Gran cinismo de Telésforo Pedraza al confesar, en plenaria de la Cámara de Representantes, que es sólo un mandadero de alguien y que “no puso una coma” en el proyecto de ley que tramita para socializar riesgos bancarios.
Si este parlamentario conservador logra hacer ley de la República esta perjudicial iniciativa, la película será la siguiente: aparecerá un contratista corrupto que gana con sobornos una asociación público-privada (APP) para construir una obra; estructura un patrimonio autónomo en una sociedad fiduciaria para que reciba y administre los dineros de la APP; como no piensa poner dinero propio pide prestado a los bancos, que se sentirán seguros al girar al patrimonio autónomo y no al contratista; seguidamente, el contratista empieza a sacar dinero del patrimonio autónomo, dizque para hacer la obra; parte del dinero que reciba del patrimonio autónomo empieza a sacarlo del país y no a invertirlo en la obra; lo descubren y lo condenan por corrupto; paran la obra y ésta no se hace, sin embargo, la Nación deberá seguir enviando dinero al patrimonio autónomo hasta que los bancos recuperen todo el dinero que le invirtieron al contratista corrupto.
Fin de la anterior película: el corrupto sale de la cárcel, se va del país, disfruta del dinero robado, que los colombianos seguirán pagándole al patrimonio autónomo estructurado por el corrupto para que los bancos aseguren su dinero, y no tendremos la obra. Y tal vez la esposa, hijo o cualquier otro calachín del corrupto se postulará al Congreso para seguir metiendo micos legislativos por mandado del alguien.
Pero Telésforo no es un mandadero del ministro de Hacienda, su copartidario conservador, pues realmente este mico legislativo, que pretende cambiar la Ley de Contratación Pública y la Ley de Infraestructura, viene redactado desde oficinas de prestigiosos abogados privados que asesoran al sector financiero, ya beneficiado en el pasado por los mismos parlamentarios conservadores o de “derecha” que han socializado sus pérdidas.
Esta es otra puerta que se busca abrir a los corruptos. Nada cambiará mientras los parlamentarios de siempre se la juegan por particulares a costillas de intereses más generales y sigan engañando con la falsa dicotomía entre izquierda y derecha, cuando son los más derechosos los que socializan las pérdidas generadas por los saqueadores de lo público.
@jrobertoacosta1 jrobertoacostaopinion@gmail.com
Gran cinismo de Telésforo Pedraza al confesar, en plenaria de la Cámara de Representantes, que es sólo un mandadero de alguien y que “no puso una coma” en el proyecto de ley que tramita para socializar riesgos bancarios.
Si este parlamentario conservador logra hacer ley de la República esta perjudicial iniciativa, la película será la siguiente: aparecerá un contratista corrupto que gana con sobornos una asociación público-privada (APP) para construir una obra; estructura un patrimonio autónomo en una sociedad fiduciaria para que reciba y administre los dineros de la APP; como no piensa poner dinero propio pide prestado a los bancos, que se sentirán seguros al girar al patrimonio autónomo y no al contratista; seguidamente, el contratista empieza a sacar dinero del patrimonio autónomo, dizque para hacer la obra; parte del dinero que reciba del patrimonio autónomo empieza a sacarlo del país y no a invertirlo en la obra; lo descubren y lo condenan por corrupto; paran la obra y ésta no se hace, sin embargo, la Nación deberá seguir enviando dinero al patrimonio autónomo hasta que los bancos recuperen todo el dinero que le invirtieron al contratista corrupto.
Fin de la anterior película: el corrupto sale de la cárcel, se va del país, disfruta del dinero robado, que los colombianos seguirán pagándole al patrimonio autónomo estructurado por el corrupto para que los bancos aseguren su dinero, y no tendremos la obra. Y tal vez la esposa, hijo o cualquier otro calachín del corrupto se postulará al Congreso para seguir metiendo micos legislativos por mandado del alguien.
Pero Telésforo no es un mandadero del ministro de Hacienda, su copartidario conservador, pues realmente este mico legislativo, que pretende cambiar la Ley de Contratación Pública y la Ley de Infraestructura, viene redactado desde oficinas de prestigiosos abogados privados que asesoran al sector financiero, ya beneficiado en el pasado por los mismos parlamentarios conservadores o de “derecha” que han socializado sus pérdidas.
Esta es otra puerta que se busca abrir a los corruptos. Nada cambiará mientras los parlamentarios de siempre se la juegan por particulares a costillas de intereses más generales y sigan engañando con la falsa dicotomía entre izquierda y derecha, cuando son los más derechosos los que socializan las pérdidas generadas por los saqueadores de lo público.
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