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El modelo de negocio

Jorge Tovar
25 de abril de 2022 - 02:33 a. m.
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El fútbol mundial aún está superando los estragos de la pandemia y tras unos meses de pare, el balón volvió a rodar en estadios vacíos. Actualmente, con contadas excepciones, el público ha vuelto. Salvo en Colombia, donde aún se juegan partidos a puerta cerrada.

El pasado 16 de abril, Carl Worswick —a quien definiría como el corresponsal del fútbol colombiano para el Reino Unido— reportaba en Twitter sobre el Equidad vs. Jaguares. Me llamó la atención un tuit suyo en el que mostraba una foto con el estadio vacío. Lo llamativo era el texto en el que decía que se jugaba a puerta cerrada para ahorrar gastos.

Le escribí para ver si yo estaba entendiendo bien. Me confirmó. Efectivamente, un partido de primera división en el fútbol profesional colombiano se juega a puerta cerrada porque es más rentable disputarlo sin, siquiera, intentar atraer espectadores. No tengo ni idea si es el primer caso o si me escandalizo por algo que sucede cada fin de semana. En cualquier caso, quedé tristemente sorprendido.

La pandemia demostró que el fútbol puede sobrevivir sin público. Pero también acabó con el mito de que en las grandes ligas los equipos poderosos ya no necesitan el ingreso por taquilla. Hace un par de meses, Stefan Szymanski, profesor de Míchigan y coautor de Soccernomics, demostraba que incluso los más grandes de Inglaterra habían sufrido grandes pérdidas económicas. También es cierto en las otras grandes ligas, el ejemplo más claro el Fútbol Club Barcelona. No tengo información del número de telespectadores que vieron en directo el partido entre Equidad y Jaguares. Sospecho, sin embargo, que fueron muy pocos. Quizá ninguno de los lectores de esta columna. ¿Qué bien le hacen este tipo de partidos al fútbol colombiano?

El fútbol existe porque hay una afición detrás de los clubes. Alguno dirá que no es cierto, que existen muchos equipos sin afición. Ello es innegable, particularmente en el fútbol colombiano. Pero si nos vamos al extremo, uno donde ningún equipo de primera división tenga respaldo popular, no habría televisión que salvara este deporte.

En Colombia deben entender que nuestra liga compite por interés del aficionado contra el fútbol europeo y sudamericano. Cada vez más jóvenes son “hinchas” del equipo de moda europeo en lugar de uno local. Espectáculos como el de Techo permiten que en el corto plazo unos pocos se lucren con los derechos de televisión, pero están matando la gallina de los huevos de oro. El fútbol local, en el mediano y largo plazo, solo sobrevivirá si se entiende que se debe fomentar la pasión local.

El modelo de negocio no puede ser que unos existan gracias a los derechos de televisión que generan cada vez menos equipos. Los giros por derechos de TV se deberían atar al número (proporcional) de asistentes al estadio. Sería un primer paso para generar incentivos razonables que permitan competir al fútbol colombiano. Que jartera un país lleno, únicamente, de hinchas del Real Madrid, Liverpool o Juventus.

 

german(mvq2m)30 de abril de 2022 - 12:21 p. m.
Nuevas generaciones de colombianos que se identifican más con una camiseta del Manchester o del Milan es un tema grave en términos de identidad cultural y de filiación con las propias raíces. Si no van a los estadios y el Win sports "lo pagará su madre", la única identidad que queda para esos jóvenes con el fútbol es la violencia callejera ligada a la camiseta, bandera de las fronteras invisibles
Ernesto(8914)25 de abril de 2022 - 10:02 p. m.
Interesante artículo. Creo que le faltó mencionar la cereza de un pastel que aún está crudo y se está dañando: la corrupción de los dirigentes del futbol colombiano. Eso tiene mucho que ver con la crisis. Los periodistas con raras excepciones comentan el duelo. Casi todos agachan la cabeza. Como hace de falta el micrófono del gordo Iván Mejía Álvarez.
Eduardo Sáenz Rovner(7668)25 de abril de 2022 - 02:52 p. m.
NarColombia ha tenido dos épocas de asistencia masiva a los estadios y fútbol de alta calidad. La del narcofútbol con sus compras de las estrellas de Sudamérica y la de El Dorado a mediados del siglo XX, cuando los clubes colombianos de "gente bien" se robaron -literalmente- a todos los grandes jugadores del continente, incluso a algunos ingleses, sin pagar las transferencias correspondientes.
  • Eduardo Sáenz Rovner(7668)25 de abril de 2022 - 04:44 p. m.
    Colombia ha sido históricamente una economía del crimen. No sorprende que ocupe el segundo lugar en el mundo (superada únicamente por la República "Democrática" del Congo en el índice anual del crimen (Global Organized Crime Index).
Nelson(9687)25 de abril de 2022 - 02:42 p. m.
La Economía del País no da para Formar equipos como el Real Madrid, Liverpool o Juventus. Solo cuando los Narcos participaron, pudimos ver equipos rutilantes. Este escenario, con dineros legales no es posible verlo ni en 100 años. Menos en un país donde 10 millones de personas no tienen posibilidad de acceder a las 3 comidas Diarias. Lamentable, PERO ES LO QUE HAY
Nelson(9687)25 de abril de 2022 - 02:36 p. m.
La existencia de estos equipos se reduce a poder vender un jugador al año que les permita generar utilidades, por que las ciudades de donde son originarios no tienen poder adquisitivo para acudir en masa a ver un equipo que ni siquiera tienen figuras. Otros como la equidad fundamentan la existencia del equipo como vehículo publicitario de la marca. Es complejo el tema
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