Las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de 2026 están en pleno apogeo. Con el nuevo formato, en el que clasifican 48 países, la CONMEBOL ahora cuenta con seis cupos directos y uno adicional para el repechaje. Potencialmente, el 70% van al Mundial. No hay suficiente fútbol para tanto cupo.
Argentina, campeón mundial, se sostiene en la cima tras diez partidos. Messi sigue siendo el líder, lo cual es simultáneamente su fortaleza y debilidad. Contra Bolivia puede aún liderar, pero ya no es la garantía que fue en el pasado. Suerte para ellos, como demostraron en la final de la Copa América, sin Messi, son también competitivos. Pero, eventualmente, pueden quedarse cortos de talento.
Colombia ya no es sorpresa en las eliminatorias. De la mano de Luis Díaz y James Rodríguez, es un equipo fiable que busca un nueve goleador. Córdoba, como se comprobó en la reciente ronda, no es el hombre. Durán ilusiona, pero es joven. Si a Colombia la respetan las lesiones, y encuentra su goleador, puede llegar con las máximas aspiraciones al mundial.
Uruguay, que venía jugando bien en la primera fase de las eliminatorias se buscó gratuitamente una crisis. Por un lado, medio equipo se hizo expulsar en aquel partido ante Colombia de Copa América, por otro, Luis Suárez mostró en público su desagrado con Marcelo Bielsa. Aún así, es tercero, y esperando que pasen sanciones y disputas internas, son junto a Argentina y Colombia los únicos equipos sudamericanos que tienen el potencial de luchar de tú a tú contra los mejores equipos europeos en el mundial norteamericano.
El resto, salvo sorpresa, son comparsa. Relleno cuyo objetivo es garantizar la reelección de las directivas de FIFA. Brasil, definitivamente no es lo que era. Lejos de ese Brasil de principios de S. XXI, a años luz de Brasil ‘82, y un país diferente a Brasil ‘70. Ninguno de sus jugadores tiene siquiera el nivel de Neymar, lo mejor que ha salido de la otrora potencia sudamericana en los últimos años.
Ecuador y Paraguay parecen ahora fuertes candidatos para ocupar las dos plazas directas restantes. Ecuador, aún con el castigo de 3 puntos, demuestran la jerarquía regional de las últimas décadas. Paraguay encontró un entrenador que explota al máximo las fichas que tiene. Estos disputarán la clasificación directa con Bolivia y Venezuela.
Bolivia carece de fútbol, pero está sobrada de pulmones. Puede llegar al Mundial, por primera vez desde el ‘94, gracias a sus triunfos en casa, por allá a más de 4.000 metros. Venezuela quiere romper la historia. Por primera vez compite seriamente para clasificar. Perú, sigue inmersa en su decadencia eterna, añorando aquellos años setenta y ochenta que parecen nunca volverán. Chile ha sido incapaz de reemplazar a su generación dorada. Ambos, quien lo diría, son las cenicientas del continente. Pero clasifique al Mundial Bolivia, Venezuela, Perú o Chile, la realidad es que carecen de fútbol para representar dignamente el fútbol suramericano.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador
Las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de 2026 están en pleno apogeo. Con el nuevo formato, en el que clasifican 48 países, la CONMEBOL ahora cuenta con seis cupos directos y uno adicional para el repechaje. Potencialmente, el 70% van al Mundial. No hay suficiente fútbol para tanto cupo.
Argentina, campeón mundial, se sostiene en la cima tras diez partidos. Messi sigue siendo el líder, lo cual es simultáneamente su fortaleza y debilidad. Contra Bolivia puede aún liderar, pero ya no es la garantía que fue en el pasado. Suerte para ellos, como demostraron en la final de la Copa América, sin Messi, son también competitivos. Pero, eventualmente, pueden quedarse cortos de talento.
Colombia ya no es sorpresa en las eliminatorias. De la mano de Luis Díaz y James Rodríguez, es un equipo fiable que busca un nueve goleador. Córdoba, como se comprobó en la reciente ronda, no es el hombre. Durán ilusiona, pero es joven. Si a Colombia la respetan las lesiones, y encuentra su goleador, puede llegar con las máximas aspiraciones al mundial.
Uruguay, que venía jugando bien en la primera fase de las eliminatorias se buscó gratuitamente una crisis. Por un lado, medio equipo se hizo expulsar en aquel partido ante Colombia de Copa América, por otro, Luis Suárez mostró en público su desagrado con Marcelo Bielsa. Aún así, es tercero, y esperando que pasen sanciones y disputas internas, son junto a Argentina y Colombia los únicos equipos sudamericanos que tienen el potencial de luchar de tú a tú contra los mejores equipos europeos en el mundial norteamericano.
El resto, salvo sorpresa, son comparsa. Relleno cuyo objetivo es garantizar la reelección de las directivas de FIFA. Brasil, definitivamente no es lo que era. Lejos de ese Brasil de principios de S. XXI, a años luz de Brasil ‘82, y un país diferente a Brasil ‘70. Ninguno de sus jugadores tiene siquiera el nivel de Neymar, lo mejor que ha salido de la otrora potencia sudamericana en los últimos años.
Ecuador y Paraguay parecen ahora fuertes candidatos para ocupar las dos plazas directas restantes. Ecuador, aún con el castigo de 3 puntos, demuestran la jerarquía regional de las últimas décadas. Paraguay encontró un entrenador que explota al máximo las fichas que tiene. Estos disputarán la clasificación directa con Bolivia y Venezuela.
Bolivia carece de fútbol, pero está sobrada de pulmones. Puede llegar al Mundial, por primera vez desde el ‘94, gracias a sus triunfos en casa, por allá a más de 4.000 metros. Venezuela quiere romper la historia. Por primera vez compite seriamente para clasificar. Perú, sigue inmersa en su decadencia eterna, añorando aquellos años setenta y ochenta que parecen nunca volverán. Chile ha sido incapaz de reemplazar a su generación dorada. Ambos, quien lo diría, son las cenicientas del continente. Pero clasifique al Mundial Bolivia, Venezuela, Perú o Chile, la realidad es que carecen de fútbol para representar dignamente el fútbol suramericano.
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