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Definitivamente la cultura se come a la estrategia al desayuno. La cultura es la expresión humana que nos narra cómo vive la gente, sus hábitos, sus costumbres y sus tendencias relevantes. No existe en el mundo un mejor termómetro cultural que movilizarse en taxi o en Uber y tener una conversación con su conductor. Todo lo ven y todo lo saben. Son expertos en economía, en política, en arte, en relaciones internacionales, en fútbol, medio ambiente y en lo que a usted se le ocurra preguntar. Esa genética maravillosa es común y repetida en todo el planeta. Para ellos es fácil solucionar problemas tanto a nivel micro como a nivel macro, ya que todo lo tienen claro y nítido.
En la década de los 90 viajé a Egipto y siempre he tenido la costumbre de que no importa donde vaya, busco conocer un estadio y conversar con un taxista. Los veo como un centro de encuestas e investigación cultural y de mercadeo.
Recuerdo a la ciudad de El Cairo como una capital histórica pero a la vez altamente caótica. Un lugar colorido que nunca se detiene y que carga en su espalda con el peso de una de las más increíbles y milenarias civilizaciones.
Ya sentado en un taxi, moviéndome entre sus congestionadas calles, el conductor me preguntó de dónde yo era. Le contesté que de Colombia. Inmediatamente pausó unos segundos y me respondió: ¡Colombia! ¡Pablo Escobar!
Y así tuve que tomar varios taxis y así tuve que recibir la misma agotadora y dolorosa respuesta. 30 años después, hace dos semanas, regresé a Egipto y me encontré un país con un altísimo y notorio desarrollo en infraestructura, carreteras, trenes y autopistas nuevas.
Nuevamente volví a tomar varios taxis y a charlar con sus conductores, pero esta vez algo cambió.
Al preguntarme de donde yo era, mi respuesta fue la misma, Colombia, pero su reacción fue 100% distinta: ¡Colombia! ¡Shakira!
Sentí gran emoción y mucho orgullo.
Qué gran gesta ha realizado una persona como Shakira para mejorar, cambiar o enaltecer la imagen cultural de Colombia por el mundo. Lo que ha hecho la cantante es bueno para todos y es el producto de su gran consistencia con el éxito y el trabajo.
Gracias, Shakira.
Los taxistas siguen siendo los mismos, pero la percepción de Colombia ya es otra.
