El 5 de julio el parlamento alemán (Bundestag) aprobó unánimemente una resolución apoyando el proceso de paz en Colombia (impreso 18/9033), la cual constituye un buen ejemplo de la “confianza” que a nivel internacional tiene el esfuerzo que el Gobierno colombiano está realizando con el fin de terminar el conflicto armado y que contrasta con el escepticismo que el proceso de paz genera en algunos sectores de la sociedad colombiana.
La resolución de 5 páginas (también disponible en español: http://bit.ly/29BJm3g) presenta un análisis bastante detallado y sofisticado de la situación colombiana, lo cual es poco común en este tipo de declaraciones políticas. Seguramente esto se debe a la influencia del diputado del partido verde Tom Koenigs, quien es el encargado del Gobierno alemán para el proceso de paz y ha sido quien ha impulsado dicha resolución.
Aparte del hecho histórico de recibir el apoyo unánime del parlamento de uno de los Estados europeos más importantes hoy en día y, al mismo tiempo, del socio comercial más importante de Colombia en la Unión Europea, es notable que la resolución no solamente contiene (aunque más bien implícitamente) importantes reparos con respecto a la implementación real de lo pactado en todo el país, sino también (tal vez más importante para Colombia y los colombianos) que insta al Gobierno federal alemán a ayudar y cooperar lo máximo posible con el proceso.
En particular, el Bundestag solicita al Gobierno alemán que mantenga la ayuda económica al proceso, incluyendo el seguimiento de la implementación de los acuerdos con las Farc y el acompañamiento a futuros conversaciones con el Eln. Además, el Gobierno alemán debe apoyar el modelo de justicia transicional colombiano “a partir de la propia experiencia histórica alemana”, con miras “al procesamiento de los hechos resultantes del conflicto, a la reconciliación y a la cultura de la memoria”. De ser necesario y si así es solicitado por Colombia, Alemania debe enviar a jueces y fiscales para apoyar y trabajar en la nueva justicia especial que se creará a partir del acuerdo sobre víctimas. Al mismo tiempo, el Gobierno debe seguir poniendo a disposición recursos para fortalecer a la sociedad civil y, en particular, a los defensores de los derechos humanos, para de esta manera proporcionarles “las condiciones debidas para asumir una participación política con autodeterminación y responsabilidad propia”. Con esto, el Bundestag espera fortalecer el (tan necesario) “diálogo entre la sociedad civil y el Estado” colombiano.
* Catedrático de Derecho Penal, Derecho Procesal Penal, Derecho Comparado y Derecho Penal Internacional en la Alemania en la Georg-August Universität Göttingen (GAU). Director del Centro de Estudios de Derecho Penal y Procesal Penal Latinoamericano (CEDPAL) de la GAU y juez del Tribunal Provincial de Göttingen. El autor agradece a Gustavo Emilio Cote Barco, LL.M. y Doctorando de la GAU, por valiosos comentarios.
El 5 de julio el parlamento alemán (Bundestag) aprobó unánimemente una resolución apoyando el proceso de paz en Colombia (impreso 18/9033), la cual constituye un buen ejemplo de la “confianza” que a nivel internacional tiene el esfuerzo que el Gobierno colombiano está realizando con el fin de terminar el conflicto armado y que contrasta con el escepticismo que el proceso de paz genera en algunos sectores de la sociedad colombiana.
La resolución de 5 páginas (también disponible en español: http://bit.ly/29BJm3g) presenta un análisis bastante detallado y sofisticado de la situación colombiana, lo cual es poco común en este tipo de declaraciones políticas. Seguramente esto se debe a la influencia del diputado del partido verde Tom Koenigs, quien es el encargado del Gobierno alemán para el proceso de paz y ha sido quien ha impulsado dicha resolución.
Aparte del hecho histórico de recibir el apoyo unánime del parlamento de uno de los Estados europeos más importantes hoy en día y, al mismo tiempo, del socio comercial más importante de Colombia en la Unión Europea, es notable que la resolución no solamente contiene (aunque más bien implícitamente) importantes reparos con respecto a la implementación real de lo pactado en todo el país, sino también (tal vez más importante para Colombia y los colombianos) que insta al Gobierno federal alemán a ayudar y cooperar lo máximo posible con el proceso.
En particular, el Bundestag solicita al Gobierno alemán que mantenga la ayuda económica al proceso, incluyendo el seguimiento de la implementación de los acuerdos con las Farc y el acompañamiento a futuros conversaciones con el Eln. Además, el Gobierno alemán debe apoyar el modelo de justicia transicional colombiano “a partir de la propia experiencia histórica alemana”, con miras “al procesamiento de los hechos resultantes del conflicto, a la reconciliación y a la cultura de la memoria”. De ser necesario y si así es solicitado por Colombia, Alemania debe enviar a jueces y fiscales para apoyar y trabajar en la nueva justicia especial que se creará a partir del acuerdo sobre víctimas. Al mismo tiempo, el Gobierno debe seguir poniendo a disposición recursos para fortalecer a la sociedad civil y, en particular, a los defensores de los derechos humanos, para de esta manera proporcionarles “las condiciones debidas para asumir una participación política con autodeterminación y responsabilidad propia”. Con esto, el Bundestag espera fortalecer el (tan necesario) “diálogo entre la sociedad civil y el Estado” colombiano.
* Catedrático de Derecho Penal, Derecho Procesal Penal, Derecho Comparado y Derecho Penal Internacional en la Alemania en la Georg-August Universität Göttingen (GAU). Director del Centro de Estudios de Derecho Penal y Procesal Penal Latinoamericano (CEDPAL) de la GAU y juez del Tribunal Provincial de Göttingen. El autor agradece a Gustavo Emilio Cote Barco, LL.M. y Doctorando de la GAU, por valiosos comentarios.