Después de quince meses de trabajo, hace dos semanas se publicó el reporte del subcomité del Congreso de Estados Unidos sobre la competencia en los mercados digitales. La investigación se concentró en el poder de mercado de los Cuatro Grandes de la economía digital: Amazon, Apple, Facebook y Google. El objetivo era determinar el efecto del comportamiento de esas empresas en la economía y en la democracia y evaluar si la legislación aplicable era adecuada frente a su inmenso poder.
Como era de esperarse, las conclusiones del informe no son favorables para los Cuatro Grandes. Después del acopio de 1,3 millones de documentos, las declaraciones de decenas de expertos y los testimonios de sus presidentes, se identificaron varias conductas que, a juicio del subcomité, obstruyen el emprendimiento, violan la privacidad y erosionan la libertad y diversidad de la prensa. Esas empresas empezaron como starups y hoy controlan la puerta de entrada al mercado digital.
En el anexo del informe se detallan las múltiples fusiones y adquisiciones que les han permitido ampliar el dominio en sus mercados, como el caso de Amazon (Whole Foods), Facebook (WhatsApp e Instagram) o de Google (Waze).
Naturalmente los Cuatro Grandes se opusieron vehemente a las conclusiones del informe. El éxito no es necesariamente el resultado de un comportamiento anticompetitivo y ellos han creado un ecosistema que ha multiplicado la riqueza y estimulado la innovación.
En el informe se cita una sentencia de hace casi un siglo del juez Louis Brandeis de la Suprema Corte: “Debemos elegir; podemos tener democracia o podemos tener la riqueza concentrada en pocas manos, pero, no podemos tener ambas cosas a la vez.” Se evidencia así la preocupación de los legisladores frente al poder que han alcanzado estas empresas y la incapacidad de las instituciones para controlarlas.
Ya no parecen útiles medidas equivalentes a las que se tomaron frente al poder de dominio de AT&T en los años 80 o de Microsoft en los 90. Se necesitan otras herramientas que requerirían una profunda reforma a la legislación de competencia, lo cual no sucederá por lo pronto, mientras no se recompongan las fuerzas políticas en el Congreso de Estados Unidos.
@jcgomez_j
Después de quince meses de trabajo, hace dos semanas se publicó el reporte del subcomité del Congreso de Estados Unidos sobre la competencia en los mercados digitales. La investigación se concentró en el poder de mercado de los Cuatro Grandes de la economía digital: Amazon, Apple, Facebook y Google. El objetivo era determinar el efecto del comportamiento de esas empresas en la economía y en la democracia y evaluar si la legislación aplicable era adecuada frente a su inmenso poder.
Como era de esperarse, las conclusiones del informe no son favorables para los Cuatro Grandes. Después del acopio de 1,3 millones de documentos, las declaraciones de decenas de expertos y los testimonios de sus presidentes, se identificaron varias conductas que, a juicio del subcomité, obstruyen el emprendimiento, violan la privacidad y erosionan la libertad y diversidad de la prensa. Esas empresas empezaron como starups y hoy controlan la puerta de entrada al mercado digital.
En el anexo del informe se detallan las múltiples fusiones y adquisiciones que les han permitido ampliar el dominio en sus mercados, como el caso de Amazon (Whole Foods), Facebook (WhatsApp e Instagram) o de Google (Waze).
Naturalmente los Cuatro Grandes se opusieron vehemente a las conclusiones del informe. El éxito no es necesariamente el resultado de un comportamiento anticompetitivo y ellos han creado un ecosistema que ha multiplicado la riqueza y estimulado la innovación.
En el informe se cita una sentencia de hace casi un siglo del juez Louis Brandeis de la Suprema Corte: “Debemos elegir; podemos tener democracia o podemos tener la riqueza concentrada en pocas manos, pero, no podemos tener ambas cosas a la vez.” Se evidencia así la preocupación de los legisladores frente al poder que han alcanzado estas empresas y la incapacidad de las instituciones para controlarlas.
Ya no parecen útiles medidas equivalentes a las que se tomaron frente al poder de dominio de AT&T en los años 80 o de Microsoft en los 90. Se necesitan otras herramientas que requerirían una profunda reforma a la legislación de competencia, lo cual no sucederá por lo pronto, mientras no se recompongan las fuerzas políticas en el Congreso de Estados Unidos.
@jcgomez_j