La campaña Humana del ‘hombre Marlboro’ en Maicao
Laura Ardila Arrieta
El nombre de Samuel Santander Lopesierra se volvió tema nacional hace pocos días, luego de que lo señalaran de haberle dado 600 millones de pesos a Nicolás Petro supuestamente para la campaña del presidente Gustavo Petro. Pero el excongresista liberal condenado por narcotráfico lleva varias semanas ya siendo noticia en su natal Maicao.
El ‘hombre Marlboro’ —conocido así porque durante un tiempo movió los cigarrillos y el trago de contrabando en la región— está en campaña a la alcaldía del segundo municipio de La Guajira, y en ese camino ha recibido el apoyo de parte del petrismo local al que se acercó en las recientes presidenciales.
Lopesierra, que regresó a Colombia en 2021 después de pagar casi dos décadas de cárcel en Estados Unidos, informó el pasado diciembre en un comunicado que decidió construir un proyecto político alejado de “los grupos tradicionales”. Ese mismo mes, se disfrazó de Papá Noel (o ‘Santa’, apócope de su segundo nombre) y entregó aguinaldos a los niños de Maicao.
En las últimas semanas, ha realizado unos recorridos a los que bautizó “la ruta de la esperanza”, en los que sale a repartir paneles solares y tanques de almacenamiento de agua a las comunidades indígenas históricamente abandonadas por el Estado.
Por las calles de Maicao dicen que, de concretarse, su candidatura podría barrer debido al cariño que le tienen muchos de sus coterráneos, que lo han visto dar regalos y plata desde antes de caer preso. La aspiración del exnarco, además, cuenta con el respaldo de un sector local de la Colombia Humana (CH), el partido de Petro que hace parte del Pacto Histórico, en cabeza de un reconocido petrista llamado Alí Ibrahim Fakih ‘Alito’.
Ibrahim es uno de los líderes más visibles de la CH en Maicao. En sus redes tiene fotos de campaña con Petro y con el embajador Armando Benedetti, y una de este año con el ministro de Transporte, Guillermo Reyes.
En las pasadas presidenciales, el líder petrista sirvió de puente para que Lopesierra asistiera a un programa radial que tenía la campaña Petro en Maicao y anunciara allí su voto por el hoy presidente.
El ‘hombre Marlboro’ se tomó foto con gorra de Petro y su apoyo al mandatario incluyó poner carromotos que, el día de la segunda vuelta, transportaron gratis a votantes petristas de sus casas a las urnas.
Cuando lo consulté para esta columna, Ibrahim me negó que esté apoyando a Lopesierra y agregó que tiene otro aspirante a la alcaldía. Sin embargo, Félix Rosanía, el otro rostro visible de la CH en el pueblo, me aseguró que ese apoyo sí existe y de hecho ha generado una división interna debido a que varios se oponen.
El pasado 2 de febrero, día de las fiestas patronales de la “Vieja Mello” en La Guajira, Ibrahim asistió a una parranda ofrecida por ‘Santa’ Lopesierra y luego colgó en su Facebook una foto en la que se ven los dos con la leyenda: “Gente del pueblo y para el pueblo!”. La imagen fue borrada, pero los lectores pueden verla a continuación:
Ibrahim también ha difundido en los grupos de WhatsApp de la CH de Maicao mensajes explicando que, como fue sentenciado en otro país, Lopesierra no registra sanciones ni inhabilidades para ser elegido alcalde.
La coordinación nacional de la Colombia Humana está al tanto de la cercanía de Lopesierra con la colectividad. Hace dos semanas, esas directivas sacaron una resolución suspendiendo la asamblea interna de la CH en el municipio argumentando que tenían información según la cual el excongresista, y otros personajes cuestionados, se estaban metiendo en ese proceso.
Días después, Lopesierra informó por redes que su candidatura será por firmas. Intenté consultar al excongresista para incluir su versión, pero no me contestó.
Maicao no solo es la meca del comercio guajiro, sino un apetecido corredor de contrabando, drogas y armas para los grupos ilegales.
“Si hoy tanto rechazan al señor ‘Santa’, y que se hacen llamar CH, ¿por qué razón no salieron a rechazar el apoyo en elecciones?”, me escribió por WhatsApp el petrista Ibrahim.
* Dedico esta columna a mi tío Emiro, que hace 50 años atendía el único punto de venta de El Espectador de nuestro pueblo en Sucre.
El nombre de Samuel Santander Lopesierra se volvió tema nacional hace pocos días, luego de que lo señalaran de haberle dado 600 millones de pesos a Nicolás Petro supuestamente para la campaña del presidente Gustavo Petro. Pero el excongresista liberal condenado por narcotráfico lleva varias semanas ya siendo noticia en su natal Maicao.
El ‘hombre Marlboro’ —conocido así porque durante un tiempo movió los cigarrillos y el trago de contrabando en la región— está en campaña a la alcaldía del segundo municipio de La Guajira, y en ese camino ha recibido el apoyo de parte del petrismo local al que se acercó en las recientes presidenciales.
Lopesierra, que regresó a Colombia en 2021 después de pagar casi dos décadas de cárcel en Estados Unidos, informó el pasado diciembre en un comunicado que decidió construir un proyecto político alejado de “los grupos tradicionales”. Ese mismo mes, se disfrazó de Papá Noel (o ‘Santa’, apócope de su segundo nombre) y entregó aguinaldos a los niños de Maicao.
En las últimas semanas, ha realizado unos recorridos a los que bautizó “la ruta de la esperanza”, en los que sale a repartir paneles solares y tanques de almacenamiento de agua a las comunidades indígenas históricamente abandonadas por el Estado.
Por las calles de Maicao dicen que, de concretarse, su candidatura podría barrer debido al cariño que le tienen muchos de sus coterráneos, que lo han visto dar regalos y plata desde antes de caer preso. La aspiración del exnarco, además, cuenta con el respaldo de un sector local de la Colombia Humana (CH), el partido de Petro que hace parte del Pacto Histórico, en cabeza de un reconocido petrista llamado Alí Ibrahim Fakih ‘Alito’.
Ibrahim es uno de los líderes más visibles de la CH en Maicao. En sus redes tiene fotos de campaña con Petro y con el embajador Armando Benedetti, y una de este año con el ministro de Transporte, Guillermo Reyes.
En las pasadas presidenciales, el líder petrista sirvió de puente para que Lopesierra asistiera a un programa radial que tenía la campaña Petro en Maicao y anunciara allí su voto por el hoy presidente.
El ‘hombre Marlboro’ se tomó foto con gorra de Petro y su apoyo al mandatario incluyó poner carromotos que, el día de la segunda vuelta, transportaron gratis a votantes petristas de sus casas a las urnas.
Cuando lo consulté para esta columna, Ibrahim me negó que esté apoyando a Lopesierra y agregó que tiene otro aspirante a la alcaldía. Sin embargo, Félix Rosanía, el otro rostro visible de la CH en el pueblo, me aseguró que ese apoyo sí existe y de hecho ha generado una división interna debido a que varios se oponen.
El pasado 2 de febrero, día de las fiestas patronales de la “Vieja Mello” en La Guajira, Ibrahim asistió a una parranda ofrecida por ‘Santa’ Lopesierra y luego colgó en su Facebook una foto en la que se ven los dos con la leyenda: “Gente del pueblo y para el pueblo!”. La imagen fue borrada, pero los lectores pueden verla a continuación:
Ibrahim también ha difundido en los grupos de WhatsApp de la CH de Maicao mensajes explicando que, como fue sentenciado en otro país, Lopesierra no registra sanciones ni inhabilidades para ser elegido alcalde.
La coordinación nacional de la Colombia Humana está al tanto de la cercanía de Lopesierra con la colectividad. Hace dos semanas, esas directivas sacaron una resolución suspendiendo la asamblea interna de la CH en el municipio argumentando que tenían información según la cual el excongresista, y otros personajes cuestionados, se estaban metiendo en ese proceso.
Días después, Lopesierra informó por redes que su candidatura será por firmas. Intenté consultar al excongresista para incluir su versión, pero no me contestó.
Maicao no solo es la meca del comercio guajiro, sino un apetecido corredor de contrabando, drogas y armas para los grupos ilegales.
“Si hoy tanto rechazan al señor ‘Santa’, y que se hacen llamar CH, ¿por qué razón no salieron a rechazar el apoyo en elecciones?”, me escribió por WhatsApp el petrista Ibrahim.
* Dedico esta columna a mi tío Emiro, que hace 50 años atendía el único punto de venta de El Espectador de nuestro pueblo en Sucre.