Colombia da cada día más señales de estar recorriendo el camino de Venezuela. No, como dicen desde el Centro Democrático, como producto del proceso de paz o porque las Farc se vayan a tomar el poder por medio de su nueva y avalada activad política, sino porque actualmente compartimos el caldo de cultivo que llevó a la elección de Hugo Chávez al poder.
“El gran desconcierto que hay en el país, la gran rabia, la gran frustración, por la situación que estamos viviendo, que se define como estabilidad de paz, hace que se quiera un cambio radical. Pero el pueblo comete un gran error, en su ceguera, al creer que un vengador, es quien nos puede venir a arreglar las cosas, sin darse cuenta (de) que eso nos va a hundir en peores circunstancias que las que estamos viviendo actualmente”. Eran palabras del expresidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez en una entrevista televisiva antes de las elecciones de 1998, en la que se refería a la candidatura de Hugo Chávez.
La intervención del exmandatario es hoy revivida por la magia del internet y es un suceso en Youtube. En las plataformas sociales se le conoce como: “El video en el que Carlos Andrés Pérez predijo que Chávez hundiría a Venezuela”. Sus afirmaciones son tan contundentes que pareciera que hubieran sido grabadas ayer y no hace veinte años, cuando el pueblo venezolano cayó rendido ante un Chávez aún vestido de Everfit.
“Parece que tenemos que llegar abajo. Trepidar sobre el fondo para que volvamos a levantarnos”, decía Pérez, quien fuera presidente entre 1989 y 1993, cuando fue retirado del cargo por orden de la Corte Suprema, en medio de un escándalo de corrupción, tras haber sido encontrado culpable por malversación de fondos públicos. Su gestión terminó en medio de una debacle económica que fue rechazada por el pueblo venezolano con gigantescas protestas que luego encontraron la horrenda cara de la represión en el histórico Caracazo.
Por su puesto, por culpa de su gobierno corrupto y perverso económicamente, sus palabras no tuvieron eco alguno. Nadie iba a pensar que sus advertencias serían la descripción más precisa de la pesadilla que se vendría para Venezuela. Pérez afirmaba: “La tragedia es que si gana Chávez veremos una dictadura sin ley. No habrá derechos de expresión, las cárceles se abrirán para quien no esté de acuerdo con el gobierno, no se le permitirá a nadie disentir y todos los problemas que hoy vemos y que queremos acabar, los problemas de corrupción, los problemas del poder judicial, todos se harán más graves aún”.
Pérez tenía la película clarita. Entendía como nadie que, sin desconocer sus errores, la desesperación, el descontento y el resentimiento habían encontrado un catalizador en el discurso divisorio, oportunista y populista de Hugo Chávez. Desafortunadamente, Pérez murió en 2010 en Miami, como para preguntarle cómo ve a Colombia por estos días. Sin embargo, no es difícil entender que nuestra película tristemente tiene muchos parecidos con la original y, lo peor, que tiene vengadores sociales como Gustavo Petro, prestos para capitalizar el drama de la nación.
El espejo de Venezuela es horrible y no puede estar más cercano. Si no vemos nuestra silueta en la tristeza del vecino, no tendremos ningún tipo de perdón. No dejemos que el debate de las Farc sea nuevamente el que elija presidente. Tengamos presente que es usado como cortina de humo para tapar muchos otros escándalos. Estamos advertidos.
Colombia da cada día más señales de estar recorriendo el camino de Venezuela. No, como dicen desde el Centro Democrático, como producto del proceso de paz o porque las Farc se vayan a tomar el poder por medio de su nueva y avalada activad política, sino porque actualmente compartimos el caldo de cultivo que llevó a la elección de Hugo Chávez al poder.
“El gran desconcierto que hay en el país, la gran rabia, la gran frustración, por la situación que estamos viviendo, que se define como estabilidad de paz, hace que se quiera un cambio radical. Pero el pueblo comete un gran error, en su ceguera, al creer que un vengador, es quien nos puede venir a arreglar las cosas, sin darse cuenta (de) que eso nos va a hundir en peores circunstancias que las que estamos viviendo actualmente”. Eran palabras del expresidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez en una entrevista televisiva antes de las elecciones de 1998, en la que se refería a la candidatura de Hugo Chávez.
La intervención del exmandatario es hoy revivida por la magia del internet y es un suceso en Youtube. En las plataformas sociales se le conoce como: “El video en el que Carlos Andrés Pérez predijo que Chávez hundiría a Venezuela”. Sus afirmaciones son tan contundentes que pareciera que hubieran sido grabadas ayer y no hace veinte años, cuando el pueblo venezolano cayó rendido ante un Chávez aún vestido de Everfit.
“Parece que tenemos que llegar abajo. Trepidar sobre el fondo para que volvamos a levantarnos”, decía Pérez, quien fuera presidente entre 1989 y 1993, cuando fue retirado del cargo por orden de la Corte Suprema, en medio de un escándalo de corrupción, tras haber sido encontrado culpable por malversación de fondos públicos. Su gestión terminó en medio de una debacle económica que fue rechazada por el pueblo venezolano con gigantescas protestas que luego encontraron la horrenda cara de la represión en el histórico Caracazo.
Por su puesto, por culpa de su gobierno corrupto y perverso económicamente, sus palabras no tuvieron eco alguno. Nadie iba a pensar que sus advertencias serían la descripción más precisa de la pesadilla que se vendría para Venezuela. Pérez afirmaba: “La tragedia es que si gana Chávez veremos una dictadura sin ley. No habrá derechos de expresión, las cárceles se abrirán para quien no esté de acuerdo con el gobierno, no se le permitirá a nadie disentir y todos los problemas que hoy vemos y que queremos acabar, los problemas de corrupción, los problemas del poder judicial, todos se harán más graves aún”.
Pérez tenía la película clarita. Entendía como nadie que, sin desconocer sus errores, la desesperación, el descontento y el resentimiento habían encontrado un catalizador en el discurso divisorio, oportunista y populista de Hugo Chávez. Desafortunadamente, Pérez murió en 2010 en Miami, como para preguntarle cómo ve a Colombia por estos días. Sin embargo, no es difícil entender que nuestra película tristemente tiene muchos parecidos con la original y, lo peor, que tiene vengadores sociales como Gustavo Petro, prestos para capitalizar el drama de la nación.
El espejo de Venezuela es horrible y no puede estar más cercano. Si no vemos nuestra silueta en la tristeza del vecino, no tendremos ningún tipo de perdón. No dejemos que el debate de las Farc sea nuevamente el que elija presidente. Tengamos presente que es usado como cortina de humo para tapar muchos otros escándalos. Estamos advertidos.