Casanare: gobernador nepotista —y uribista— a más no poder
La semana pasada viví una experiencia que como periodista me deja un mal sabor, pues lo que pretendía ser una denuncia seria y sustentada —que puse a consideración de El Espectador—, sobre la red de nombramientos de parientes que ha realizado Alirio Barrera Rodríguez desde que llegó a la Gobernación de Casanare, por cuenta de la válida exigencia de contrastar la fuente terminó convertido, desde el título, en un artículo que salió en defensa de dicho funcionario: “No he creado ninguna red de cargos familiares”: se defiende el gobernador de Casanare. (Ver artículo).
¿Cuál “se defiende”, si todavía no se había publicado nada que motivara dicha defensa? En su versión original mi artículo comenzaba por decir que, de los 32 gobernadores de Colombia, el de Casanare es el único que puede ser definido como uribista purasangre, no solo porque fue elegido como candidato exclusivo del Centro Democrático, sino porque coincide con Álvaro Uribe en que es criador de caballos, ganadero, jinete y empresario.
Debido precisamente a la fama que he adquirido de antiuribista (no sé por qué), un habitante de Casanare me contactó para denunciar el “roscograma” familiar que habría implantado el gobernador. Me puse a investigar y concluí que es cierto e inocultable, y haré un resumen de lo hallado, ya sin el sesgo que la publicación de El Espectador mostró a favor del mandatario local:
Apenas llegó al poder, Barrera Rodríguez puso su empeño en elegir como senadora a una prima suya, Amanda Rocío González Rodríguez, y lo logró. Y ahora intenta hacer elegir como sucesor a su cuñado, Salomón Sanabria, esposo de su hermana Cielo.
Otra prima, Raquel Rubiano Barrera, es su secretaria personal. Según la defensa oficiosa del gobernador, Raquel “me atiende a título personal en mis asuntos privados. (…) Ella no está vinculada a la administración ni recibe salario”. Ah, ¿no recibe salario? ¿Vive de la caridad pública? Vea pues… Pero si doña Raquel no recibe sueldo, el que sí lo recibe es su esposo Fernando Cortés, nombrado técnico en Administración, así como una hija de ella (no de ambos), Caroline Linares Rubiano, quien se desempeña como auxiliar administrativa de la secretaria de Hacienda. Y el gobernador no lo niega, aunque de Caroline afirma que “tendría que verificar ese dato”.
Siguiendo con los primos, aparecen Jorge Ojeda Rodríguez, nombrado asesor de la Gobernación, y Albadonia González, asesora de Acción Social, quienes ostentan doble título familiar, pues son primos por igual del gobernador Barrera y de la senadora Amanda Rocío. Esta última se asegura así de tener cuotas familiares propias en la Gobernación de Casanare, a saber: Marylin González Parra, prima suya, es contratista de la Secretaría de Planeación, cuyo secretario es Humberto Alirio Martínez, esposo de la senadora Amanda, y a quien pretenden hacer elegir como director de la Corporación Autónoma de la Orinoquia (Corporinoquia).
Y como favor con favor se paga, la senadora Amanda Rocío tiene nombrada en su UTL a Laura Ximena Barrera Duarte, hija del gobernador. Esto último el gobernador tampoco lo niega, y lo justifica en que “está saliendo ya a ser profesional y tiene derecho a tener una participación dentro de los parámetros de ley. No está inhabilitada para eso”.
Paralelo al nombramiento de parientes consanguíneos, están los cargos para la familia de la primera dama: Natalia Duarte Sanabria, nombrada en la dirección administrativa de Servicios Generales como auxiliar administrativa; Brayan Yesid Corredor Duarte, auxiliar administrativo de la Secretaría de Educación; Héctor Alexander Corredor Duarte, en Enerca, y Luna Duarte, funcionaria de la Gobernación. Los tres anteriores son sobrinos de Marisela Duarte Rodríguez, esposa del gobernador Barrera.
Descendiendo en el entramado de cargos, aparecen los entregados a los familiares del cuñado del gobernador: Salomón Sanabria, hoy candidato a la Gobernación, a quien le nombraron en provisionalidad a Doris Alenia Fonseca Sanabria, auxiliar administrativa en la Secretaría de Salud, y Fredy Nairo Sanabria Montaña, ambos primos del candidato. De este último el gobernador asegura que “es de los Sanabria de Aguazul, una familia totalmente distinta”.
Pero no todo queda en nombramientos de familiares en la Gobernación, pues también han cooptado los órganos de control: Jorge Andrés Rodríguez González, primo hermano de la senadora Amanda, fue nombrado vicecontralor tras la renuncia de Héctor Manuel Barbosa Sarmiento, quien pasó a desempeñarse como el jefe de Defensa Judicial de la Gobernación. Frente a Rodríguez González al gobernador le falla la memoria, pues afirma: “No conozco el tema de la Contraloría, directamente. Tengo entendido que ese nombramiento fue en 2015”.
De otro lado, el primo de la senadora Amanda, Nay Epimenio González, es uno de los candidatos a la Alcaldía de Yopal y posa de independiente, pero le hace campaña a Salomón Sanabria. Y está por último Hayver Gutiérrez, más conocido como Plancho, esposo de Martha Ludy Atuesta Rubiano, prima del gobernador, quien fue gerente de la Empresa de Energía de Casanare (Enerca) y hoy es el candidato del gobernador a la Alcaldía de Maní. De este último, el artículo de El Espectador no dice nada.
En resumen, la defensa del gobernador apunta a que “somos una familia muy numerosa, (…) no puede ser que por el hecho de yo ser gobernador mis familiares tengan que cortarse las alas, o los parientes de mis familiares, o incluso los amigos de mis familiares. Ellos tienen derecho a trabajar”.
En elogioso artículo de El Tiempo —del Grupo Aval—, donde se cuenta cómo el mandatario regional saneó las finanzas de Casanare cancelándoles a los bancos la deuda de $124.000 millones, Alirio Barrera aseguró que “la clave para hacer rendir el presupuesto es administrar el departamento como lo hacía en su finca”. Tiene razón, pues para regentar una finca se requiere gente de su total confianza, preferiblemente parientes.
Así las cosas, si el día de su posesión Alirio Barrera dijo que iba a gobernar a Casanare “con la gracia de Dios”, queda claro que para ser “bendecido” con dicha gracia y tener trabajo el primer requisito es pertenecer a su familia.
DE REMATE. Hablando precisamente de lazos parentales, convendría que los entes de control pusieran el ojo sobre algo que en Casanare es vox populi, relacionado con la supuesta compra desaforada de tierras y de animales a nombre de testaferros: adquisición de 20 casas en el conjunto residencial Valle de los Guarataros (Yopal), de la finca La Varquereña por $20.000 millones en San Luis de Palenque, de fincas en Monterrey y en México, así como caballos de paso fino por sumas que oscilan entre $1.000 millones y $2.000 millones, y obras de arte por más de $10.000 millones. Del mismo modo, fuentes dignas de crédito —aunque sin confirmar— afirman que Alirio Barrera mandó a construir una manga de coleo en la vereda La Turúa, de Aguazul. Noticia en desarrollo.
Twitter e Instagram: @Jorgomezpinilla
http://jorgegomezpinilla.blogspot.com/
La semana pasada viví una experiencia que como periodista me deja un mal sabor, pues lo que pretendía ser una denuncia seria y sustentada —que puse a consideración de El Espectador—, sobre la red de nombramientos de parientes que ha realizado Alirio Barrera Rodríguez desde que llegó a la Gobernación de Casanare, por cuenta de la válida exigencia de contrastar la fuente terminó convertido, desde el título, en un artículo que salió en defensa de dicho funcionario: “No he creado ninguna red de cargos familiares”: se defiende el gobernador de Casanare. (Ver artículo).
¿Cuál “se defiende”, si todavía no se había publicado nada que motivara dicha defensa? En su versión original mi artículo comenzaba por decir que, de los 32 gobernadores de Colombia, el de Casanare es el único que puede ser definido como uribista purasangre, no solo porque fue elegido como candidato exclusivo del Centro Democrático, sino porque coincide con Álvaro Uribe en que es criador de caballos, ganadero, jinete y empresario.
Debido precisamente a la fama que he adquirido de antiuribista (no sé por qué), un habitante de Casanare me contactó para denunciar el “roscograma” familiar que habría implantado el gobernador. Me puse a investigar y concluí que es cierto e inocultable, y haré un resumen de lo hallado, ya sin el sesgo que la publicación de El Espectador mostró a favor del mandatario local:
Apenas llegó al poder, Barrera Rodríguez puso su empeño en elegir como senadora a una prima suya, Amanda Rocío González Rodríguez, y lo logró. Y ahora intenta hacer elegir como sucesor a su cuñado, Salomón Sanabria, esposo de su hermana Cielo.
Otra prima, Raquel Rubiano Barrera, es su secretaria personal. Según la defensa oficiosa del gobernador, Raquel “me atiende a título personal en mis asuntos privados. (…) Ella no está vinculada a la administración ni recibe salario”. Ah, ¿no recibe salario? ¿Vive de la caridad pública? Vea pues… Pero si doña Raquel no recibe sueldo, el que sí lo recibe es su esposo Fernando Cortés, nombrado técnico en Administración, así como una hija de ella (no de ambos), Caroline Linares Rubiano, quien se desempeña como auxiliar administrativa de la secretaria de Hacienda. Y el gobernador no lo niega, aunque de Caroline afirma que “tendría que verificar ese dato”.
Siguiendo con los primos, aparecen Jorge Ojeda Rodríguez, nombrado asesor de la Gobernación, y Albadonia González, asesora de Acción Social, quienes ostentan doble título familiar, pues son primos por igual del gobernador Barrera y de la senadora Amanda Rocío. Esta última se asegura así de tener cuotas familiares propias en la Gobernación de Casanare, a saber: Marylin González Parra, prima suya, es contratista de la Secretaría de Planeación, cuyo secretario es Humberto Alirio Martínez, esposo de la senadora Amanda, y a quien pretenden hacer elegir como director de la Corporación Autónoma de la Orinoquia (Corporinoquia).
Y como favor con favor se paga, la senadora Amanda Rocío tiene nombrada en su UTL a Laura Ximena Barrera Duarte, hija del gobernador. Esto último el gobernador tampoco lo niega, y lo justifica en que “está saliendo ya a ser profesional y tiene derecho a tener una participación dentro de los parámetros de ley. No está inhabilitada para eso”.
Paralelo al nombramiento de parientes consanguíneos, están los cargos para la familia de la primera dama: Natalia Duarte Sanabria, nombrada en la dirección administrativa de Servicios Generales como auxiliar administrativa; Brayan Yesid Corredor Duarte, auxiliar administrativo de la Secretaría de Educación; Héctor Alexander Corredor Duarte, en Enerca, y Luna Duarte, funcionaria de la Gobernación. Los tres anteriores son sobrinos de Marisela Duarte Rodríguez, esposa del gobernador Barrera.
Descendiendo en el entramado de cargos, aparecen los entregados a los familiares del cuñado del gobernador: Salomón Sanabria, hoy candidato a la Gobernación, a quien le nombraron en provisionalidad a Doris Alenia Fonseca Sanabria, auxiliar administrativa en la Secretaría de Salud, y Fredy Nairo Sanabria Montaña, ambos primos del candidato. De este último el gobernador asegura que “es de los Sanabria de Aguazul, una familia totalmente distinta”.
Pero no todo queda en nombramientos de familiares en la Gobernación, pues también han cooptado los órganos de control: Jorge Andrés Rodríguez González, primo hermano de la senadora Amanda, fue nombrado vicecontralor tras la renuncia de Héctor Manuel Barbosa Sarmiento, quien pasó a desempeñarse como el jefe de Defensa Judicial de la Gobernación. Frente a Rodríguez González al gobernador le falla la memoria, pues afirma: “No conozco el tema de la Contraloría, directamente. Tengo entendido que ese nombramiento fue en 2015”.
De otro lado, el primo de la senadora Amanda, Nay Epimenio González, es uno de los candidatos a la Alcaldía de Yopal y posa de independiente, pero le hace campaña a Salomón Sanabria. Y está por último Hayver Gutiérrez, más conocido como Plancho, esposo de Martha Ludy Atuesta Rubiano, prima del gobernador, quien fue gerente de la Empresa de Energía de Casanare (Enerca) y hoy es el candidato del gobernador a la Alcaldía de Maní. De este último, el artículo de El Espectador no dice nada.
En resumen, la defensa del gobernador apunta a que “somos una familia muy numerosa, (…) no puede ser que por el hecho de yo ser gobernador mis familiares tengan que cortarse las alas, o los parientes de mis familiares, o incluso los amigos de mis familiares. Ellos tienen derecho a trabajar”.
En elogioso artículo de El Tiempo —del Grupo Aval—, donde se cuenta cómo el mandatario regional saneó las finanzas de Casanare cancelándoles a los bancos la deuda de $124.000 millones, Alirio Barrera aseguró que “la clave para hacer rendir el presupuesto es administrar el departamento como lo hacía en su finca”. Tiene razón, pues para regentar una finca se requiere gente de su total confianza, preferiblemente parientes.
Así las cosas, si el día de su posesión Alirio Barrera dijo que iba a gobernar a Casanare “con la gracia de Dios”, queda claro que para ser “bendecido” con dicha gracia y tener trabajo el primer requisito es pertenecer a su familia.
DE REMATE. Hablando precisamente de lazos parentales, convendría que los entes de control pusieran el ojo sobre algo que en Casanare es vox populi, relacionado con la supuesta compra desaforada de tierras y de animales a nombre de testaferros: adquisición de 20 casas en el conjunto residencial Valle de los Guarataros (Yopal), de la finca La Varquereña por $20.000 millones en San Luis de Palenque, de fincas en Monterrey y en México, así como caballos de paso fino por sumas que oscilan entre $1.000 millones y $2.000 millones, y obras de arte por más de $10.000 millones. Del mismo modo, fuentes dignas de crédito —aunque sin confirmar— afirman que Alirio Barrera mandó a construir una manga de coleo en la vereda La Turúa, de Aguazul. Noticia en desarrollo.
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