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Venezuela, historia reciente

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Julio César Londoño
18 de enero de 2025 - 05:05 a. m.
“Por celos y por ambición, su círculo doméstico aisló a Chávez del dream team extranjero”: Julio César Londoño
“Por celos y por ambición, su círculo doméstico aisló a Chávez del dream team extranjero”: Julio César Londoño
Foto: EFE - Ronald Pena R
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Hugo Chávez llegó al poder en 1999 con una chequera gorda, carisma caribe, sensibilidad social y algunas ideas básicas de política y economía que fueron complementadas por decenas de intelectuales de primera fila del mundo entero (Sean Penn, Chomsky, Pepe Mujica, Mario Benedetti, Eduardo Galeano, Ernesto Samper, Boaventura de Souza, Adolfo Pérez Esquivel, Thiago de Mello, Juan Gelman…) El resultado fue una inversión nacional altísima en arte, educación y salud, y programas regionales ambiciosos: un banco latinoamericano para evitar las altas tasas del FMI, un gasoducto trasandino, la creación de una comunidad económica regional que nivelara la cancha en las negociaciones de los TLC, la compra de la deuda externa de Ecuador…

Consciente de la fragilidad alimentaria de Venezuela, Chávez invirtió miles de millones de dólares en programas para el campo… que fracasaron porque Venezuela nunca ha tenido una vocación agropecuaria fuerte. Los grandes tractores rusos y los enormes silos para almacenar los granos que nunca se cosecharon hoy son gigantes mohosos del paisaje rural venezolano.

Por celos y por ambición, su círculo doméstico (Maduro, Cilia Flores, Diosdado Cabello, Delcy Rodríguez, Tareck El Aissami, Padrino López, etc.) aisló a Chávez del dream team extranjero, el gobierno empezó a gravitar en torno a las jurásicas ideas de La Habana, adoptó un modelo económico obsoleto y Chávez nacionalizó hasta las panaderías.

El comunismo funcionó bien en un mundo insular (no global), como el de la primera mitad del siglo XX, y en una nación que era en sí misma un planeta autosuficiente, como la URSS; e incluso en una isla que era un satélite soviético, como la Cuba que va de los 60 a los 80, pero ya era un modelo inviable en el siglo XXI. Las CLAP, por ejemplo, cajas de alimentos que se repartían de manera gratuita en Venezuela entre la población más vulnerable, eran vendidas en Cúcuta y regresaban a Venezuela a precios altos en el mercado negro. En un mundo de economías de mercado, una burbuja comunista tenía que estallar. Y estalló.

Luego vino la muerte de Chávez (2013) y una serie de sucesos fatales: el nombramiento de Maduro en la presidencia, un poder ejecutivo sin contrapesos, un gobierno sin norte económico ni ideológico, una casta militar voraz, una boliburguesía enchufada a las tetas del Estado, bloqueos internos y externos que complicaron el cuadro, y para rematar el desplome de los precios del petróleo en diciembre de 2014.

La catástrofe social ha durado tantos años que el pueblo casi añora el regreso de los dirigentes que incubaron al monstruo: los Pérez, Capriles, Caldera, o el ascenso de un señor tan frágil como Edmundo González y de su mentora, María Corina, esa valiente mujer que repite vanamente que los días del Cartel de los Soles están contados.

Nota. Es verdad que hubo un bloqueo interno, liderado por empresarios venezolanos como Lorenzo Mendoza (bebidas Polar), que agravó los problemas de desabastecimiento y elevó la inflación a niveles estrambóticos, y un bloqueo externo liderado por Estados Unidos, que sueña con tener el control de todos los negocios lícitos e ilícitos de América. Pero es un bloqueo coqueto: en 2017 la banca de inversión Goldman Sachs de Nueva York compró acciones de Pdvsa por US $2.800 millones con el insólito descuento del 69 % (la coima de este negocio debe ser la más suculenta de la historia). En un tierno comunicado, Goldman explicó que no negociaron las acciones con la gentuza boliburguesa sino con «un corredor del mercado secundario». Reconocieron que «la situación en Venezuela es compleja pero tiene que mejorar. Hicimos esta inversión porque creemos que así será».

No leí el resto del comunicado porque se me aguaron los ojos.

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Mario(16018)22 de enero de 2025 - 10:58 p. m.
Muy buena columna.
victor(t7iap)22 de enero de 2025 - 06:37 a. m.
que comentario tan mordaz al final de su columna, de lo mejor que he leído en mucho tiempo
Fernando(70558)19 de enero de 2025 - 12:08 a. m.
En el mundo apenas se empiezan a gestar los movimientos sepultureros del capitalismo, pero no se tiene claro qué lo reemplazará. La sociedad humana aún no está preparada para la utopía socialista: el egoísmo, la codicia y la emulación por superar al vecino, aún tienen raíces muy profundas. Por el momento estamos haciéndole reformas a un sistema cuyo modelo neoliberal también fracasó.
Mario(196)18 de enero de 2025 - 09:56 p. m.
Los europeos llevaban 4 revoluciones sangrientas y destructivas hasta bien entrado el siglo 19 cuando entendieron que el asunto era con reformas sociales las cuales llevan incorporando 180 años. A Venezuela le salió mal su revolución, problema de ellos. Colombia con Petro inicio los cambios sociales al estilo europeo, y vamos bien, todos los indicadores económicos y sociales lo confirman.
  • Felipe(94028)19 de enero de 2025 - 04:33 a. m.
    Petro es un populista bananero que no hace nada "al estilo europeo", sino todo lo contrario. Cuando Petro era guerrillo, los comunistas europeos, el francés Marchais, el italiano Berlinguer y el español Carrillo, ta habían roto von los soviéticos y creado el Eurocomunismo, aceptando las reglas democráticas y rechazando toda violencia. Petro los llamó "traidores revisionistas" y sigue pensando lo mismo, prefiere que una minga indígena sea "poder constituyente". ¿Europeo?
  • Olegario(51538)19 de enero de 2025 - 01:57 a. m.
    El país en manos de los violentos de todos los pelambres, el Catatumbo tierra de nadie, pero "vamos bien". Qué despiste tan tenaz el de estos bodegueros.
Felipe(94028)18 de enero de 2025 - 09:35 p. m.
En España llaman "bolichicos" a los millonarios del régimen venezolano que compran propiedades inmobiliarias en los lugares más caros y muchos de ellos son militares. Son rentas de la revolución bolivariana, aquella que llamaron "Socialismo del S. XXI" y que Petro, rindiendo pleitesía al dictador venezolano, llamó "Democracia del S. XXI". ¿Ese es el concepto de democracia petrista?¿Anclarse en el poder?. Por fortuna para nosotros, Petro no tiene aquí ni un solo amigo militar que le secunde.
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