No nos engañemos: Picasso era terrible.
En particular, con las mujeres. Un hombre posesivo y machista, que al dejar la casa de su amante se llevaba sus zapatos para que ella no saliera a la calle. Parece, incluso, que el abuso y la tortura eran parte del maltrato. En el cuadro Mujer con collar amarillo de 1946, Françoise Gilot, esposa del artista y madre de sus hijos Claude y Paloma, luce la marca del cigarrillo que Picasso le aplicó a su mejilla. El hombre le triplicaba la edad y se sabía que podía ser cruel. Dos de sus mujeres se suicidaron. Su nieto Pablito, también, al tomarse una botella de lejía. Su hijo Paulo, quien...