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Musk y el retorno de la energía nuclear

Javier Ignacio Niño Cubillos
13 de enero de 2025 - 07:37 p. m.
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El desarrollo de la inteligencia artificial, los repositorios big data, la seguridad blockchain, la nueva era espacial o la generalización de la robótica exigen enormes cantidades de energía.

Las fuentes fósiles y las renovables, pese a los valiosos avances en las plantas de origen solar, eólico, geotérmico, mareomotriz y biomasa o el costoso procedimiento por electrolisis para producir hidrógeno, todavía no alcanzan a ofrecer la capacidad energía suficiente que requieren estos progresos globales.

El abastecimiento de energía es una exigencia de seguridad nacional y estabilidad geopolítica. Además, de una evidente necesidad humana que ha evolucionado a derecho. Independiente de las polémicas ideas de Elon Musk, hay una coincidencia entre las exigencias empresariales y sociales a las que hay que dar una respuesta pragmática.

El interés de Musk es la sobreproducción energética y continuar la innovación científica que dejó inconclusa Nicola Tesla: la extracción de electricidad del entorno atmosférico de manera inalámbrica, basado en que toda acción del universo tiene una carga eléctrica accesible.

Mientras Musk avanza en esta invención, su recomendación para Europa es la puesta en marcha de sus 105 centrales nucleares inactivas para evitar la dependencia energética proveniente de Rusia. Máxime cuando Ucrania inicia el 2025 impidiendo el paso de gas ruso hacia Europa Occidental.

Ya el Parlamento Europeo, previendo el colapso de la economía comunitaria por este motivo, lleva desde 2023 trabajado en la implementación de pequeños reactores nucleares modulares, pronosticando que la demanda de electricidad se duplique en 2060. Por ahora. el reto es la aceptación ciudadana frente a la apertura de los rectores existentes y la masificación de estas miniplantas nucleares.

En este cambio de mentalidad, las redes sociales como X, jugaran un rol trascendente. Recordemos la promesa que hizo Musk de comer alimentos provenientes de zonas en donde han ocurrido desastres nucleares, incluidos Chernóbil o Fukushima, al sugerir que el riesgo radiactivo se ha sobredimensionado.

China y Rusia ya cuentan con pequeños reactores nucleares modulares, una energía no contaminante en emisiones, financiable en investigación científica y fabricación, por su dimensión más seguros que los grandes reactores, puede ser el eslabón hacia la transición energética global y abarataría la obtención de hidrogeno.

Este reacondicionado modelo nuclear es una fuente energética replicable en cualquier parte del mundo puede ser la base para la recuperación económica mundial y para una nueva industrialización tecnológica ambientalmente sostenible.

javier.nino01@javeriana.edu.co

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William(16260)14 de enero de 2025 - 03:45 p. m.
Una columna que explica muy bien para dónde va el mundo energético . Estos cuatro años serán cruciales
Antonio(45414)14 de enero de 2025 - 01:38 p. m.
Chernobyl y Fukushima no le dicen nada?
GUSTAVO(dgv1l)14 de enero de 2025 - 12:08 a. m.
Qué idiotez de columna

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