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La pelea que no fue

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Juan Carlos Bayona Vargas
01 de febrero de 2025 - 04:59 a. m.
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Cuando un altercado cesa con la misma rapidez con que se produjo, las razones que lo hicieran nacer tienen que ver más con la hipertrofia del ego de sus protagonistas y su consecuente extravío que con la apelación a valores trascendentes como la dignidad, o la seguridad. El matón del norte matonea (para eso lo eligieron) y el aprendiz del trópico ensaya su soliloquio atragantado desde hace décadas. Nada fue esencial. Nada fue definitivo. Borges afirmaba con su incisivo humor que algo definitivo, un texto, una postura, solo puede pertenecer a la religión o al cansancio.

Muchas cosas, es verdad, pudieron estar en juego. Y no. Apenas se mostraron los dientes. Y como en las peleas de mentiras de la escuela, cada uno se fue a su salón sin apenas cerrar los puños. Mejor así. Y no parece inútil recordar que el episodio alcanzó a convocar algunos partidarios que azuzaban el improvisado tinglado. De lado y lado. Sobre todo, del nuestro. Y tampoco. Hay maneras de hacer las cosas mejor y de llegar al mismo destino por un camino diferente. Sin apelar a las esencias ni a las trompadas ni a las amenazas. Ni creer que son tiempos propicios para resucitar a David y las analogías bíblicas.

Los mandatarios suelen ser presa de sus propios delirios. Y de sus propias frustraciones, maquilladas temporalmente por gruesas capas de áulicos de prestado. El problema está cuando se enardecen las barras con la primera chispa y entonces la convierten en una hoguera y a los pendencieros no les queda más remedio que darse en la jeta. Para no quedar mal ante la tribuna. No fue el caso. Menos mal. Siempre será mejor que pululen las versiones de los hechos a que se incendie la casa, y que el respetable piense lo que quiera, mientras los profetas del desastre nacional hacían sus cábalas del agujero por donde hubiéramos caído. El imperio no es tonto. Somos sus aliados, nos guste o no. Y les guste a ellos o no.

Con el paso del tiempo nadie se acordará de nada. Si es que ya no se olvidó la escaramuza, devorada por la realidad de todos los días.

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German(4qy8g)02 de febrero de 2025 - 07:03 p. m.
Disagree, Ovejo: junto con el Catatumbo será una de las improntas de la “era” Petro, una deuda a pagar en el 2026 y desafortunados episodios con los que este gobierno será conocido en le futuro.
DIEGO(25270)02 de febrero de 2025 - 03:04 p. m.
Efectivamente fue una pelea de egos, uno con mucha, mucha plata y el otro un rebelde que llegó a burguesito quien tiene guardados cientos de discursos que escribió hace décadas en los que ahora busca escenarios para sacarlos a la luz por medio de un red social, por eso se ven desactualizados, fuera de contexto, inconsistentes y sobre todo poco creibles.
Atenas(06773)01 de febrero de 2025 - 04:43 p. m.
¡ Un cursi escrito sobre lo q' puede tener y ya tiene múltiples consecuencias negativas pa Colombia! Se las quiere dar de gracioso con su despistada opinión y citando al comodín J. L. Borges, q' cual bayoneta pa todo sirve, menos pa sentarse en ella. Atenas.
Guillermo(10826)01 de febrero de 2025 - 11:49 a. m.
Valoran por igual, casi celebran el atropello, que el derecho. Los migrantes ejercen el derecho del artículo 13 Carta de Naciones Unidas. Valoran más los gritos de quienes pedían que siguieran con atropello de derechos así fuera contra niños (máquinas de guerra dirán), embarazadas, nacidos en aquella tierra, etc. Solo mencionan como si fuera una excusa, que se hacía por la dignidad, por derechos humanos. Y estos son los que "orientan" la opinión.
Ana(88564)01 de febrero de 2025 - 11:06 a. m.
Estoy hastiada de que nuestros diarios no tengan más tema que el impase Trump-Petro. Trump no puede convertirse en el centro de nuestras vidas. hay muchos otros temas de interés}. Es un gran HP. Vemos cómo China le arrebata sectores importantes del mercado. Ellos son autosuficientes sólo en su mezquina arrogancia. Pero ya es tiempo de cambiar su foto y comentarios. Hablemos de Colombia, del resto del mundo. A todo marrano le llega su navidad.
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