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La política y su diversidad de especies

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Lorenzo Madrigal
21 de octubre de 2024 - 05:05 a. m.
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La biodiversidad que nos caracteriza como país y que ha convocado en la hermosa Cali a un nutrido grupo de líderes mundiales, tiene a un camaleón político, por excelencia biodiverso, que paso a relatar, vaya si con simpatía y hasta admiración.

No oculto su nombre, se trata del bien hablado, vocalizador ejemplar, recursivo como el que más para responder por todos los temas, el sin igual y muy simpático embajador Roy Barreras. Lo conocí personalmente en un supermercado. ¿Es usted el maestro Fulano? Fue él quien usó el calificativo de maestro, no yo, como me lo atribuyó para ofenderme, el humorista Alfonso Castillo Gómez q.e.p.d. (Ese apelativo de maestro, y alguna vez había que aclararlo, lo compartimos gloriosamente artesanos de todo tipo, desde restauradores de calzado, que los hay mejores que fabricantes, hasta premios Nobel de literatura o de paz, al que aspira secretamente el maestro Petro, hoy en su hora política).

“Sí, y usted es de Cambio Radical (no atinaba yo con su nombre)”, a lo que contestó el buen Roy: “Era, porque me echaron”. Él adquiría en el mostrador algunos víveres, que los camaleones también yantan o comen, para no hablar en lenguaje quijotesco. Yo apuraba, acompañado de mis propios, un grueso perro caliente. Se deshizo en elogios por mi labor de prensa y yo no supe cómo corresponder a sus halagos, pero el tipo, claro, me cayó simpático y sospecho que de la misma manera ha conquistado a un gran séquito de amigos. Antes se decía que con sombrero en mano se ganaba el mundo.

La política y su diversidad de especies
Foto: Lorenzo Madrigal

Ese es nuestro hombre en London, como decía el igualmente embajador en tan aristocrática sede de precandidatos, el gran amigo de Belisario y mío, Bernardo Ramírez. A ambos, a Bernardo y a Roy, los he dibujado apeándose de la singular carroza de embajador, llegando al palacio de Buckingham, bien para presentar cartas credenciales a la reina y, si no, ante Carlos III, el magnífico.

Sabemos que Roy llegará, en la mitad de los tiempos, tocado de esplendor y sanado de tropiezos físicos y políticos durante tan larga pausa, a cobrarse los méritos ganados en la campaña de Gustavo Petro, junto con Armando Benedetti y a salvo de la cercanía de este discutible político. Y no quiero ofender a ninguno de ellos, comparándolos con la iguanita camaleónica de Ecopetrol, en vía de extinción, mundo ajeno, mundo exterior y selvático, mundo exótico de Chiribiquete y aledaños, mundo hoy del Cali pachanguero.

Llego a pensar que el dueño del poder y a quien veo muy lejano a entregarlo, tiene otros precandidatos in pectore para el tenebroso 2026. La senadora María José Pizarro, Álvaro Leyva, para que parezca un conservador, o el propio Gustavo Petro en pretendida reelección.

Es de creer que el presidente no falte a los actos de la COP16 y no alegue agendas propias. Fin.

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