Sin temor a equivocarme, diría que a una gran mayoría en este país nos gusta el fútbol. Buena parte de estos somos hinchas de algún club. ¿Cuántos de esos seguidores tienen interés en algún club colombiano? Hecha la pregunta a finales del siglo XX, sin duda, los clubes domésticos eran prioridad en nuestro corazón. Actualmente, la respuesta no parece ser la misma.
No existe, que yo conozca, un estudio formal sobre el número de seguidores del fútbol en Colombia ni del impacto de la difusión del fútbol extranjero en el corazón del hincha. La juventud de hoy día se declara, sin rubor, hincha de un equipo de Colombia y otro del exterior; más preocupante aún, muchos son exclusivamente seguidores de un equipo europeo.
No hay un único factor que explique la desidia creciente por nuestro fútbol. La emigración sistemática de los mejores jugadores no ayuda a mantener el interés. Pero ello sucede en todo Suramérica. Además de otros factores asociados, un punto que me parece interesante plantear es la poca visibilidad de nuestro fútbol frente a las nuevas generaciones.
El fútbol colombiano se transmite por Win Sports, con contrato hasta 2026. En Colombia hay 6,3 millones de suscripciones a televisión. La mayor parte de esa base tiene acceso al fútbol internacional, bien sea España, Inglaterra, Alemania o incluso ligas como la mexicana o la argentina, pero no necesariamente al FPC.
Desconociendo la cifra oficial, algunos reportes de prensa mencionaron que Win Sports alcanzó unos 44.000 suscriptores durante la final de 2023 entre Millonarios y Nacional. Un número significativo de estos suscriptores son clientes mayoristas (bares, restaurantes o similares). El partido de Colombia con Argentina de la pasada Copa América atrajo a unos 8,1 millones de personas. Podríamos discutir el mercado potencial de cada partido, pero la cifra de la final del FPC no parece muy alta.
El fútbol se mueve gracias a los ingresos por televisión, pero el dinero que se pueda negociar en 2026 es directamente proporcional al interés por la liga entre la población colombiana. Con el esquema actual, es más fácil ver por televisión un Liverpool vs. Manchester City que un Once Caldas vs. Envigado. Escribiendo antes de ambos partidos, tiendo a pensar que terminaremos enamorados del partido en Anfield y no tanto del cotejo en Manizales.
La publicidad de Win es válida. Nuestra verdadera pasión es la de acá. Pero esa pasión hay que cultivarla, especialmente entre los jóvenes. Estos podrán ver, con relativa facilidad el clásico inglés, mientras que pueden pasar semanas (quizás en algún restaurante) para poder ver un partido colombiano. Habría que pensar si los ingresos adicionales por tener todo el fútbol cerrado hoy compensan la falta de interés entre quienes crecen viendo el fútbol de allá, no el de acá. El nuevo contrato debe maximizar ingresos, pero hacerlo en valor presente. El primer paso es entender la dinámica de los seguidores del fútbol en el país.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador
Sin temor a equivocarme, diría que a una gran mayoría en este país nos gusta el fútbol. Buena parte de estos somos hinchas de algún club. ¿Cuántos de esos seguidores tienen interés en algún club colombiano? Hecha la pregunta a finales del siglo XX, sin duda, los clubes domésticos eran prioridad en nuestro corazón. Actualmente, la respuesta no parece ser la misma.
No existe, que yo conozca, un estudio formal sobre el número de seguidores del fútbol en Colombia ni del impacto de la difusión del fútbol extranjero en el corazón del hincha. La juventud de hoy día se declara, sin rubor, hincha de un equipo de Colombia y otro del exterior; más preocupante aún, muchos son exclusivamente seguidores de un equipo europeo.
No hay un único factor que explique la desidia creciente por nuestro fútbol. La emigración sistemática de los mejores jugadores no ayuda a mantener el interés. Pero ello sucede en todo Suramérica. Además de otros factores asociados, un punto que me parece interesante plantear es la poca visibilidad de nuestro fútbol frente a las nuevas generaciones.
El fútbol colombiano se transmite por Win Sports, con contrato hasta 2026. En Colombia hay 6,3 millones de suscripciones a televisión. La mayor parte de esa base tiene acceso al fútbol internacional, bien sea España, Inglaterra, Alemania o incluso ligas como la mexicana o la argentina, pero no necesariamente al FPC.
Desconociendo la cifra oficial, algunos reportes de prensa mencionaron que Win Sports alcanzó unos 44.000 suscriptores durante la final de 2023 entre Millonarios y Nacional. Un número significativo de estos suscriptores son clientes mayoristas (bares, restaurantes o similares). El partido de Colombia con Argentina de la pasada Copa América atrajo a unos 8,1 millones de personas. Podríamos discutir el mercado potencial de cada partido, pero la cifra de la final del FPC no parece muy alta.
El fútbol se mueve gracias a los ingresos por televisión, pero el dinero que se pueda negociar en 2026 es directamente proporcional al interés por la liga entre la población colombiana. Con el esquema actual, es más fácil ver por televisión un Liverpool vs. Manchester City que un Once Caldas vs. Envigado. Escribiendo antes de ambos partidos, tiendo a pensar que terminaremos enamorados del partido en Anfield y no tanto del cotejo en Manizales.
La publicidad de Win es válida. Nuestra verdadera pasión es la de acá. Pero esa pasión hay que cultivarla, especialmente entre los jóvenes. Estos podrán ver, con relativa facilidad el clásico inglés, mientras que pueden pasar semanas (quizás en algún restaurante) para poder ver un partido colombiano. Habría que pensar si los ingresos adicionales por tener todo el fútbol cerrado hoy compensan la falta de interés entre quienes crecen viendo el fútbol de allá, no el de acá. El nuevo contrato debe maximizar ingresos, pero hacerlo en valor presente. El primer paso es entender la dinámica de los seguidores del fútbol en el país.
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