego abrieron sus puertas restaurantes del mismo origen como Rafael, La Despensa de Rafael y otros más. Pero gracias a Nazca y sus filiales —entre ellas 14 Inkas (comida peruana informal) y SuMaq (peruano-oriental)—, la oferta gastronómica en Bogotá comenzó a incorporar nuevos sabores y experiencias.
Igualmente, en los primeros días de septiembre, la señorial y colonial ciudad latinoamericana se vestirá de fiesta para celebrar dos grandes eventos gastronómicos de alcance internacional. Uno es la premiación de los 50 Mejores Restaurantes de Latinoamérica, en lo que constituye la primera versión de este concurso. Estará a cargo de los mismos promotores británicos de los 50 Mejores Restaurantes del Mundo y los 50 Mejores Restaurantes de Asia. Un nutrido panel de especialistas premiará el trabajo de 50 lugares de comida en cerca de 30 territorios de la región, entre ellos Colombia.
Como acto inaugural de los Latin America’s 50 Best se llevará a cabo la entrega al chef peruano Gastón Acurio del premio Diners Club Lifetime Achievement. El galardón tiene como jurado a la Academia de los 50 Mejores Restaurantes de América Latina, un grupo con más de 250 expertos de la industria gastronómica del continente. Se trata de un reconocimiento en vida a quien ha entregado buena parte de su carrera profesional a promover las tradiciones culinarias de Perú, no sólo dentro del continente, sino en el resto del mundo.
El otro gran evento limeño es Mistura —feria popular también creada por Acurio—, donde a partir del 6 de septiembre se darán a probar cientos de platos de todas las regiones gastronómicas de Perú. Con más de 300.000 visitantes, Mistura convoca a cocineros y periodistas del mundo. Todos los años asisten, igualmente, los más influyentes creadores de la gastronomía mundial, quienes dictan talleres y conferencias abiertas al público.
Tendré la fortuna de estar en todos estos eventos y tomaré atenta nota para contarles más adelante las tradiciones que permanecen y las tendencias que vendrán.