¿Cuántos somos, cuántos hemos sido y cuántos podrán ser?
Se estima actualmente que en el planeta habitan 7400 millones de personas. Es común hacer proyecciones sobre el número de habitantes que habrá dentro de una década, dos o más. También nos preocupamos por saber cuántas personas viven en cada continente y cuántos habitantes tiene un país. Sin embargo, pocos se han preguntado cuántas personas hemos vivido en este tolerante Planeta o si el número de humanos vivos supera a todos los muertos.
El problema no es sencillo de resolver; más aún si reconocemos que los datos confiables existen desde hace pocos años y que los primeros estudios modernos sobre crecimiento de población fueron realizados incipientemente y apenas en algunas pocas ciudades. También es sabido que muchos niños murieron al nacer y que antes del descubrimiento de las vacunas la tasa de mortalidad infantil era muy alta.
Establecer el momento exacto en que apareció la raza humana no es una cuestión simple. Se asegura que el homo sapiens habitó hace 200.000 años en África, aunque el ser humano anatómicamente moderno, que evolucionó del homo sapiens, a partir del cual vamos a hacer esta cuenta, existe desde hace apenas unos 50.000 años. Por lo tanto, el número total de personas que han habitado la Tierra se encuentra en este periodo; esta es una hipótesis bastante aceptada que supondremos válida, pero que inevitablemente puede ya introducir algún error en el cálculo.
Uno de los primeros científicos en realizar estudios demográficos con alto componente matemático y estadístico, pero sobre todo con muchos postulados no siempre aceptados, fue el inglés Thomas Malthus, quien publicó en 1798 la primera edición de su famoso trabajo “Ensayo sobre el Principio de la Población”. En la edición de 1830, Malthus hace afirmaciones sumamente fuertes, dentro de las cuales se destacan dos: la primera asegura que la población se va doblando cada 25 años cuando no encuentra obstáculo alguno que lo impida. Y la segunda sostiene que la población crece en progresión geométrica, mientras que los medios de subsistencia, en las circunstancias más favorables, aumentan en progresión aritmética. Estas tesis son, aún hoy en día, materia de controversia. Sin embargo, es Malthus quien despierta el interés por este tipo de problemas que también trascienden cotidianamente en las ciencias económicas.
Desde un enfoque matemático, la hipótesis más común es que la velocidad de crecimiento de una población es proporcional a la población existente en un determinado momento. Igual para una población de bacterias que para la población humana, lo que conduce a una función exponencial para describir el comportamiento del tamaño de la población humana. Y hay estudios formales realizados por reputados científicos que han intentado determinar la constante de proporcionalidad del crecimiento poblacional para plantear fórmulas generales.
A partir de distintos tipos de investigaciones se ha logrado estimar la población humana mundial de muchas fechas y periodos. Así por ejemplo, hoy se sabe que en la época en que Cristo fue crucificado habitaban la Tierra unos 200 millones de personas y que cinco siglos antes de su nacimiento, sólo la mitad, es decir 100 millones de humanos, habitaban el Planeta. Pero también se sabe que, contrario a lo esperado, se necesitaron más de 1000 años para duplicar el número de personas que vivieron en la época de Jesús.
El crecimiento de la población humana siempre ha estado influenciado, entre otros factores, por enfermedades epidémicas devastadoras, como por ejemplo la llamada “Peste de Justiniano”, que en algunas semanas entre 541 y 542 d. C. llegó a matar hasta 10.000 personas diariamente en Constantinopla. Pero con todas estas afectaciones, lo cierto es que en el año 1800 se alcanzó la cifra de 1000 millones de humanos sobre la Tierra. Desde esta fecha las cifras son, naturalmente, más confiables, pero al mismo tiempo sorprendentes. En efecto, en sólo un siglo, el XIX, la población humana aumentó en 700 millones de personas, pasando de 1000 a 1700 millones; y en el siglo XX el aumento fue brutal: ya en 1960 había 3000 millones de habitantes y en el año 2000, es decir en 40 años más, esta población ya se había duplicado, alcanzando así los 6000 millones de habitantes. Esto confirma la hipótesis sobre el crecimiento poblacional, según la cual una población compuesta por muchos individuos tiene una tasa de crecimiento mayor que otra compuesta por pocos individuos, hipótesis que finalmente es la que conduce al crecimiento exponencial como fórmula para describir el aumento.
Volviendo al problema inicial, hay que decir que matemáticos, estadísticos y expertos en demografía han coincidido, por diferentes métodos de cálculo, en que el número de personas que hemos habitado la Tierra es, aproximadamente, de 110.000 millones de individuos. Así las cosas, hoy hay aproximadamente una persona viva por cada 14 humanos muertos.
Estos temas despiertan la curiosidad de quienes nos sentimos atraídos a calcular. La mayoría de las veces se calcula para tener proyecciones y predecir tendencias o comportamientos futuros, pero pocas veces se buscan respuestas a incógnitas sobre cifras del pasado o acumuladas desde el pasado.
Este es apenas un ejemplo para reflexionar, desde el pasado y el presente, sobre el futuro de la humanidad en el Planeta, con una esperanza de vida cada vez mayor, con un deterioro creciente del medio ambiente, con una demanda cada vez mayor de agua y de alimentos. Malthus afirmó a comienzos del siglo XIX que quien nace en un mundo ya ocupado no tiene cómo reclamar alimentación, pues en el gran banquete de la naturaleza no habrá cubierto para él.
Hoy, cuando la población mundial alcanza los 7400 millones de habitantes debemos también preguntarnos: ¿en cuántos años se duplicará la población actual? ¿Y habrá alimento para todos? ¿Cuántas invitaciones más se podrán repartir para el banquete de la naturaleza?
* Rector, Universidad Nacional de Colombia.
Se estima actualmente que en el planeta habitan 7400 millones de personas. Es común hacer proyecciones sobre el número de habitantes que habrá dentro de una década, dos o más. También nos preocupamos por saber cuántas personas viven en cada continente y cuántos habitantes tiene un país. Sin embargo, pocos se han preguntado cuántas personas hemos vivido en este tolerante Planeta o si el número de humanos vivos supera a todos los muertos.
El problema no es sencillo de resolver; más aún si reconocemos que los datos confiables existen desde hace pocos años y que los primeros estudios modernos sobre crecimiento de población fueron realizados incipientemente y apenas en algunas pocas ciudades. También es sabido que muchos niños murieron al nacer y que antes del descubrimiento de las vacunas la tasa de mortalidad infantil era muy alta.
Establecer el momento exacto en que apareció la raza humana no es una cuestión simple. Se asegura que el homo sapiens habitó hace 200.000 años en África, aunque el ser humano anatómicamente moderno, que evolucionó del homo sapiens, a partir del cual vamos a hacer esta cuenta, existe desde hace apenas unos 50.000 años. Por lo tanto, el número total de personas que han habitado la Tierra se encuentra en este periodo; esta es una hipótesis bastante aceptada que supondremos válida, pero que inevitablemente puede ya introducir algún error en el cálculo.
Uno de los primeros científicos en realizar estudios demográficos con alto componente matemático y estadístico, pero sobre todo con muchos postulados no siempre aceptados, fue el inglés Thomas Malthus, quien publicó en 1798 la primera edición de su famoso trabajo “Ensayo sobre el Principio de la Población”. En la edición de 1830, Malthus hace afirmaciones sumamente fuertes, dentro de las cuales se destacan dos: la primera asegura que la población se va doblando cada 25 años cuando no encuentra obstáculo alguno que lo impida. Y la segunda sostiene que la población crece en progresión geométrica, mientras que los medios de subsistencia, en las circunstancias más favorables, aumentan en progresión aritmética. Estas tesis son, aún hoy en día, materia de controversia. Sin embargo, es Malthus quien despierta el interés por este tipo de problemas que también trascienden cotidianamente en las ciencias económicas.
Desde un enfoque matemático, la hipótesis más común es que la velocidad de crecimiento de una población es proporcional a la población existente en un determinado momento. Igual para una población de bacterias que para la población humana, lo que conduce a una función exponencial para describir el comportamiento del tamaño de la población humana. Y hay estudios formales realizados por reputados científicos que han intentado determinar la constante de proporcionalidad del crecimiento poblacional para plantear fórmulas generales.
A partir de distintos tipos de investigaciones se ha logrado estimar la población humana mundial de muchas fechas y periodos. Así por ejemplo, hoy se sabe que en la época en que Cristo fue crucificado habitaban la Tierra unos 200 millones de personas y que cinco siglos antes de su nacimiento, sólo la mitad, es decir 100 millones de humanos, habitaban el Planeta. Pero también se sabe que, contrario a lo esperado, se necesitaron más de 1000 años para duplicar el número de personas que vivieron en la época de Jesús.
El crecimiento de la población humana siempre ha estado influenciado, entre otros factores, por enfermedades epidémicas devastadoras, como por ejemplo la llamada “Peste de Justiniano”, que en algunas semanas entre 541 y 542 d. C. llegó a matar hasta 10.000 personas diariamente en Constantinopla. Pero con todas estas afectaciones, lo cierto es que en el año 1800 se alcanzó la cifra de 1000 millones de humanos sobre la Tierra. Desde esta fecha las cifras son, naturalmente, más confiables, pero al mismo tiempo sorprendentes. En efecto, en sólo un siglo, el XIX, la población humana aumentó en 700 millones de personas, pasando de 1000 a 1700 millones; y en el siglo XX el aumento fue brutal: ya en 1960 había 3000 millones de habitantes y en el año 2000, es decir en 40 años más, esta población ya se había duplicado, alcanzando así los 6000 millones de habitantes. Esto confirma la hipótesis sobre el crecimiento poblacional, según la cual una población compuesta por muchos individuos tiene una tasa de crecimiento mayor que otra compuesta por pocos individuos, hipótesis que finalmente es la que conduce al crecimiento exponencial como fórmula para describir el aumento.
Volviendo al problema inicial, hay que decir que matemáticos, estadísticos y expertos en demografía han coincidido, por diferentes métodos de cálculo, en que el número de personas que hemos habitado la Tierra es, aproximadamente, de 110.000 millones de individuos. Así las cosas, hoy hay aproximadamente una persona viva por cada 14 humanos muertos.
Estos temas despiertan la curiosidad de quienes nos sentimos atraídos a calcular. La mayoría de las veces se calcula para tener proyecciones y predecir tendencias o comportamientos futuros, pero pocas veces se buscan respuestas a incógnitas sobre cifras del pasado o acumuladas desde el pasado.
Este es apenas un ejemplo para reflexionar, desde el pasado y el presente, sobre el futuro de la humanidad en el Planeta, con una esperanza de vida cada vez mayor, con un deterioro creciente del medio ambiente, con una demanda cada vez mayor de agua y de alimentos. Malthus afirmó a comienzos del siglo XIX que quien nace en un mundo ya ocupado no tiene cómo reclamar alimentación, pues en el gran banquete de la naturaleza no habrá cubierto para él.
Hoy, cuando la población mundial alcanza los 7400 millones de habitantes debemos también preguntarnos: ¿en cuántos años se duplicará la población actual? ¿Y habrá alimento para todos? ¿Cuántas invitaciones más se podrán repartir para el banquete de la naturaleza?
* Rector, Universidad Nacional de Colombia.