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Vengo del futuro, y ya sé lo que pasará en las discusiones entre empresarios y sindicatos para fijar el aumento del salario mínimo 2022. Les adelanto que no habrá acuerdo, pero sí mucha pelea. Las negociaciones más fructíferas fueron las que acordaron la hora del refrigerio. Llevaron empanadas. El incremento salarial será el que propusieron los gremios más un punto porcentual. Ninguna sorpresa.
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Una vez más los sindicatos empezararán con una propuesta de doble dígito, insistiendo que el salario mínimo debería ser al menos de un millón de pesos (sin el auxilio de transporte). Dirán que es el incremento justo debido al duro golpe que han recibido los colombianos por la pandemia y la crisis económica.
Además, las centrales obreras invocarán un viejo estudio que advierte que la canasta familiar cuesta alrededor de $1.400.000: cifra que siempre les ha dado fuerza para pedir incrementos sustanciales.
Los empresarios también desempolvarán sus estudios: esos que alertan que incrementos desproporcionados del salario mínimo aumentan el desempleo e incentivan la informalidad laboral, especialmente en las pymes.
En realidad sí hubo ciertos días, en ciertas horas, en los que fluyó la discusión. Hasta que ¡pum!, se reveló el dato de productividad. No es la primera vez que este dato caldea los ánimos en la mesa de concertación.
Al menos desde 2014, cuando inició la crisis del precio del petróleo, la productividad no ha tenido un buen desempeño, llegando incluso a ser negativa: como hace un año que se situó en -0,6%. Además, los ciclos económicos han mostrado ser muy mal agradecidos con la productividad laboral: en momentos de auge, no crece mucho; y en crisis cae con fuerza.
Por esto, los sindicatos siempre se toman personal el dato de productividad, para ellos es como decirle vagos a los trabajadores colombianos.
Por su parte, los empresarios usarán este dato para realizar su primera propuesta de incremento salarial: la inflación que proyecte el Banco de la República para el cierre de 2021 sumado a la productividad (no importa si es negativa).
Los sindicatos en el fondo agradecerán que los empresarios hayan revelado su primera propuesta. En los últimos años sus ofertas iniciales equivalen a alzas de cerca de $30.000 en el salario mínimo mensual. Lo que también implica un alza de $1.000 pesos diarios, y las centrales obreras se encargarán de comunicarlo de esta forma en los medios y redes sociales.
No les adelanto los memes que surgirán para no robarles la diversión. Pero los pueden ir preparando.
También habrá tiempo para sacar los trapos sucios en esta negociación del salario mínimo. Por un lado, los sindicatos expondrán las promesas incumplidas del Gobierno, y seguirán denunciando los abusos de la fuerza pública durante las manifestaciones del paro en el segundo trimestre del año. Y le meterán gasolina a las discusiones con las nuevas jornadas de protestas que empezaron desde este jueves.
Los empresarios también sacarán el tema del paro, denunciando las millonarias pérdidas que provocaron los bloqueos en las vías y los actos de vandalismo. Por esto, van a pedir un salario mínimo moderado argumentando que las empresas necesitan recuperarse.
No importa que tan empantanadas estén las discusiones del salario mínimo, el Gobierno convocará sesiones extras. De esta manera podrá decir que intentó todo buscar un acuerdo que nunca llegó, y así darle más peso al decretazo que haga en la última semana de diciembre.
Si me equivoco, y se demuestra que no vengo del futuro, no se pongan bravos. Celebren que por fin pasó algo interesante en las negociaciones del salario mínimo colombiano.
@camilovega0092; jvega@elespectador.com