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Todo apunta a que Millonarios o Nacional serán finalistas. Con el reciente triunfo azul en El Campín, Millonarios toma ventaja, pero Santa Fe le trasladó el punto invisible a Nacional el día que perdió por cinco goles. Millos gana, sí, pero regala incomprensiblemente el primer tiempo.
Gamero, quien cumple una excepcional campaña, toma decisiones difíciles de entender. Millos perdió el punto invisible empatando ante Pereira. El 4-2-3-1, como ante Pasto y Nacional, no funcionó. El punto invisible hoy le daría ventaja ante Nacional.
A Ruiz, titular ante Pereira (e incomprensiblemente ni en la banca ante Pasto y Nacional), lo reemplazó Mackalister. El esquema ata la movilidad del equipo a la calidad del diez. Este debe alimentar a los dos extremos quienes, a su vez, tendrían que dar balones con ventaja al solitario centro delantero entrando desde la banda.
El esquema, fracasado, obliga a replantear el dibujo en los segundos tiempos. Ante Pereira, en el primer tiempo, Millos realizó cuatro disparos a portería, ninguno al arco. Ante Pasto, cinco disparos: dos a portería, y frente a Nacional, tres: dos a portería. En los segundos tiempos fueron diez disparos ante Pereira (cuatro a portería), cinco al Pasto (dos) y cinco ante Nacional (tres).
En el clásico, con un esquema diferente, y aunque ajustó la estrategia por las lesiones, Millonarios disparó siete veces a puerta en el primer tiempo (cuatro a portería), y tres en el segundo.
Es decir, Millonarios en los tres partidos con el 4-2-3-1 que utilizó en el primer tiempo disparó cuatro veces a portería. Tras rectificar, la cifra se eleva a nueve en el segundo tiempo. Millonarios gana, pero Castro mete goles imposibles.
Como bien saben los entrenadores, no es el esquema, sino que, quizá, los jugadores para realizarlo no son los adecuados. Córdoba no tiene el nivel para ser titular en Millos, y Jáder ha rendido entrando a destrabar, con campo por delante; no de titular.
Extremos sin llegada son ventaja para el rival. Sumando lo que Jáder y Córdoba han jugado en los cuadrangulares, entre los dos apenas han logrado realizar un centro. Su acierto en el pase es discutible: 75 % y 68,5 % de acierto. Ruiz en su único partido llegó al 87,5 %, Leo Castro, con el central respirándole en el cogote, 74 %. Jader y Córdoba tampoco ganan los duelos individuales. Una tasa de éxito del 10 % para el primero, 44 % el segundo. Palacios alcanza el 50 %, y Ruiz, en su único partido, ganó los dos duelos en los que participó.
Gamero conoce mejor que nadie a sus futbolistas. Pero alguien que le pregunte por qué juegan Córdoba y Valencia. Millonarios tiene mejor equipo que sus rivales. Al DT se le debe exigir mirar los números y que utilice a los mejores en el esquema que mejor se adapte a las características de ellos, no que intente adaptar lo que no está funcionando. ¡En el peor momento, 45 minutos pueden ser insuficientes!
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