Publicidad

¿Ustedes qué dicen?

Isabel Segovia
15 de diciembre de 2021 - 05:30 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Dos libros publicados recientemente, La educación en Colombia, de Moisés Wasserman, y La quinta puerta, editado por Juan Camilo Cárdenas, Leopoldo Fergusson y Mauricio García Villegas, describen detalladamente la situación del sistema educativo colombiano (antes de la pandemia). Los dos deben ser lectura obligatoria no sólo para los interesados o conocedores del sector, sino para todos aquellos que quieran contribuir a lograr que algún día podamos vivir en un país seguro y justo.

El libro del profesor Wasserman describe los inicios de la educación como concepto social y su proceso histórico en Colombia. Presenta los avances logrados y lo mucho que todavía nos falta en dos capítulos bellamente nombrados: “El vaso medio lleno” y “El vaso medio vacío”. Continúa con un capítulo en el que muestra cómo los maestros son parte esencial y han contribuido en este proceso. Los siguientes tratan sobre la situación de la educación superior y describen algunos casos de políticas y programas exitosos. Por último, el libro finaliza con una sección donde enumera lo que nos toca hacer como sociedad para mejorar la calidad de la educación en Colombia.

La quinta puerta está conformado por varios ensayos. El primero, sobre la historia política de la educación en Colombia, describe cómo siempre hemos sido un país de buenas ideas que, por las riñas políticas y la polarización, quedan sólo en eso (en este proceso la educación ha sido una víctima fatal). Los cinco siguientes ensayos retratan las desigualdades del sistema educativo en Colombia y sustentan acertada y tristemente cómo se ha perpetuado lo que definen como apartheid educativo, entre otras, exponiendo las razones por las cuales la sociedad colombiana valora más la educación privada que la pública. En los siguientes apartes hacen algo similar a los capítulos de “El vaso medio lleno” y “El vaso medio vacío” del texto de Wasserman: exponen los avances alcanzados y los elementos del sistema educativo que fortalecen este apartheid. Concluyen con unas recomendaciones, muchas comunes a las del primer libro reseñado y otras novedosas, diseñadas específicamente para luchar contra la inequidad dentro del sistema.

Las dos obras dolorosamente concluyen que, a pesar de los esfuerzos, la educación en Colombia sigue permeada por profundas desigualdades socioeconómicas, geográficas, de género y de etnia, que se acentúan en los extremos del sistema (en la primera infancia y en la educación media y superior) y que se agudizaron tremendamente durante la pandemia. La quinta puerta agrega que no basta con mejorar la calidad de la educación si no se hace un esfuerzo adicional para combatir el apartheid educativo, pues sin equidad la educación, en vez de contribuir a la movilidad social y a la reducción de desigualdades, sólo seguirá perpetuándolas. Todos los autores invitan a lograr un acuerdo social y político, un pacto de toda la sociedad, de largo aliento, para lograr la transformación real del sistema educativo; algo así como el que se consiguió para la construcción de la Constitución del 91. Transformar la educación no da espera si lo que queremos es vivir algún día en un país sin miedo, desarrollado y en paz. Ojalá los candidatos a la Presidencia lean estos dos libros y promuevan ese gran pacto. Conmigo cuentan... ¿ustedes qué dicen?

Temas recomendados:

 

Nelson(23874)16 de diciembre de 2021 - 12:06 a. m.
Mirad la postura de la derecha oligárquica que encarna Peñalosa: “Hay que hacer una reforma radical al SENA. El SENA, desafortunadamente, tiene demasiados cursos de filosofía y demás, y no suficiente énfasis en solamente la formación técnica, formación para el trabajo”, expresó Enrique Peñalosa. Castrar el pensamiento crítico para hacer útiles a los jóvenes para la industria. Canalla.
  • Felipe(94028)16 de diciembre de 2021 - 05:26 a. m.
    Con el pensamiento crítico ¿se crean empresas y empleo?¿quién fabrica cosas?¿todo importado y crítica propia?¿El pensamiento crítico construye carreteras y puertos?¿crea procesos agrícolas innovadores?. Si no conocemos funciones e integrales ¿calculamos con pensamiento crítico? ¿dividimos polinomios o formulamos química con pensamiento crítico?. No vote a Peñalosa, yo tampoco, pero no escriba bobadas
PEDRO(90741)15 de diciembre de 2021 - 10:09 p. m.
Cuenta regresiva: faltan 235 días para que termine este perverso gobierno. No vote por personajes cuya trayectoria política y personal ha sido cuestionada por varios motivos.
Libardo(10892)15 de diciembre de 2021 - 10:06 p. m.
No tenemos una educación auténtica, que parta del reconocimiento de lo que somos y del territorio que habitamos, por eso es alienante. No existen, en general, los aprendizajes significativos, copiamos modelos extranjeros sin adecuarlos a nuestras cosmovisiones y despreciamos lo vernáculo. No sabemos quiénes somos y pretendemos jugar a globalizados y erigimos estatuas con pies de barro.
humberto jaramillo(12832)15 de diciembre de 2021 - 06:38 p. m.
Tenemos espacios para “enseñar”. Enseñar “¿qué?” ¿qué debemos hacer de y en, esos espacios?. Si son cosas y procedimientos, se encuentran todos en internet. La universidad para que aprendan a ser personas y ciudadanos, por un lado, fundamental, y por otro para que aprendan a aprender. La gran mayoría de los profesores son personas que no sabían que hacer y se quedaron en la Universidad.
Antonio(sa3gs)15 de diciembre de 2021 - 02:58 p. m.
Es urgente un cambio en la educación pero de verdad ,sacar la politiqueria y pago de favores un ministerio serio y a acreditaciones exigentes.
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar