Un candidato como Federico Andrés Gutiérrez Zuluaga, criado en los bajos fondos de Medellín, inculto hasta el grado “vos dijistes”, con pinta de ñero y sospechosa cercanía a la Oficina de Envigado, además de uribista vergonzante (pues le toca negar al patrón), es sin duda alguna la mejor carta de presentación para que el Pacto Histórico arrase en primera vuelta.
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Un candidato como Federico Andrés Gutiérrez Zuluaga, criado en los bajos fondos de Medellín, inculto hasta el grado “vos dijistes”, con pinta de ñero y sospechosa cercanía a la Oficina de Envigado, además de uribista vergonzante (pues le toca negar al patrón), es sin duda alguna la mejor carta de presentación para que el Pacto Histórico arrase en primera vuelta.
Suena razonable entonces preguntarse por qué esto no se ve reflejado en las encuestas, y la respuesta es triple: una, la feroz campaña de propaganda negra contra Gustavo Petro, enfocada a sembrar miedo sobre los riesgos de convertirnos en otra Venezuela; dos, la estúpida división entre la izquierda y el centro, que empodera a la extrema derecha (“divide y vencerás”); y tres, los errores de Petro.
En cuanto a la variable Venezuela, la burda intervención del mismísimo comandante del Ejército de Colombia en política nos retrotrae a una de las primeras cosas que hizo Hugo Chávez: cambiar la Constitución para darles voz y voto a los militares. Hoy los que tienen las armas tienen además el poder, son la columna vertical que sostiene a la Revolución Bolivariana. Y para allá vamos.
En cuanto a lo segundo, pese al descenso imparable que Fajardo muestra en las encuestas, insiste en seguir como vaca atravesada en el camino que, sin su dañina candidatura, le daría viabilidad a la única derrota posible para el uribismo en la coyuntura actual: que el Pacto Histórico conquiste la presidencia desde la primera vuelta. ¿Está Fajardo puesto ahí precisamente para eso, para evitarlo? No es descartable. En todo caso, Gutiérrez en segunda vuelta es el peor escenario posible.
Pero esta columna quiere dedicarse a lo tercero, los errores de Petro, no con el ánimo de hacerle daño, sino lo contrario: ayudarlo para que deje de cometer tantos errores… y con tanta frecuencia.
El primer error estuvo relacionado con la entrega de la dirección de Comunicaciones a alguien que venía de hacerle campaña a Carlos Fernando Galán a la alcaldía de Bogotá. Se trató de una decisión unipersonal de Petro y, como expliqué en columna anterior, el cargo le sirvió a la nombrada casi exclusivamente para catapultar a la Cámara de Representantes a su ex (quien ya no es ex), el actor de farándula Agmeth Escaf, en detrimento del ilustre abogado Miguel Ángel del Río. (Ver columna).
“Hacen daño los compañeros que no cuidan las comunicaciones”, dijo Álvaro Uribe sobre Juan Carlos Vélez cuando este reveló cómo habían hecho para poner a la gente a votar “verraca” contra la paz. Menciono esto porque, si hay algo que también requiere pronta solución, es el descuido que de tiempo atrás viene mostrando la campaña del Pacto Histórico en un tema tan sensible.
Descuido en asuntos que van desde la presentación personal del candidato -o la de su hermano en una cama de hospital- al conceder una entrevista, hasta el manejo equivocado que le dieron sus seguidores al trino de Egan Bernal, donde dijo esto: “No soy economista, pero mi sentido común me dice que... el regalar plata no va a poder durar mucho tiempo y terminar en algo bueno… Creo que la solución está en generar empleo digno y pensar a futuro, porque esto no se va a arreglar en cuatro años”. (Ver trino).
El petrismo cayó de plancha en la provocación, sobre un segundo escenario en el que habría sido objeto de un nuevo entrampamiento, y donde el mismo Egan Bernal pudo haber sido utilizado, si nos fijamos en que se trata del mismo al que hace dos años Vicky Dávila quiso convencer de que le pareciera “oportunista” un trino elogioso de Petro sobre el ciclista y Egan supo hacerle el quite a la encerrona: “a mí sinceramente no me pareció malo”. (Ver video) ¿Por qué ahora, recién ‘resucitado’ del brutal choque contra un bus, sale a hacer declaraciones políticas? Muy raro.
Lo cierto es que hoy la situación luce diametralmente opuesta, pues el trino citado parece una crítica de frente contra el programa de gobierno de Petro. Y si nos ponemos de capciosos, se torna incongruente que un ciclista famoso al que hace dos años se le vio defendiéndolo, ahora aparezca con un mensaje que desde lo subliminal suena a advertencia uribista.
¿Hubo plata de por medio? Ni idea. Pero es fácilmente comprobable que hay toneladas de dinero (de procedencia lícita e ilícita) dedicado tanto a pagar centenares de vallas publicitarias del candidato de Uribe, como a la compra de conciencias y de líneas editoriales contra la opción Petro. Y la última columna del suscrito aborda esa problemática, señalando en concreto a dos medios.
Pero me estoy saliendo del tema. A donde se quiere llegar es a que durante dos días seguidos el petrismo en las redes sociales anduvo en gran parte dedicado a hacer realidad el objetivo de poner al petrismo a la defensiva… y al ataque.
Hasta que “llegó el comandante y mandó a parar”: en un evento donde se recibía la adhesión de Fuerza Ciudadana al Pacto Histórico, el muy curtido político -de origen liberal- Armando Benedetti dijo lo que había que decir, citando al candidato: “@Eganbernal tiene razón. La que genera la riqueza es el trabajo”. @petrogustavo en Santa Marta”. (Ver trino).
No vamos a discutir si es cierto que la riqueza es generada por el trabajo, pero la parte positiva del asunto es que, hasta donde se ha podido saber, de ahora en adelante será Benedetti el encargado del manejo de las comunicaciones de esa colectividad. Otro político de origen liberal que también ha ayudado a bajar calenturas, ha sido Roy Barreras, quien en entrevista con La W llegó incluso a reconocer que no es culpa de Petro que un hermano suyo le hubiera salido tan… tan pendejo, digamos. (Ver entrevista).
Tratándose precisamente de dos personas que provienen del centro liberal (no de la izquierda), a Roy y a Benedetti se les podría recordar -también a modo de advertencia- que el Pacto Histórico la tiene tan fácil, que lo único que hace falta para arrasar en primera vuelta es que el petrismo busque un acercamiento sincero, cálido y afectuoso con las huestes de Sergio Fajardo, ahora que ha quedado más que comprobada su absoluta imposibilidad matemática o probabilística de pasar a segunda vuelta.
Y no es más por el momento.
Post Scriptum: El domingo pasado Daniel Samper Pizano dijo que “el apoyo de Iván Duque al general Zapateiro es el aviso de un golpe de Estado”. Yo recordé una columna de hace dos años titulada “El autogolpe ya empezó”. Mejor dicho, no nos llamemos a engaño: desde el 7 de agosto de 2018 los militares han tenido la sartén por el mango, bajo las órdenes del que ya sabemos, y no van a entregar la sartén si gana Petro. Y toda Colombia ha quedado debidamente advertida… y amenazada.