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En Afganistán las mujeres ya no pueden cantar

Laura Galindo
30 de agosto de 2024 - 05:05 a. m.
“Desde el principio de los tiempos, la única expresión artística que no le ha sido negada a las mujeres es el canto”: Laura Galindo
“Desde el principio de los tiempos, la única expresión artística que no le ha sido negada a las mujeres es el canto”: Laura Galindo
Foto: EFE - SAMIULLAH POPAL

En Afganistán se prohibió el sonido de la voz de las mujeres. Ocurrió a través de un documento de 100 páginas y 35 artículos, que materializa la ley de Propagación de la Virtud y prevención del Vicio. Así se llama. Con “V” mayúscula en Virtud y en Vicio. Las mujeres no pueden recitar, usar un micrófono, dar discursos, ni cantar. Esto último me paraliza: las mujeres afganas no pueden cantar.

Desde el principio de los tiempos, la única expresión artística que no le ha sido negada a las mujeres es el canto. Incluso, cuando tenían prohibido interpretar instrumentos o integrar orquestas, podían cantar, según dice la musicología de género que tiene que ver con la idea de mujer-cuerpo y hombre-mente que existía en la antigüedad. Una trompeta era una herramienta y las herramientas necesitan mente. La voz sale de la garganta y la garganta es cuerpo, igual que la mujer. Con el canto -silbidos y sonidos- se comunicaba la mujer primitiva con sus hijos. Con el canto, las monjas medievales manifestaban su fe. Con el canto, las buenas esposas del siglo XIX se lucían en sociedad. Con el canto, se movilizan las activistas por los derechos de la mujer: “cantamos sin miedo, pedimos justicia, gritamos por cada desaparecida”.

En 1911, Ethel Smyth, compositora británica y primera mujer a la que la Metropolitan Ópera House de Nueva York le programó una ópera, escribió La marcha de las mujeres, un himno que las integrantes de la Women’s Social and Political Union, una organización que luchaba por el sufragio femenino, cantaba en las calles. En uno de los múltiples arrestos de los que fue objeto durante las protestas, Smyth terminó en la cárcel por dos meses. Las demás sufragistas se reunían bajo la ventana de su celda para marchar y cantar mientras ella las dirigía con un cepillo de dientes. Aun sin voto, la música les daba voz.

Así que, intentando entender, investigo. El de los talibanes es un gobierno fundamentalista que se rige por la sharía, un código de conducta que establece normas para todo: los rezos, los ayunos, la ropa, los castigos, los salarios. Todo. Lo conforman tres cosas: el Corán, las enseñanzas de Mahoma y la fatuas… Las fatuas como la que le impuso el Ayatolá Jomeini a Salman Rushdie y que ocasionó que un joven lo acuchillara quince veces delante de todos los asistentes a una de sus conferencias por haber escrito Los versos malditos, un libro de ficción inspirado en su niñez.

Sigo. El 15 de agosto del 2021, los talibanes se tomaron por la fuerza el poder en Afganistán e impusieron su gobierno fundamentalista. Las mujeres que tenían profesiones y las ejercían públicamente fueron perseguidas. Las restricciones sobre ellas se incrementaron: la burka, el aislamiento, el no poder estudiar después de los 11 años. La escritora Fatema Mernissi, feminista, socióloga e historiadora musulmana, afirmaba -porque murió en el 2015- que: “Si los derechos de las mujeres son un problema para muchos hombres musulmanes de hoy, no es por causa del Corán ni del Profeta, ni de la tradición islámica, sino simplemente porque esos derechos entran en conflicto con los intereses de una élite masculina”. Por supuesto, prohibieron sus libros.

Investigo. Intento entender. Pero no entiendo. En Afganistán las mujeres no pueden cantar.

Laura Galindo

Por Laura Galindo

Periodista musical y cultural. Pianista de la Universidad Javeriana, magíster en piano de la Universidad Eafit, magíster en periodismo de la Universidad de Los Andes y MFA en Creative Writing de la New York University -NYU-. Editora cultural y presentadora en RTVC Noticias, de Señal Colombia.

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Juan(82042)31 de agosto de 2024 - 08:28 p. m.
Esos chandosos cochinos, q van a dejar hacer. Pobre pueblo con esos viejos sadicos y además puercos.
Edgar(20047)31 de agosto de 2024 - 12:30 a. m.
Lee uno estas historias y le parece que son ficción, mero ejercicio literario; pero no; es la noticia. Y, no le quedan a uno ni comentarios. Qué escándalo de noticia, no lo puedo creer, acepto más fácil la legalidad del triunfo de Maduro en Venezuela.
Gilberto(4359)30 de agosto de 2024 - 11:29 p. m.
Las mujeres afganas deberían dejar de tener hijos, si son varones se convertirán en talibanes capaces de maltratar y humillar a sus propias madres, si salen mujeres peor, vivirán toda su vida sometidas a la negación de la misma, simplemente se convertirán en esclavas de los mismos que ellas han parido y criado. Y el resto del mundo no tiene una mirada compasiva para estas mujeres, las han abandonadao a su suerte, que tristeza.
  • Duncan Darn(84992)31 de agosto de 2024 - 12:17 a. m.
    Gilbert, ¿ se imagina ud. lo que le ocurriría a una mujer afgana si se niega a tener relaciones con su marido, o siquiera le sugiera algún tipo de control natal?
HERLEY(52493)30 de agosto de 2024 - 06:23 p. m.
Triste ver esos comportamientos inhumanos provenientes de una alienación religiosa que se vuelve tiranía en la política. Estupidez y torpeza se juntan para joder el desarrollo humano. Cristianismo, Judaísmo, Islamismo y sus derivados, nos mantienen en la ignorancia para someternos como esclavos y al final reinar en el nombre de dios.
Alonso(57439)30 de agosto de 2024 - 05:17 p. m.
Necesitamos que el mundo entero cante por ellas, "hasta que la dignidad se haga costumbre". Laura, agradable hablando y escribiendo
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