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Arte y moral

Julio César Londoño
29 de junio de 2024 - 05:05 a. m.
"No podemos descalificar una obra porque su autor sea impresentable, pero tampoco podemos leerla sin mirar de reojo el prontuario del autor": Julio César Londoño
"No podemos descalificar una obra porque su autor sea impresentable, pero tampoco podemos leerla sin mirar de reojo el prontuario del autor": Julio César Londoño

Leer un cuadro tan abstracto como los rayones de Pollock o medir versos en pali o en griego antiguo son tareas menos difíciles que decidir qué tanta inmoralidad soporta una obra artística, porque separar el arte de la moral es difícil; y unirlos, también. No podemos descalificar una obra porque su autor sea impresentable, pero tampoco podemos leerla sin mirar de reojo el prontuario del autor.

Cuando queremos ser elegantes nos ponemos en «modo Wilde», el arte solo se debe al arte; la moral, esa buena señora, que se joda. El problema está en que las esferas del arte y la realidad se cruzan. Peor aún, se contienen mutuamente. Podemos decir que la literatura es una parte de la realidad… o que la realidad es un capítulo de la literatura, materia que se ocupa de dos universos, el real y el ficticio.

Los personajes de una novela pueden ser malos. Si son pésimos, mejor. Pero el narrador debe tomar distancia. No tiene que censurarlos, pero se cuidará de no aplaudirlos.

Bukowski es un caso extremo. Aunque es un machista cavernario, su obra es, al tiempo y de inopinada manera, bellamente humana.

Un lector inteligente alegará que la moral no es asunto suyo, que él no es sacerdote ni policía, y que no busca lecciones de moral en el arte. Puede, incluso, citar el contraejemplo de Nathaniel Hawthorne, al que nadie le perdona que haya cerrado sus magníficos cuentos con moralejas.

Pero hay casos de casos. ¿Puede usted cantar las tiernas canciones de Diomedes Díaz, digamos, y olvidar que el señor terminó en la cárcel porque fue hallado culpable de un brutal feminicidio? A Navokov aún le aplauden su novela pederasta, Lolita, porque está morbosamente bien escrita, el pecado recibe su castigo y el pederasta termina mal.

Uno no soporta que el poeta diga cosas nobles, o que confiese pecados viejos con palabras nuevas, si en sus ratos libres apoya al sátrapa o defiende causas antipáticas. Queremos que fuera de escena nuestro héroe siga siendo heroico y coherente. Quisiéramos despertar y descubrir que Borges nunca fue condecorado por Pinochet, que Cela nunca fue un soplón de Franco y que Vargas Llosa nunca apoyó a Keiko Fujimori.

Pongamos otro caso extremo, el cine snuff, documentales cortos de torturas y asesinatos reales que se comercializan en la web profunda para solaz de sujetos rayadísimos.

Supongamos que alguien produce un video snuff de altísima calidad. ¿Podemos considerarlo arte? Sin duda. ¿Será moralmente aceptable? Jamás.

El Padrino es un ejemplo de arte muy bueno sobre un oficio muy malo. Uno sale del cine y quiere ser capo o al menos gánster. Jamás policía, ni mucho menos el traidor Fredo Corleone. Pero de nuevo la moral triunfa, los Corleone pagan sus crímenes y la saga se cierra con la toma de un Michael Corleone infinitamente solo y sombrío.

Si no queremos que el artista sea sacerdote ni policía, podemos leer un pasaje del Quijote. La policía está trasladando unos presos de un pueblo a otro en un carromato. Alonso Quijano ve a esos hombres encerrados en una jaula como animales, se indigna, arremete contra los policías, los desarma y libera a los presidiarios porque «no puedo tolerar que los hombres juzguen en la tierra con sus leyes falibles lo que solo Dios debe juzgar en los cielos con sus leyes divinas». Los presidiarios huyen felices, desaparecen del camino y del libro y nunca son juzgados por las leyes de los hombres ni, hasta donde sabemos, por las leyes divinas.

Quizá sea este el trabajo del arte, buscar una ética más alta que la propuesta por los códigos de policía y por los libros sagrados, que se parecen mucho, sin hacer apología del delito, al menos no de manera muy cínica.

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JOSE(dcz06)Hace 8 horas
👌👌✔️✔️
Adrianus(87145)Hace 9 horas
Hola señor Londoño, me quito el sombrero ante su escrito. Su pluma es magnífica.
Carlos(92784)29 de junio de 2024 - 08:02 p. m.
La gran mayoría de artistas, escritores o músicos se equivocan una vez , acá el señor William Ospina apoyo a Óscar Iván Zuluaga y a don " honesto " Hernández; cómo no hay tercera mala seguramente irá por la " Bukele" Cabal. Y todavía pontifica sobre política.
Edgar(40706)29 de junio de 2024 - 05:17 p. m.
Lo comparto totalmente.
Lola(15127)29 de junio de 2024 - 04:52 p. m.
Admirar al Vasgas Llosa escritor y detestar al Vargas Llosa como persona.
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