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El Partido Conservador de David Barguil y la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez decidió respaldar al movimiento antivacunas colombiano.
En su lista de candidatos al Senado, el espacio más importante de representación dentro del partido durante las elecciones de este año, le otorgó el aval a una persona que ha difundido mentiras, hecho terrorismo sanitario y construido su reconocimiento público a partir de convencer a la gente que no se vacune. ¿Cuáles valores conservadores se defienden con ese aval? ¿Está aceptando el Partido, que hace parte de la coalición de gobierno, que deberíamos celebrar los discursos que han alargado la pandemia, sembrado pánico y llevado a que estemos viendo la muerte de cientos de colombianos no vacunados cada día?
Esto es inaceptable. Esteban Ramírez, candidato con el número 74 al Senado por el Partido Conservador, es un activista de la mentira.
Se trata del rostro más visible del movimiento antivacunas colombiano, que se ha hecho famoso por posiciones elocuentes y muy valiosas como decir que todo se trata de una conspiración de George Soros y Bill Gates para hacer control de la población. Sus redes, especialmente el grupo de Telegram que ya supera los 20.000 seguidores, son una oda a la ignorancia, la violencia sanitaria y se han convertido en el mejor cómplice del covid-19.
Voy a hacer una lista no completa de babosadas que Ramírez cree y difunde:
1. Quiere “una verdadera Derecha que se oponga a la Dictadura Sanitaria y el Genocidio va-ku-nal”. Ya vemos que alguien no sabe cuándo utilizar mayúsculas.
2. Difunde la mentira de que le están colocando sustancias desconocidas a los pacientes para que se agraven.
3. Esta es una cita textual de algo que él dijo: “Han llegado tan lejos por su obsesión de vender sus sustancias experimentales y envenenar con ellas a la población, que hoy están afectando a nuestros niños”. Todo eso es falso: ni son sustancias experimentales, ni envenenan a nadie ni afectan a los niños.
4. Dice que las vacunas, los fármacos y las mascarillas destruyen el sistema inmunológico. Es falso.
También es pésimo haciendo memes y todo lo compara con Hitler. ¿Qué dirán las embajadas de Israel y de Alemania al ver que uno de los partidos del gobierno avala a una persona que comparte las siguientes imágenes?
Primera foto: cree que el genocidio de los judíos ha sido menos grave que... pedirle a la gente que se vacune.
Segunda foto: sugiere falsamente que las vacunas producen la muerte.
Tercera foto: utiliza la bandera nazi para equipararla con el Plan Nacional de Vacunación.
Ramírez tiene, por supuesto, el derecho fundamental a ser un estúpido en público. Sin embargo, los discursos que lo han hecho famoso no son inofensivos. Mientras que Colombia se acerca a tener 200 muertes diarias por covid-19, la abrumadora mayoría de los casos graves se dan en pacientes no vacunados. El 60 % de los pacientes en unidades de cuidado intensivo de Bogotá son personas no vacunadas. Respaldar y premiar el discurso antivacunas es celebrar las muertes que sigue causando la pandemia.
¿Por qué el Partido Conservador avala a un antivacunas? ¿Es nueva política del partido atacar a la ciencia, decir que estamos en una dictadura y fomentar que la gente no se vacune? ¿Qué dice la vicepresidenta de su nuevo copartidario? ¿Qué dice el candidato presidencial, David Barguil, de este aval de su partido?
La primera respuesta debería ser la vergüenza. La segunda, por lo menos, la expulsión inequívoca del partido. De lo contrario, es claro: el Partido Conservador avala las muertes por covid-19.