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A la vez, es la continuación de una campaña de censura que pretende uniformar los contenidos de los medios en torno a una verdad oficial, como en cualquier dictadura platanera. El primer round se dio con el intento de quitarle a Coronell su columna en Semana, el cual no prosperó porque la revista sintió el golpe en pérdida de centenares de suscriptores y miles de seguidores, y siguió con la salida de cinco columnistas independientes que Gustavo Gómez quiso contratar en Caracol Radio pero que le descabezaron de un solo tajo, luego de una llamada que según la Mesa de Centro salió de la Presidencia de la República. (Ver El discreto encanto de la censura).
Y viene la pregunta obligada: ¿qué hacer? ¿Estamos en un punto de no retorno? Cuando ocurrió la salida -temporal- de Daniel Coronell, Antonio Caballero escribió lo que hoy aplica al cierre de Noticias Uno: “Al golpear una de las pocas publicaciones de prensa que todavía gozaban de credibilidad, nos dejan huérfanos”.
Pensando en aliviar dicha orfandad, por esos días apareció una columna titulada ¡Coronell, salve usted la causa!, donde se le invitaba a que “tome el toro por los cuernos y reúna en torno suyo a las plumas más lúcidas y valientes”, pensando en la creación de un portal de comunicación virtual cuya consigna sea la búsqueda implacable de la verdad. Medio del que decíamos “requiere más ingenio que cuantiosas inversiones y contaría con miles de suscriptores solidarios que quisieran brindarle apoyo a tan atractiva y necesaria alternativa”. (Ver columna).
En aquella ocasión Coronell anunció su respuesta “en unos días”, porque “no tengo el estado de ánimo para pensar en eso ahora”, apenas razonable. Y esos días después se dio su reintegro a la revista, así que el proyecto quedó en veremos, pero no por ello quisimos cruzarnos de brazos.
Por el contrario, fue cuando un grupo de periodistas independientes comenzó a concebir el medio virtual propuesto por el suscrito cronista, y en busca de un nombre recordamos que el 15 de mayo de 2019 Iván Duque lanzó en Silicon Valley su programa 'C Emprende' para motivar a los emprendedores a crear nuevas empresas, y allí dijo algo que fue objeto de ingeniosos memes: “Este será el país de los grandes unicornios en la tecnología”.
Así que decidimos cogerle la caña a Duque y emprender un emprendimiento periodístico en la web, poniéndole como nombre… El Unicornio. Y de puros aventados se nos ocurrió que quizá podíamos pedirle el logo a Matador porque había hecho alguna caricatura de Duque cargando de juguete un unicornio. Y no fue sino hacer una llamada y, aunque ustedes no lo crean, aceptó encantado (¡qué man tan bacán!) y nos lo mandó en un santiamén (¿o fue en dos?). Y sucedió entonces que por su apoyo le quedamos eternamente agradecidos, en lo que resta de este Gobierno. (Ver logo-caricatura).
Ya contagiados de tan primíparo entusiasmo, imaginamos a Daniel Coronell pidiéndole a Iván Duque una entrevista para el lanzamiento de El Unicornio, en su condición de muso inspirador (Duque, no Coronell) de nuestro proyecto. Y se hizo entonces una segunda llamada (a Coronell) y el resultado fue una segunda respuesta positiva: “¡Listo, yo le jalo! No sé si me la dé, pero la pido”.
Ahora bien, considerando que la probabilidad de que Duque NO le conceda la entrevista a Coronell es muy alta, ideamos un plan paralelo: pedirle una entrevista a su antecesor, Juan Manuel Santos, aprovechando la visita que él haría -hizo- a Neomundo de Bucaramanga el sábado 31 de agosto, para hablar de su libro La batalla por la paz, editado por Planeta.
La noticia positiva es que el expresidente SÍ nos concedió la entrevista, brindando expresa claridad en que debía ser para El Unicornio -no para otro medio- y la noticia negativa fue que enfrascados en un litigio (de sospechoso origen) por el uso del dominio web, no logramos hacer coincidir la entrevista con el lanzamiento del portal. Quedamos desfasados en unos días, dentro del cronograma.
Sea como fuere, acogiendo la sentencia del monje budista que sugiere asumir toda crisis como oportunidad, esta columna quizá pueda servir como campaña de expectativa para anunciar la inminente publicación de la entrevista (“¡Exclusiva!”) con el expresidente Juan Manuel Santos, donde le preguntamos si le gustaría ver a Uribe en la cárcel y respondió “yo ese mal no se lo deseo a nadie”, y frente al tema Iván Márquez – Santrich dijo que “el derecho a la paz no nos lo va a arrebatar nadie”, y en relación con el consumo de drogas “la prohibición es el origen de todos los males”.
Y no anticipamos más, porque sería como contar el final de una película de suspenso. Pero es la ocasión propicia para informarle al paciente lector que El Unicornio se concibe como un medio de investigación periodística, denuncia y resistencia frente a la cadena sistemática de atropellos a la libertad de prensa que ha comenzado a operar contra todo lo que a este régimen le huele a independencia o antiuribismo.
Estamos ante el primer campanazo de lo que se vislumbra como el propósito de imponer una dictadura informativa, bajo el férreo control de quien maneja la chequera oficial, una buena parte del Congreso, la nómina estatal y los organismos de seguridad del Estado, entre ellos un Ejército Nacional devorado hasta los tuétanos por la corrupción, sin que ningún medio o institución se pellizque para llamar al orden o remediar tan protuberantes entuertos
DE REMATE: Puesto que El Unicornio pretende actuar como medio de “resistencia”, quisiéramos ofrecerles tribuna de opinión a los columnistas que de un solo tajó descabezó Caracol: Sandra Borda, Gustavo Duncan, Esteban Carlos Mejía, Daniel Pacheco, Yohir Akerman. Estos cinco en El Unicornio serían conocidos como Los intocables, porque la libertad de expresión es sagrada.
Twitter e Instagram: @Jorgomezpinilla
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