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Eduardo Verano fue uno de los líderes con vocación nacional más respetados y representativos del Caribe. En 2013 era, de hecho, un presidenciable de la región. Ese año, terminó adhiriendo a la reelección de Santos, debido a que no le alcanzaron las firmas para inscribir candidatura por su movimiento ‘Colombia, país de regiones’. Sin embargo, con el peso de los más de 300.000 apoyos ciudadanos que recogió, se sentó frente a frente con el presidente para sellar un acuerdo en el que requirió a Santos promover la autonomía regional.
Un año después, Verano empezó a moverse para ser el candidato liberal a la Gobernación del Atlántico. Casi no le dan el aval porque los Char, que en ese momento arrancaban su expansión más allá de la Alcaldía de Barranquilla, hicieron lobby en Bogotá para que el avalado fuera el charista (y nada liberal) Jaime Pumarejo.
Cuando eso ocurrió, líderes nacionales del liberalismo como Horacio Serpa salieron a defender a Verano y a pedir al partido tener en cuenta su trayectoria liberal y “gran figura”. En Barranquilla, las bases de trapo rojo amenazaban con no votar por un charista advenedizo que no fuera de las entrañas de la colectividad. “Liberal vota liberal”, decían en redes a favor de Verano.
Finalmente, Verano recibió el aval, pero acabó aliado con los Char. Selló pacto con ellos para garantizar su triunfo, en una apretada disputa por la Gobernación frente al candidato Alfredo Varela, que aparecía ganador en varias encuestas.
En realidad, más que una sociedad electoral, pareció un acuerdo de subordinación. Una vez llegó a la silla de mandatario, Eduardo Verano le entregó al clan Char el manejo total de cuatro dependencias del departamento: Interior, Educación, Cultura y la Junta Especial Ciudadela Universitaria. El control del charismo en esos despachos era tal, que muchos funcionarios no obedecían al gobernador sino a las directrices que llegaran de parte de los Char.
En ese cuatrienio, al tiempo que Álex Char ejercía como alcalde de Barranquilla, el veterano exministro y constituyente del 91 pasó de ser un general de varios soles a soldado raso de la hegemonía que se estableció en ese momento. Un mandatario disminuido en sus márgenes de maniobra, al que le tocó aguantarse hasta burlas públicas del entonces senador Arturo Char.
Ocurrió durante un evento de campaña para las siguientes regionales, en el que el congresista (hoy detenido por presunta corrupción electoral) le pidió por micrófonos a su candidata a la Gobernación Elsa Noguera no dedicarle un minuto a “la marihuana esa de la región Caribe”, mientras hacía mofa, en clara alusión al otrora líder de la autonomía costeña.
O la vez que la imagen de Verano fue minimizada para resaltar a Álex Char, en una separata sobre los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018, a pesar de que tanto la Gobernación como la Alcaldía habían puesto plata para las obras.
Esta semana, los Char volvieron a aliarse con Verano, que, como en 2015, hará dupla con Álex Char a la Alcaldía y se enfrenta parejo con Alfredo Varela por la Gobernación. Durante el evento, el patriarca Fuad Char dijo que su grupo tenía “el triunfo asegurado: el de Álex y el de Eduardo”.
Por su parte, Verano aseguró que el exalcalde Char “representa una nueva manera de hacer la política”.
