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Lo que voy a decir duele por muchas razones. Primero, porque la tragedia que vive Venezuela necesita una salida inmediata, la velocidad de destrucción con la que avanza el régimen ya no tiene cómo describirse. Segundo, porque Juan Guaidó, el escogido para liderar esta última revolución, generó mucha esperanza para su nación; y tercero, porque como colombiano veo cómo el país se queda sin herramientas reales para solucionar la tragedia que generan Maduro y sus secuaces. Pero acá está: Juan Guaidó no dio la talla.
Las fotos de Guaidó con paramilitares en la frontera dejan mucho que desear, pero más dudas deja su pobre defensa frente a los hechos. El llamado presidente interino de Venezuela habló muy poco sobre el tema y cuando lo hizo aseguró que son muchas las personas que lo abordaron ese día para tomarse fotografías con él, algo que puede ser cierto, pero inverosímil cuándo se tiene en cuenta que ese día el reloj corría en su contra para poder llegar al concierto y que cualquier persona que se le acercara en territorio venezolano podría ser un enviado del régimen para detenerlo o hacerle daño. Lo peor ocurrió este jueves cuándo se conoció otra camada de imágenes que demostrarían que, incluso, uno de sus conductores era también miembro de la banda los Rastrojos.
¿Qué pasó en realidad con Guaidó y su comitiva el pasado 22 de febrero en terreno venezolano? ¿Por qué en las imágenes salen John Jairo Durán Contreras, apodado “el menor”, y Albeiro Lobo Quintero, alias Brother?, y, ¿qué hacía en el carro Jhonathan Zambrano, identificado como Patrón Pobre? Todo muy raro e inquietante.
Sobre Zambrano hay que hacer capítulo aparte. La semana pasada se presentó ante las cámaras de NTN24 y en entrevista con la experimentada periodista Idania Chirinos aseguró que todo es un montaje en su contra. Que él es un personaje honesto víctima de una película del gobierno de Nicolás Maduro. Entonces, ¿quién es el señor?
Entre tanto, ¿qué dicen las autoridades colombianas? Pudimos establecer que la Fiscalía esta semana empezará a evaluar las fotografías. Habrá un comité para analizar la situación. Tremenda papa caliente, no será fácil políticamente concluir para la Fiscalía que Guaidó y su equipo eventualmente tienen algún tipo de vínculo con paramilitares en la frontera. Sería un bombazo para Colombia y sus intereses de derrocar a Maduro. Pero también es cierto que, por mucha esperanza que represente Guaidó, no tiene salvoconducto para aliarse con criminales, secuestradores, extorsionadores o narcotraficantes. Nadie puede estar por encima de la ley.
Hoy se cumplen ocho meses desde que Juan Guaidó se autoproclamó como presidente de Venezuela, pero la realidad es que él poco o nada ha podido hacer más allá de representar una esperanza. El peso de lo logrado internacionalmente en términos diplomáticos lo carga el gobierno de Iván Duque y la mano dura de EE.UU. con sus sanciones económicas. El exjefe del Parlamento venezolano se ha quedado corto frente a las circunstancias; más parece un accidente que la cabeza de una revolución.
Este episodio pone en entre dicho la continuidad de Guaidó como líder, pero también deja al descubierto porqué Maduro permanece atornillado y esto es que la oposición sigue desesperada, agotada, acéfala, ahogada en sus entendibles tragedias, y sometida a sus propios y ya anacrónicos egos.
PD. La valiente periodista Vicky Dávila denunció que se viene una campaña de desprestigio en su contra por las investigaciones que viene publicando. Adelante, eso solo significa que su trabajo es valioso y contundente. Los corruptos y los que se creen reyes siempre actúan intentando eliminar a quienes los ponen en evidencia.