SOY ECOLOMBIANO ES UNA CAMPAÑA que nace por iniciativa del Ministerio de Ambiente y el Fondo Mundial para la vida silvestre (WWF) con el apoyo de Caracol y El Espectador.
Su objetivo es que los colombianos tomemos una actitud responsable frente al medio ambiente y que con el tiempo eso nos caracterice hasta convertirnos en un país líder en el tema. En las relaciones internacionales, la actitud frente al medio ambiente toma cada día más importancia y Colombia tiene grandes posibilidades de ser una sociedad modelo.
Un aspecto positivo es que en 2010 Colombia ocupa el décimo lugar en índice de desempeño ambiental del planeta. Las razones son que el 50% de nuestro territorio aún está cubierto por ecosistemas naturales y que tenemos la mayor biodiversidad por unidad de superficie en el mundo. Sin embargo, la falta de criterios ambientales empieza a generar grandes problemas: según el Ideam, para 2030 más de 14 millones de colombianos enfrentaremos problemas de abastecimiento de agua por deterioro de las cuencas hidrográficas; hoy se están perdiendo cerca de 6.000 vidas humanas al año por efecto de la contaminación del aire y cada día producimos más basura por habitante. El deterioro ambiental cuesta cerca del 3,7% del PIB anual.
Corregir la tendencia exige contribuciones y actitudes responsables no sólo en la dirección política del Estado, sino en la gestión empresarial y en la cotidianidad de cada uno de nosotros como consumidores. El logo de la campaña, “Dejar una huella positiva está en tus manos”, quiere transmitir el concepto de que ser ambientalista no es una cuestión de buena voluntad sino de acciones diarias que exigen un compromiso activo.
Algunos ejemplos de ser ECOlombiano: como consumidor elegir bienes asociados a un menor impacto ambiental, frente a otros equivalentes que generan mayor daño; no hay razón para tomarse una gaseosa o una cerveza en un envase desechable, si la podemos tomar en uno retornable. Debemos utilizar platos y tasas de loza y no desechables y mucho menos de icopor, que es un material que causa gran daño al medio ambiente. Como turistas debemos llevar a nuestras familias a los hoteles y a las tiendas que ofrecen procesos amigables para con el medio ambiente, pues generar basura y desechos no es un lujo, sino una actitud irresponsable. Por otra parte, los supermercados y tiendas deben contribuir ofreciendo productos en empaques retornables y el Gobierno debe imponer un impuesto al uso de empaques y bolsas desechables, pues el mejor instrumento para la educación ambiental es el bolsillo y la gente limpia no debe subsidiar a los cochinos.
Debemos usar el auto sólo en momentos en los cuales es indispensable, dar prioridad al transporte público y desplazarnos en bicicleta o a pie cuando sea posible. Usar un auto pequeño de bajas emisiones y mantenerlo en condiciones técnicas adecuadas
Como consumidores podemos presionar a los empresarios y como empresarios tomar determinaciones para ofrecer productos ambientalmente sanos. Además, los medios de comunicación masiva influyen en el comportamiento individual y, con políticas claras, los gobiernos tienen un gran impacto de mediano y largo plazo en el comportamiento de toda la sociedad. Ser un país referencia en términos ambientales es tarea de todos y de todos los días.
SOY ECOLOMBIANO ES UNA CAMPAÑA que nace por iniciativa del Ministerio de Ambiente y el Fondo Mundial para la vida silvestre (WWF) con el apoyo de Caracol y El Espectador.
Su objetivo es que los colombianos tomemos una actitud responsable frente al medio ambiente y que con el tiempo eso nos caracterice hasta convertirnos en un país líder en el tema. En las relaciones internacionales, la actitud frente al medio ambiente toma cada día más importancia y Colombia tiene grandes posibilidades de ser una sociedad modelo.
Un aspecto positivo es que en 2010 Colombia ocupa el décimo lugar en índice de desempeño ambiental del planeta. Las razones son que el 50% de nuestro territorio aún está cubierto por ecosistemas naturales y que tenemos la mayor biodiversidad por unidad de superficie en el mundo. Sin embargo, la falta de criterios ambientales empieza a generar grandes problemas: según el Ideam, para 2030 más de 14 millones de colombianos enfrentaremos problemas de abastecimiento de agua por deterioro de las cuencas hidrográficas; hoy se están perdiendo cerca de 6.000 vidas humanas al año por efecto de la contaminación del aire y cada día producimos más basura por habitante. El deterioro ambiental cuesta cerca del 3,7% del PIB anual.
Corregir la tendencia exige contribuciones y actitudes responsables no sólo en la dirección política del Estado, sino en la gestión empresarial y en la cotidianidad de cada uno de nosotros como consumidores. El logo de la campaña, “Dejar una huella positiva está en tus manos”, quiere transmitir el concepto de que ser ambientalista no es una cuestión de buena voluntad sino de acciones diarias que exigen un compromiso activo.
Algunos ejemplos de ser ECOlombiano: como consumidor elegir bienes asociados a un menor impacto ambiental, frente a otros equivalentes que generan mayor daño; no hay razón para tomarse una gaseosa o una cerveza en un envase desechable, si la podemos tomar en uno retornable. Debemos utilizar platos y tasas de loza y no desechables y mucho menos de icopor, que es un material que causa gran daño al medio ambiente. Como turistas debemos llevar a nuestras familias a los hoteles y a las tiendas que ofrecen procesos amigables para con el medio ambiente, pues generar basura y desechos no es un lujo, sino una actitud irresponsable. Por otra parte, los supermercados y tiendas deben contribuir ofreciendo productos en empaques retornables y el Gobierno debe imponer un impuesto al uso de empaques y bolsas desechables, pues el mejor instrumento para la educación ambiental es el bolsillo y la gente limpia no debe subsidiar a los cochinos.
Debemos usar el auto sólo en momentos en los cuales es indispensable, dar prioridad al transporte público y desplazarnos en bicicleta o a pie cuando sea posible. Usar un auto pequeño de bajas emisiones y mantenerlo en condiciones técnicas adecuadas
Como consumidores podemos presionar a los empresarios y como empresarios tomar determinaciones para ofrecer productos ambientalmente sanos. Además, los medios de comunicación masiva influyen en el comportamiento individual y, con políticas claras, los gobiernos tienen un gran impacto de mediano y largo plazo en el comportamiento de toda la sociedad. Ser un país referencia en términos ambientales es tarea de todos y de todos los días.