Turismo en Santander: ¿para dónde se va la plata?
Toda la estrategia política de la familia Aguilar para la toma económica de Santander gira en torno al turismo.
Ahí confluyen en trípode el exgobernador Hugo Heliodoro Aguilar que construyó el faraónico Parque Nacional del Chicamocha (Panachi); su hijo Richard, que inauguró el Cerro del Santísimo y el Acuaparque del Chicamocha; y su hermano mayor Nerthink Mauricio, quien desde el Senado impulsó la Ley del Turismo aprobada en julio de 2012, que concede privilegios y exenciones a las empresas dedicadas al ramo, y cuyo mayor vacío es que no establece responsabilidades ambientales ni contempla la participación o vigilancia de las autoridades relacionadas con esta “industria sin chimeneas”.
Está muy bien que una familia quiera dedicarse a promover a Santander desde lo turístico, pero está muy mal si los ingresos generados por esta actividad no llegan en mayor cuantía a las arcas de la gobernación o de las alcaldías respectivas, sino a manos privadas. Y por lo visto, están llegando a manos llenas.
En el caso que nos ocupa esas manos privadas son la Corporación Panachi (Corpopanachi), creada por el coronel Hugo Heliodoro Aguilar, una entidad privada sin ánimo de lucro con supuesta “participación pública mayoritaria”. Carlos Fernando Sánchez, primer gerente de Panachi y hoy candidato títere del coronel a la gobernación (ver El candidato sin alma, de Diana Giraldo), quien al comenzar la gobernación de Aguilar pagaba arriendo en estrato 4 y al terminar era dueño de una lujosa mansión en Ruitoque, dijo en reunión del OCAD que estos proyectos turísticos generan 15 mil empleos directos y que Santander “percibirá casi 1 billón 500 mil pesos a 2020”.
Lo primero puede ser cierto pero lo segundo constituye una falacia, porque la plata de esos cuatro proyectos turísticos no le está entrando al departamento sino a Corpopanachi, la cual no está sometida al régimen de contratación estatal y por tanto contrata todo por vía directa, sin supervisión de ninguna autoridad pública. Esto no lo digo solo yo, lo dice un documentado informe para elaborado por las periodistas Johanna Paola Bejarano, Xiomara Montañez y Jazmín Rodríguez, titulado ‘Los Aguilar y los lazos del turismo en Santander’.
Durante reciente entrevista en streaming de La Silla Santandereana con el candidato del coronel, el periodista Manolo Azuero intentó que Sánchez dijera al menos cuántos fueron los ingresos de Corpopanachi en el último año (no las utilidades, por el supuesto “sin ánimo de lucro”) o en qué los han invertido, pero su respuesta fue gaseosa y dejó la sensación de que es abrumadoramente más lo que ocultan que lo poquísimo que en inversiones para el desarrollo económico y social del departamento están mostrando, además de que solo reinvierten en lo que a la familia Aguilar y a sus súbditos o asociados les sigue reportando pingües ganancias: el turismo.
¿Cuánto vale subirse al teleférico que lo lleva a visitar la imagen del Santísimo? Treinta y cinco mil pesos. Por muy odiosas que sean las comparaciones, con dos cupos en ese teleférico se paga lo de un viaje Bucaramanga – Bogotá en bus preferencial de Copetrán, con baño independiente para las damas.
Durante el foro el foro ‘Santander: un destino por conocer’ convocado por la revista Semana, el gobernador Richard Aguilar dijo que “el turismo en Santander genera más recursos que las regalías que recibimos. Este año llegaron menos de 100.000 millones de pesos por regalías. Por turismo han entrado 120.000 millones”. Habrá que ver si la cifra es real, porque podría ser mucho más alta, y para resolver el intríngulis solo se requiere que rindan cuentas claras, en consideración a que la legislación hoy vigente –desarrollada por Nerthink Mauricio a la medida de sus necesidades- y la clase de sociedad que constituyeron les permite operar con mayor ‘libertad’ de movimientos.
No se trata de levantar falsas sospechas sobre lo que podría estar funcionando bien, pero en medio de una campaña electoral donde se mueven tantos y tan sensibles intereses, los Aguilar deberían estar en la obligación de informar cuál es el manejo que le están dando a los multimillonarios recursos provenientes del turismo.
DE REMATE: Hay otro punto sensible donde alguna autoridad de control debería actuar, y es en la descarada utilización política con fines electorales que ‘Santander en Serio’ viene haciendo de las obras turísticas. Esto incluye desde los buses repletos con gente de ‘escasos recursos’ que llevan al Parque Panachi –con almuerzo incluido- para que voten por Carlos Fernando Sánchez, hasta la utilización que este hace de una imagen con fuerte raigambre en el imaginario religioso popular: el Santísimo, o sea Jesucristo. Porque Zeus, no es. Esto viene ocurriendo tanto en medios impresos como en videos que circulan profusamente en Internet. Y nadie se atreve a decir ni mu…
@Jorgomezpinilla
http://jorgegomezpinilla.blogspot.com/
Toda la estrategia política de la familia Aguilar para la toma económica de Santander gira en torno al turismo.
Ahí confluyen en trípode el exgobernador Hugo Heliodoro Aguilar que construyó el faraónico Parque Nacional del Chicamocha (Panachi); su hijo Richard, que inauguró el Cerro del Santísimo y el Acuaparque del Chicamocha; y su hermano mayor Nerthink Mauricio, quien desde el Senado impulsó la Ley del Turismo aprobada en julio de 2012, que concede privilegios y exenciones a las empresas dedicadas al ramo, y cuyo mayor vacío es que no establece responsabilidades ambientales ni contempla la participación o vigilancia de las autoridades relacionadas con esta “industria sin chimeneas”.
Está muy bien que una familia quiera dedicarse a promover a Santander desde lo turístico, pero está muy mal si los ingresos generados por esta actividad no llegan en mayor cuantía a las arcas de la gobernación o de las alcaldías respectivas, sino a manos privadas. Y por lo visto, están llegando a manos llenas.
En el caso que nos ocupa esas manos privadas son la Corporación Panachi (Corpopanachi), creada por el coronel Hugo Heliodoro Aguilar, una entidad privada sin ánimo de lucro con supuesta “participación pública mayoritaria”. Carlos Fernando Sánchez, primer gerente de Panachi y hoy candidato títere del coronel a la gobernación (ver El candidato sin alma, de Diana Giraldo), quien al comenzar la gobernación de Aguilar pagaba arriendo en estrato 4 y al terminar era dueño de una lujosa mansión en Ruitoque, dijo en reunión del OCAD que estos proyectos turísticos generan 15 mil empleos directos y que Santander “percibirá casi 1 billón 500 mil pesos a 2020”.
Lo primero puede ser cierto pero lo segundo constituye una falacia, porque la plata de esos cuatro proyectos turísticos no le está entrando al departamento sino a Corpopanachi, la cual no está sometida al régimen de contratación estatal y por tanto contrata todo por vía directa, sin supervisión de ninguna autoridad pública. Esto no lo digo solo yo, lo dice un documentado informe para elaborado por las periodistas Johanna Paola Bejarano, Xiomara Montañez y Jazmín Rodríguez, titulado ‘Los Aguilar y los lazos del turismo en Santander’.
Durante reciente entrevista en streaming de La Silla Santandereana con el candidato del coronel, el periodista Manolo Azuero intentó que Sánchez dijera al menos cuántos fueron los ingresos de Corpopanachi en el último año (no las utilidades, por el supuesto “sin ánimo de lucro”) o en qué los han invertido, pero su respuesta fue gaseosa y dejó la sensación de que es abrumadoramente más lo que ocultan que lo poquísimo que en inversiones para el desarrollo económico y social del departamento están mostrando, además de que solo reinvierten en lo que a la familia Aguilar y a sus súbditos o asociados les sigue reportando pingües ganancias: el turismo.
¿Cuánto vale subirse al teleférico que lo lleva a visitar la imagen del Santísimo? Treinta y cinco mil pesos. Por muy odiosas que sean las comparaciones, con dos cupos en ese teleférico se paga lo de un viaje Bucaramanga – Bogotá en bus preferencial de Copetrán, con baño independiente para las damas.
Durante el foro el foro ‘Santander: un destino por conocer’ convocado por la revista Semana, el gobernador Richard Aguilar dijo que “el turismo en Santander genera más recursos que las regalías que recibimos. Este año llegaron menos de 100.000 millones de pesos por regalías. Por turismo han entrado 120.000 millones”. Habrá que ver si la cifra es real, porque podría ser mucho más alta, y para resolver el intríngulis solo se requiere que rindan cuentas claras, en consideración a que la legislación hoy vigente –desarrollada por Nerthink Mauricio a la medida de sus necesidades- y la clase de sociedad que constituyeron les permite operar con mayor ‘libertad’ de movimientos.
No se trata de levantar falsas sospechas sobre lo que podría estar funcionando bien, pero en medio de una campaña electoral donde se mueven tantos y tan sensibles intereses, los Aguilar deberían estar en la obligación de informar cuál es el manejo que le están dando a los multimillonarios recursos provenientes del turismo.
DE REMATE: Hay otro punto sensible donde alguna autoridad de control debería actuar, y es en la descarada utilización política con fines electorales que ‘Santander en Serio’ viene haciendo de las obras turísticas. Esto incluye desde los buses repletos con gente de ‘escasos recursos’ que llevan al Parque Panachi –con almuerzo incluido- para que voten por Carlos Fernando Sánchez, hasta la utilización que este hace de una imagen con fuerte raigambre en el imaginario religioso popular: el Santísimo, o sea Jesucristo. Porque Zeus, no es. Esto viene ocurriendo tanto en medios impresos como en videos que circulan profusamente en Internet. Y nadie se atreve a decir ni mu…
@Jorgomezpinilla
http://jorgegomezpinilla.blogspot.com/