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Tomar partido


Leopoldo Villar Borda
27 de octubre de 2024 - 05:05 a. m.

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Hay momentos en la vida de los pueblos en los que nadie con uso de razón puede dejar de tomar partido en la discusión sobre el destino de su nación. El actual es uno de esos momentos en la vida de Colombia.

Durante más de dos años hemos presenciado la pugna entre el Gobierno que quiere realizar cambios de fondo en la organización política, económica y social del país y la oposición que se resiste al cambio y se aferra al pasado.

Por un breve lapso tras el triunfo de Gustavo Petro en 2022 el establecimiento permaneció paralizado por la sorpresa de un resultado electoral que seguramente nunca imaginó. Ese lapso permitió a la nueva administración poner en marcha varias de sus iniciativas. Pero una vez que las fuerzas opuestas al cambio superaron el aturdimiento de la derrota y se organizaron para el combate, se lanzaron sin contemplaciones al ataque. Fueron apenas unos ocho meses mal contados los que tuvo el nuevo Gobierno para impulsar sus propuestas de cambio y de reconciliación sin la resistencia de una oposición agazapada que no salía de su asombro. Pasado el impacto de la victoria de Petro, las fuerzas opositoras representadas principalmente en el Congreso, en los gremios empresariales y en la plutocracia enquistada en el Estado perdieron la timidez y se lanzaron con todas sus fuerzas a obstaculizar las iniciativas oficiales. Pero la ofensiva opositora no ha logrado frenar del todo el impulso gubernamental en busca de las reformas. Las ha frenado y lo más seguro es que seguirá haciéndolo en el lapso que falta para la terminación del mandato de Petro.

Es irónico y trágico a la vez que la acción del Gobierno enfrente tantos obstáculos en el interior mientras Colombia desempeña un papel fundamental en la cruzada mundial contra el cambio climático y la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, se convierte en la estrella de la conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (la COP16) y en la primera colombiana en recibir la más alta distinción mundial por su liderazgo ambiental.

Contrasta este reconocimiento internacional con los palos en la rueda que los opositores internos ponen todos los días para impedir la ejecución del programa de transformación que recibió el respaldo de la mayoría de los ciudadanos el 19 de junio de 2022.

Nadie en el país es inmune a lo que significa la pugna actual ni se librará de las consecuencias de su resultado final. Por otra parte, no es esta la primera vez en que Colombia se enfrenta a un dilema de tan elevado calibre. En varias ocasiones la nacionalidad se ha visto abocada a situaciones que parecían precipitar su descomposición y se ha repuesto gracias al sentido patriótico y democrático de su pueblo. Basta recordar, remontándonos solo un siglo, las fechas infaustas del único atentado contra un presidente, Rafael Reyes, el 10 de febrero de 1906; del intento de golpe de Estado contra el presidente Alfonso López Pumarejo el 10 de julio de 1944; del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948; del golpe militar del 13 de junio de 1953 y del fraude electoral del 19 de abril de 1970 que dio origen al M-19. Ahora estamos en una coyuntura tan crítica como aquellas o como la que protagonizaron la dictadura militar y la oposición civil hace más de sesenta años, de la cual Colombia salió bien librada. También son comparables aquellos momentos cruciales con este que nos presenta hoy la alternativa entre una verdadera transformación nacional y un regreso a viejas prácticas políticas que solo pueden conducir a la nación al anquilosamiento definitivo.

Es hora de que todos los colombianos tomemos partido y lo hagamos sin vacilación. Quienes votamos por Petro y apoyamos su ambicioso programa de transformación de la sociedad colombiana debemos hacernos sentir, como lo hicimos el día de la elección que le dio el triunfo, saliendo con la frente en alto a las calles y plazas de todo el país para hacernos contar de nuevo.

Leopoldo Villar Borda

Por Leopoldo Villar Borda

Periodista y corresponsal en Europa

 

Fredy(3hmft)Hace 7 minutos
Con la ayuda de Dios vamos a detener este destructivo y perverso gobierno
Claudia(73667)Hace 1 hora
Totalmente de acuerdo. La oposición está descarriada, asustada y confundida y actúa por impulsos, mintiendo y va a conducir al país a un caos, que luego atribuye a Petro y mientras Duque, uno de los más maquiavélicos, agazapado
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