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La APP para renovar el estadio El Campín y sus alrededores plantea un estadio para 45.000 espectadores. ¿Por qué, entonces, la capital puede quedarse sin estadio de fútbol?
La inversión de $2,4 billones la asume el sector privado. Más allá de algunas críticas, es un buen negocio para la ciudad porque el bienestar de sus ciudadanos no se mide por la plata que reciba la Secretaría de Hacienda.
Al estadio hay que añadir un auditorio para la filarmónica, restaurantes, además de otros escenarios deportivos, recreativos y de hotelería. Quizás un poco bajo el aforo, seguro muy pocos parqueaderos para cuando esté operando a tope, pero en general Bogotá gana porque el bienestar se cuantifica por el disfrute que hagamos los bogotanos de las nuevas instalaciones.
El problema radica en que los inversionistas privados, naturalmente, esperan recuperar su inversión. El estadio, por tanto, como tantos otros estadios del mundo, será utilizado para conciertos, además de para el fútbol. Al acabar la temporada futbolística de 2023, comenzando por la superestrella Taylor Swift, otros cuatro grandes artistas tocaron en el Monumental de Núñez, estadio de River Plate. La gramilla terminó destrozada, pero en los cálculos estaba renovar el pasto para el inicio de la temporada 2024. Así pasa en casi cualquier otro estadio de fútbol del mundo.
En el mundo moderno, el estadio de fútbol debe operar 24/7 siendo el no va más el nuevo estadio del Real Madrid, con grama retráctil, capaz de albergar casi cualquier evento. Pero son estadios de fútbol; es decir, prima el fútbol.
Lo que le sucedió al Medellín en su partido decisivo contra Millonarios, finalizando los cuadrangulares del segundo semestre de 2023, no se debe repetir. Debido al concierto de Karol G, le tocó irse de su estadio, con capacidad para 45.000 espectadores a Itagüí, con capacidad para 12.000. No son sólo las pérdidas económicas, sino la ventaja deportiva que, potencialmente, dejaba de explotar por no jugar en casa.
En 2024 Karol G tocará en Bogotá el 5 de abril. La Copa Libertadores arrancará el 3 de abril. Potencialmente, Millonarios se puede quedar sin jugar en su casa. Millos promedió más de 22.000 espectadores por partido en 2023. Un partido de Copa Libertadores llenará el estadio: 30.000. El fútbol debe primar en un estadio de fútbol.
Tal como está estructurada la APP de El Campín, no hay garantía de que sea un estadio de y para el fútbol. Se corre el riesgo tangible de que, en su afán por recuperar la inversión, el estadio termine por dedicarse a conciertos, dejando a los equipos bogotanos buscando alternativas que terminen siendo una constante.
Se requiere coordinación entre Dimayor, los inversionistas y la Alcaldía. Pero es clave que la administración de Galán ajuste la APP para que se garantice que la prioridad del estadio de fútbol sea el fútbol. Los grandes partidos siempre deben disputarse en el mejor escenario disponible.
𝕏: @JorgeATovar