Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Descuentos

                                                                                                    Idiomas

                                                                                                    EE ADS

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Blogs

                                                                                                          Especiales

                                                                                                            Descarga la App

                                                                                                              Edición Impresa

                                                                                                                Suscripción

                                                                                                                  Eventos

                                                                                                                    Foros El Espectador

                                                                                                                      Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                        Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                23 de noviembre de 2024 - 12:00 a. m.

                                                                                                                                Libertad, cuerpo y ciudad

                                                                                                                                Bajo la premisa de que “La poesía nos permite ver el reverso de las cosas”, entre el 5 y el 9 de noviembre se llevó a cabo el Festival Reverso Bogotá, la Poesía en la Radio y en las Bibliotecas.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Invitado a participar, preparé el taller “Libertad, cuerpo y ciudad”, que planteé así dado que entre sus actividades el festival convocó a un concurso al que se debían presentar cinco poemas: tres de tema libre, uno acerca del cuerpo y otro sobre la ciudad.

                                                                                                                                Gracias a sus revolucionarias Gotas amargas, el genio moderno de Silva instauró el tema libre como un filón por explorar en nuestra por lo general predecible tradición lírica. El mismo poeta grave y solemne que años atrás había definido el verso como un “vaso santo” en el que tan solo se debía verter “un pensamiento puro”, es el mismo atrevido que en Gotas amargas, harto de “poemas llenos de lágrimas” y de “sensiblerías semi-románticas”, al paciente aquejado por un “desaliento de la vida” y un “incesante/ renegar de lo vil de la existencia” le prescribe que más bien duerma, se bañe y coma, porque en realidad “¡Lo que usted tiene es hambre!”. El mismo que además remata un madrigal con un par de versos pioneros del reguetón: “Tu voz, tus ademanes, tu… no te asombre:/ Todo eso está, ya a gritos, pidiendo un hombre”. Y quien en “Idilio” nombró el por entonces y aún innombrable aborto: “Ella lo idolatró, y Él la adoraba./ ―¿Se casaron al fin?/ ―No, señor: ella se casó con otro./ ―¿Y murió de sufrir?/ ―No, señor: de un aborto”…

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Si bien a fines del siglo XIX Silva allanó el camino de la libertad temática, transcurrirían dos décadas antes de alcanzar la libertad formal, cuando, a mediados de los años veinte del siglo XX, desarrollando la veta antisolemne de Gotas amargas, Luis Vidales introdujo la poesía colombiana en el verso libre con los compases iniciales de “La música”: “En el rincón/ oscuro del café/ la orquesta/ es un extraño surtidor./ La música se riega/ sobre las cabelleras./ Pasa largamente/ por la nuca/ de los borrachos dormidos”…

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                “La música” hace parte de Suenan timbres, un libro vanguardista de 1926 cuyo título remite en principio a una nueva época caracterizada por la electricidad, pero que en concreto alude a unos timbres muy carnales que electrizaban a Vidales: “busco debajo de la blusa/ de la mujer hinchada de vigor/ y encuentro el bulto de su seno/ timbre/ para llamar al corazón”.

                                                                                                                                Saltando décadas, para abordar el tema del cuerpo en la poesía hubiera podido citar a Jaime Jaramillo Escobar: “El cuerpo, Devorador, todo hecho para devorar,/ el alma de este cuerpo no puede ser sino también devoradora”; o a Jaime Manrique: “Mi cuerpo sagrado, mi cuerpo/ maltratado, mi cuerpo desgastado/ y deshecho. Alabado sea el creador/ de todos los cuerpos, de mi alabado/ aventurado, dichoso cuerpo”; o a John Galán Casanova: “El cuerpo es un ídolo rancio/ al que ofrendamos flores por costumbre”.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                En vez de eso, opté por repartir fotocopias de “Karawane”, un texto leído por el dadaísta Hugo Ball el 23 de junio de 1916 en el cabaret Voltaire de Zúrich: “jolifanto bambla o falli bambla/ grossiga m’pfa habla horem/ egiga goramen/ higo bloiko russula huju/ hollaka hollala”… Entonar en voz alta este poema hecho de vocablos sin significado ―que a la vez es un poema gráfico en el que cada línea tiene una tipografía distinta― es un ejercicio eficaz para aguzar la conciencia orgánica de la voz como sostén melódico y rítmico de la expresión escrita.

                                                                                                                                Inevitable, cautivante y desalmada, la ciudad es consustancial a la poesía moderna. En 1927, el poeta belga Henry Michaux, residente en París, vino a Suramérica en busca de una gran selva, “de esas que ya no se ven en Europa desde hace mucho”. Convidado por su colega ecuatoriano Alfredo Gangotena, en Quito escribió un poema fundamental, “He nacido agujereado”, donde declaró: “Pueblecito de Quito, tú no eres para mí./ Yo necesito odio, y envidia; ésta es mi salud./ Es una gran ciudad la que necesito./ Un gran consumo de envidia”.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Un año atrás, Vidales se había apropiado lúdicamente de Bogotá en sus visiones frente a las vitrinas de la carrera Séptima: “Pasaron dos señoritas/ y por primera vez/ desde tanto tiempo que venía preocupándome/ vi cómo sus piesecillos/ iban desenvolviendo/ el hilo de su andar/ que habían dejado amarrado en casa”. Dos décadas después, en 1948, año del Bogotazo, Rogelio Echavarría empezó a escribir El transeúnte, un libro donde emerge el ser citadino que el autor se ocuparía de recrear toda la vida: “Todas las calles que conozco/ son un largo monólogo mío,/ llenas de gentes como árboles/ batidos por oscura batahola. (…) Bajo sus ojos ―que me miran hostiles/ como si yo fuera enemigo de todos―/ no puedo descubrir una conciencia libre,/ de criminal o de artista,/ pero sé que todos luchan solos/ por lo que buscan todos juntos”.

                                                                                                                                De haber contado con más tiempo, durante la última sesión del taller me hubiera gustado proponer a quienes asistieron a la biblioteca pública Carlos E. Restrepo que saliéramos a hacer un recorrido de observación, pero no fue necesario: en los ejercicios de escritura que realizaron demostraron llevar la ciudad en carne viva, a flor de piel, en la punta de la lengua.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Al finalizar el encuentro compartí un poema que resultó retador leer ante los habitantes de calle que nos acompañaron: “Esta ciudad provoca ganas de escribir poemas quitamanchas./ Manchas de pegante en labios de niñ s,/ manchas de adult s llevando costales de tiempo perdido. (…) Esta ciudad te agarra del cuello/ y te urge a que adviertas/ los muros de sus monumentos/ hechos polvo para mezclar bazuco.// Esta ciudad te llama, no te deja en paz,/ no te es posible huirle./ Parece decir al oído:/ vuélvete loco de amor, escribe un salmo/que haga mi faz menos inhóspita”.

                                                                                                                                Ante sus rostros atentos tallados por la penuria, se me vino a la mente un dictamen de Saint-John Perse: “el poeta está aún con nosotros, entre los hombres de su tiempo, habitado por su mal”.

                                                                                                                                Foto: “Karawane”, texto leído por el poeta dadaísta Hugo Ball el 23 de junio de 1916 en el cabaret Voltaire de Zúrich.

                                                                                                                                Bajo la premisa de que “La poesía nos permite ver el reverso de las cosas”, entre el 5 y el 9 de noviembre se llevó a cabo el Festival Reverso Bogotá, la Poesía en la Radio y en las Bibliotecas.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Invitado a participar, preparé el taller “Libertad, cuerpo y ciudad”, que planteé así dado que entre sus actividades el festival convocó a un concurso al que se debían presentar cinco poemas: tres de tema libre, uno acerca del cuerpo y otro sobre la ciudad.

                                                                                                                                Gracias a sus revolucionarias Gotas amargas, el genio moderno de Silva instauró el tema libre como un filón por explorar en nuestra por lo general predecible tradición lírica. El mismo poeta grave y solemne que años atrás había definido el verso como un “vaso santo” en el que tan solo se debía verter “un pensamiento puro”, es el mismo atrevido que en Gotas amargas, harto de “poemas llenos de lágrimas” y de “sensiblerías semi-románticas”, al paciente aquejado por un “desaliento de la vida” y un “incesante/ renegar de lo vil de la existencia” le prescribe que más bien duerma, se bañe y coma, porque en realidad “¡Lo que usted tiene es hambre!”. El mismo que además remata un madrigal con un par de versos pioneros del reguetón: “Tu voz, tus ademanes, tu… no te asombre:/ Todo eso está, ya a gritos, pidiendo un hombre”. Y quien en “Idilio” nombró el por entonces y aún innombrable aborto: “Ella lo idolatró, y Él la adoraba./ ―¿Se casaron al fin?/ ―No, señor: ella se casó con otro./ ―¿Y murió de sufrir?/ ―No, señor: de un aborto”…

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Si bien a fines del siglo XIX Silva allanó el camino de la libertad temática, transcurrirían dos décadas antes de alcanzar la libertad formal, cuando, a mediados de los años veinte del siglo XX, desarrollando la veta antisolemne de Gotas amargas, Luis Vidales introdujo la poesía colombiana en el verso libre con los compases iniciales de “La música”: “En el rincón/ oscuro del café/ la orquesta/ es un extraño surtidor./ La música se riega/ sobre las cabelleras./ Pasa largamente/ por la nuca/ de los borrachos dormidos”…

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                “La música” hace parte de Suenan timbres, un libro vanguardista de 1926 cuyo título remite en principio a una nueva época caracterizada por la electricidad, pero que en concreto alude a unos timbres muy carnales que electrizaban a Vidales: “busco debajo de la blusa/ de la mujer hinchada de vigor/ y encuentro el bulto de su seno/ timbre/ para llamar al corazón”.

                                                                                                                                Saltando décadas, para abordar el tema del cuerpo en la poesía hubiera podido citar a Jaime Jaramillo Escobar: “El cuerpo, Devorador, todo hecho para devorar,/ el alma de este cuerpo no puede ser sino también devoradora”; o a Jaime Manrique: “Mi cuerpo sagrado, mi cuerpo/ maltratado, mi cuerpo desgastado/ y deshecho. Alabado sea el creador/ de todos los cuerpos, de mi alabado/ aventurado, dichoso cuerpo”; o a John Galán Casanova: “El cuerpo es un ídolo rancio/ al que ofrendamos flores por costumbre”.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                En vez de eso, opté por repartir fotocopias de “Karawane”, un texto leído por el dadaísta Hugo Ball el 23 de junio de 1916 en el cabaret Voltaire de Zúrich: “jolifanto bambla o falli bambla/ grossiga m’pfa habla horem/ egiga goramen/ higo bloiko russula huju/ hollaka hollala”… Entonar en voz alta este poema hecho de vocablos sin significado ―que a la vez es un poema gráfico en el que cada línea tiene una tipografía distinta― es un ejercicio eficaz para aguzar la conciencia orgánica de la voz como sostén melódico y rítmico de la expresión escrita.

                                                                                                                                Inevitable, cautivante y desalmada, la ciudad es consustancial a la poesía moderna. En 1927, el poeta belga Henry Michaux, residente en París, vino a Suramérica en busca de una gran selva, “de esas que ya no se ven en Europa desde hace mucho”. Convidado por su colega ecuatoriano Alfredo Gangotena, en Quito escribió un poema fundamental, “He nacido agujereado”, donde declaró: “Pueblecito de Quito, tú no eres para mí./ Yo necesito odio, y envidia; ésta es mi salud./ Es una gran ciudad la que necesito./ Un gran consumo de envidia”.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Un año atrás, Vidales se había apropiado lúdicamente de Bogotá en sus visiones frente a las vitrinas de la carrera Séptima: “Pasaron dos señoritas/ y por primera vez/ desde tanto tiempo que venía preocupándome/ vi cómo sus piesecillos/ iban desenvolviendo/ el hilo de su andar/ que habían dejado amarrado en casa”. Dos décadas después, en 1948, año del Bogotazo, Rogelio Echavarría empezó a escribir El transeúnte, un libro donde emerge el ser citadino que el autor se ocuparía de recrear toda la vida: “Todas las calles que conozco/ son un largo monólogo mío,/ llenas de gentes como árboles/ batidos por oscura batahola. (…) Bajo sus ojos ―que me miran hostiles/ como si yo fuera enemigo de todos―/ no puedo descubrir una conciencia libre,/ de criminal o de artista,/ pero sé que todos luchan solos/ por lo que buscan todos juntos”.

                                                                                                                                De haber contado con más tiempo, durante la última sesión del taller me hubiera gustado proponer a quienes asistieron a la biblioteca pública Carlos E. Restrepo que saliéramos a hacer un recorrido de observación, pero no fue necesario: en los ejercicios de escritura que realizaron demostraron llevar la ciudad en carne viva, a flor de piel, en la punta de la lengua.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Al finalizar el encuentro compartí un poema que resultó retador leer ante los habitantes de calle que nos acompañaron: “Esta ciudad provoca ganas de escribir poemas quitamanchas./ Manchas de pegante en labios de niñ s,/ manchas de adult s llevando costales de tiempo perdido. (…) Esta ciudad te agarra del cuello/ y te urge a que adviertas/ los muros de sus monumentos/ hechos polvo para mezclar bazuco.// Esta ciudad te llama, no te deja en paz,/ no te es posible huirle./ Parece decir al oído:/ vuélvete loco de amor, escribe un salmo/que haga mi faz menos inhóspita”.

                                                                                                                                Ante sus rostros atentos tallados por la penuria, se me vino a la mente un dictamen de Saint-John Perse: “el poeta está aún con nosotros, entre los hombres de su tiempo, habitado por su mal”.

                                                                                                                                Foto: “Karawane”, texto leído por el poeta dadaísta Hugo Ball el 23 de junio de 1916 en el cabaret Voltaire de Zúrich.

                                                                                                                                Por John Galán Casanova

                                                                                                                                Poeta y ensayista bogotano. Premio nacional de poesía joven Colcultura, 1993. Premio internacional de poesía "Villa de Cox", 2009.
                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                Aceptar