Al expulsar funcionarios de la embajada argentina, para responder a su deslenguado presidente, y apenas reconvenir amablemente a la dictadura venezolana por sus más recientes atropellos a los derechos humanos y la democracia, burlándose de paso del acuerdo de Barbados, el Gobierno colombiano mide con varas diferentes las distancias de su política exterior. Al responder a dos ofensas podrían considerar que Milei fue elegido democráticamente mientras Maduro es, simple y llanamente, un cada vez más cínico dictador.
Doble rasero presidencial
01 de abril de 2024 - 02:00 a. m.