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Cuestionar la independencia de la banca central se considera una blasfemia. Pese a que sus decisiones tienen amplias repercusiones en la vida cotidiana, es un escenario en donde los intereses políticos tienen una enorme preeminencia.
La Reserva Federal en su sesión de septiembre disminuyó en medio punto los tipos de interés en los Estados Unidos. Se trata de una decisión que desencadena una serie de reacciones socioeconómicas. La primera, en el periodo preelectoral de cara a los comicios presidenciales del 5 de noviembre de 2024 y, la segunda, en el conjunto de los países dependientes de la divisa norteamericana.
En cuanto al periodo preelectoral, la reducción en la tasa de interés crea en la sociedad estadounidense una sensación de bienestar económico, tanto por la dinamización de la inversión como por el aumento del consumo. Esto traerá una ampliación al comercio, se reactivarán los emprendimientos que estaban esperando la reducción en los intereses bancarios y se espera que el desempleo disminuya sustancialmente. Un clima ideal que favorecerá la propuesta electoral de Kamala Harris centrada en la economía familiar y el apoyo a las pequeñas y medianas empresas.
Hasta la última decisión de la Fed, desde marzo de 2023, han sido 11 los ascensos en los puntos de interés. Es un medida que buscaba atender las consecuencias de una convulsionada geopolítica internacional que no deja de ser preocupante, disminuir la inflación hasta fin de año en un 2 % e incidir en la reducción del índice de precios al consumidor (IPC), que ha bajado interanualmente a un 2,5 %.
Esta reducción impacta directamente en la cuarta parte de la producción mundial desde los Estados Unidos, lo que permitirá demostrar a los demócratas que ha sido acertado su manejo de la economía y desvirtuar, con cifras, uno de los cuestionamientos más fuertes por parte de los republicanos hacia la administración Biden.
En el plano internacional, el flujo de inversión se dirigirá a los países emergentes, en especial, los que mantienen medidas conservadoras respecto al interés crediticio y la contención a la inflación. Esto, a su vez, revaluará sus monedas, generará beneficios a la balanza comercial estadounidense y afectará a los países que se han ido desindustrializando, al aumentar las importaciones y por la disminución de las remesas desde el exterior.
De conservarse esta nueva tendencia frente al valor del dinero se recuperará la economía si no escala la guerra.
Javier.nino01@javeriana.edu.co
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