Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Entre octubre de 2016 y febrero de 2017, el Instituto de Investigaciones Biológicas Alexander Von Humboldt adelantó una investigación para detectar la importancia de la biodiversidad presente en tres reservas naturales de la sociedad civil ubicadas en San Francisco (Cundinamarca). Estas reservas han sido creadas, sostenidas y defendidas por iniciativa y con recursos privados. Es lo que en Resnatur se conoce como conservar por cuenta propia.
De acuerdo con la investigación, en las tres reservas se registraron un total de 82 especies de aves, pertenecientes a 9 órdenes y 24 familias. En términos del número de individuos y número de especies, hay una mayor contribución de aves del orden paseriformes, que son aves canoras (más del 60 % del total), y en segundo grado, aves del orden apodiformes, representadas por vencejos y colibríes (en torno a 25 %). Era de esperarse encontrar un mayor número de especies del orden paseriformes debido a que este orden alberga más de la mitad de aves en el mundo. Además, este ensamblaje de aves paseriformes y apodiformes es característico de altas elevaciones y está compuesto en gran parte por tángaras y colibríes.
Con base en los resultados de la investigación y dada la importancia que representan las áreas evaluadas para la conservación de la biodiversidad de los bosques andinos de la cordillera Oriental, el estudio recomienda continuar con la implementación de diversas estrategias de conservación que involucren actores privados y públicos. En San Francisco hay más de 40 reservas naturales de la sociedad civil y se considera prioritario el apoyo a iniciativas de investigación para monitorear temas relacionados con las dinámicas de conservación de las poblaciones de especies amenazadas o consideradas en alta vulnerabilidad.
A pesar de las claras recomendaciones del estudio del Humboldt (2016-2017) y según los habitantes de la región, la CAR de Cundinamarca se encuentra a puertas de entregar una licencia ambiental para renovar el permiso de explotación a una de dos canteras ubicadas en la zona, lo cual significa un alto riesgo para la biodiversidad presente en la región.
El Instituto Humboldt, desde su agenda de investigación en bosques y ecosistemas estratégicos, lidera ejercicios de caracterización de la biodiversidad en áreas identificadas como prioritarias para la conservación. Dada la condición actual de transformación del territorio CAR (Cundinamarca), donde cerca del 76 % del área está conformado por agroecosistemas de cultivos mixtos y ganadería y donde se identifican problemas serios de conectividad ecológica de los bosques altoandinos, el estudio señala que es necesario promover estrategias complementarias que establezcan corredores que vinculen áreas conservadas con áreas transformadas como parte de la estrategia integral de conservación. En este propósito las reservas privadas de la sociedad civil juegan un papel determinante donde, a partir del ejercicio de gobernanza local, los propietarios de fincas con sistemas de producción agropecuaria promueven la conservación de los bosques que son refugios de biodiversidad y fuentes proveedoras de servicios ecosistémicos.
El informe Humboldt (2016-2017) presenta resultados de la caracterización biológica de uno de los últimos grandes corredores ecológicos del territorio CAR, ubicado en el margen occidental del altiplano cundiboyacense. Este corredor, también conocido como el Escarpe, incluye áreas prioritarias para la conservación de bosques alto andinos y páramos de la provincia de Gualivá y hace parte del Corredor de Conservación Bogotá-Región. Esperamos que esta información producto de la capacidad científica del Instituto Humboldt sea tomada en consideración en las decisiones de planificación estratégica tanto en el ordenamiento territorial de los municipios de San Francisco, Subachoque y Supatá, como en las decisiones de conservación de la CAR.