Les tengo una buena noticia.
Pero, primero, una pregunta.
¿Cómo reaccionaría si un día alguien toca en su puerta y, al abrir, ve al conductor de un camión, preguntando si esa es su residencia? Tras confirmar su dirección, el otro vuelve y pregunta: ¿En dónde quiere que pongamos todo esto? Usted se asoma por encima del hombro del señor, y no solo ve un camión lleno de mercancía, sino una fila entera de camiones idénticos, que se extiende hasta el final de la calle. ¿Pero qué es todo esto? pregunta usted, sin entender. El conductor responde: son 220.000 obras, incluyendo 51.000 libros y miles de videos, pinturas y discos. ¿Pero en dónde se supone que debo meter tanta cosa?, vuelve a decir usted. ¡En mi casa no cabe! Ahora es el conductor quien se asoma por encima de su hombro, y comprueba que, en efecto, tanta mercancía no cabe en su casa, ni en la de nadie. Entonces se rasca la cabeza, perplejo. De pronto se le ocurre una idea: ¿Tiene un teléfono celular? Sí, responde usted, sacando su móvil. Aquí lo tengo. Bueno, dice el señor. Entonces no hay problema. En seguida conecta un cable, pulsa un botón y transfiere la totalidad del contenido de su camión, más el de los otros, a su teléfono.
Eso es, ni más ni menos, El Libro Total. Una iniciativa que brinda cultura accesible a todo el país. Tiene más de un millón de páginas leídas al día y más de tres millones de descargas de su aplicación. Abundan las obras clásicas de la literatura, libres de derechos, y también 80 diccionarios completos, más música, arte, videos y fotografía. Son 220.000 obras en total. Con una ventaja adicional: la plataforma puede procesar un libro de 500 páginas en cinco segundos, y basta consultar cualquier palabra en un libro, y hasta en un video, para saber su ubicación exacta en la obra, su significado y su relación con otras palabras. Y ni siquiera requiere una conexión de internet: se pueden bajar los libros en formato PDF para leer en cualquier momento.
Esta plataforma digital, creada por Álvaro Navas y su hijo Daniel, se está construyendo desde el 2006 y es la más leída del continente. Cada día crece más y ya se firmó un acuerdo con la OEA para difundir su contenido por todo el mundo.
¿Y el costo? Claro, ese es el problema de siempre con estas cosas. Que sólo las pueden acceder quien las puede pagar. Y más cuando se trata de una biblioteca que ofrece un contenido tan vasto y rico. La sola cantidad de obras de arte es abrumadora, y la de libros, aún más. Pero eso es lo mejor de todo: que no tiene costo alguno. Es de acceso gratuito, y se puede acceder desde cualquier lugar del globo.
Esa es la buena noticia. Y está al alcance de todos. De cada persona que tenga ganas de leer y aprender, o estudiar una obra de arte, consultar un diccionario, disfrutar una canción o ver un video. Los creadores han inventado esta plataforma sin recibir o esperar un centavo a cambio, en un extraordinario acto de filantropía. Por eso Álvaro y Daniel se merecen todos los aplausos y toda nuestra gratitud.
Cada colegio, escuela, universidad, centro cultural o educativo, de Colombia y de América Latina, debería usar El Libro Total. Desde ya. Es nada menos que un asombroso tesoro del conocimiento, del más fácil acceso y además gratuito. Ante eso solo queda preguntar: ¿qué están esperando?
Les tengo una buena noticia.
Pero, primero, una pregunta.
¿Cómo reaccionaría si un día alguien toca en su puerta y, al abrir, ve al conductor de un camión, preguntando si esa es su residencia? Tras confirmar su dirección, el otro vuelve y pregunta: ¿En dónde quiere que pongamos todo esto? Usted se asoma por encima del hombro del señor, y no solo ve un camión lleno de mercancía, sino una fila entera de camiones idénticos, que se extiende hasta el final de la calle. ¿Pero qué es todo esto? pregunta usted, sin entender. El conductor responde: son 220.000 obras, incluyendo 51.000 libros y miles de videos, pinturas y discos. ¿Pero en dónde se supone que debo meter tanta cosa?, vuelve a decir usted. ¡En mi casa no cabe! Ahora es el conductor quien se asoma por encima de su hombro, y comprueba que, en efecto, tanta mercancía no cabe en su casa, ni en la de nadie. Entonces se rasca la cabeza, perplejo. De pronto se le ocurre una idea: ¿Tiene un teléfono celular? Sí, responde usted, sacando su móvil. Aquí lo tengo. Bueno, dice el señor. Entonces no hay problema. En seguida conecta un cable, pulsa un botón y transfiere la totalidad del contenido de su camión, más el de los otros, a su teléfono.
Eso es, ni más ni menos, El Libro Total. Una iniciativa que brinda cultura accesible a todo el país. Tiene más de un millón de páginas leídas al día y más de tres millones de descargas de su aplicación. Abundan las obras clásicas de la literatura, libres de derechos, y también 80 diccionarios completos, más música, arte, videos y fotografía. Son 220.000 obras en total. Con una ventaja adicional: la plataforma puede procesar un libro de 500 páginas en cinco segundos, y basta consultar cualquier palabra en un libro, y hasta en un video, para saber su ubicación exacta en la obra, su significado y su relación con otras palabras. Y ni siquiera requiere una conexión de internet: se pueden bajar los libros en formato PDF para leer en cualquier momento.
Esta plataforma digital, creada por Álvaro Navas y su hijo Daniel, se está construyendo desde el 2006 y es la más leída del continente. Cada día crece más y ya se firmó un acuerdo con la OEA para difundir su contenido por todo el mundo.
¿Y el costo? Claro, ese es el problema de siempre con estas cosas. Que sólo las pueden acceder quien las puede pagar. Y más cuando se trata de una biblioteca que ofrece un contenido tan vasto y rico. La sola cantidad de obras de arte es abrumadora, y la de libros, aún más. Pero eso es lo mejor de todo: que no tiene costo alguno. Es de acceso gratuito, y se puede acceder desde cualquier lugar del globo.
Esa es la buena noticia. Y está al alcance de todos. De cada persona que tenga ganas de leer y aprender, o estudiar una obra de arte, consultar un diccionario, disfrutar una canción o ver un video. Los creadores han inventado esta plataforma sin recibir o esperar un centavo a cambio, en un extraordinario acto de filantropía. Por eso Álvaro y Daniel se merecen todos los aplausos y toda nuestra gratitud.
Cada colegio, escuela, universidad, centro cultural o educativo, de Colombia y de América Latina, debería usar El Libro Total. Desde ya. Es nada menos que un asombroso tesoro del conocimiento, del más fácil acceso y además gratuito. Ante eso solo queda preguntar: ¿qué están esperando?