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Que no se nos olvide

Laura Ardila Arrieta
05 de enero de 2025 - 05:05 a. m.

En 2025 se terminarán de concretar los caminos de quienes aspiran a reemplazar a Gustavo Petro en la Presidencia. Será un año de pura precampaña. De más destapes, pactos, traiciones, rumbo a mayo de 2026. Colombia, qué duda cabe, es un país que vive en elecciones aun con las urnas cerradas.

Tendría que ser también, entonces, un año para afinar la mirada, para creer menos y preguntar más, sobre todo si se trata de lo que sale en redes sociales; para consumir y hacer un mejor periodismo. Siempre hay mucho en juego, como bien reza el lugar común. Con tres dictaduras en América Latina y el populismo autoritario resoplándonos encima,...

Laura Ardila Arrieta

Por Laura Ardila Arrieta

Periodista Caribe con un gusto especial por la crónica y los reportajes sobre el poder. Autora del libro ‘La Costa Nostra’, historia no autorizada del clan Char. Ha ganado cinco premios nacionales de periodismo, incluyendo el Simón Bolívar en la categoría Periodista del año en dos ocasiones.

 

Fernando(03005)Hace 10 horas
Doña Laura, usted tiene agallas y honestidad. Espero que continúe con sus labor por mucho tiempo.
Olegario(51538)Hace 21 horas
Y todo culpa del centralismo y de Bogotá. Qué brinquita tan tremenda! Ojalá se lleven su Capital para donde les plazca, ahora que hablan de regiones autónomas. Bogotá, simplemente, Distrito FEDERAL.
Nydia(33385)05 de enero de 2025 - 10:20 p. m.
En Colombia hace falta replantear el papel del Periodista, en todos los campos. Buena columna .
Iliana(21165)05 de enero de 2025 - 09:42 p. m.
Me parece un buen plan. Que se hable, que la memoria siempre esté presente. Quienes elegimos somos cada uno de nosotros. Somos el verdadero poder. Ojalá que no lo creamos y que el fin sea una Colombia que avanza en general.
Sergio(3490)05 de enero de 2025 - 08:14 p. m.
Con nuestros "periodistas" no va a pasar nada. Sucederá como todos los años y todas las campañas, obsecuencia, complicidad, contubernio, prepagos, doblemoral, tremendismo para inflar y magnificar el desliz o la falta según la conveniencia de su padrino, etc, etc, etc. Laura, estás en Colombia y llevamos 220 años igual. La deshonestidad intelectual y la inmoralidad están normalizadas en los micrófonos y en la prensa escrita. Estudié periodismo románticamente, y salí huyendo asqueado.
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