“El ascensor hacia el éxito no funciona. Tendrás que subir escaleras un paso a la vez”: Joe Girardi
El conjunto americano para este segundo semestre tomó la decisión de cambiar el cuerpo técnico de su equipo profesional masculino y le apostó a contratar un grupo de trabajo joven, encabezado por el técnico bogotano Lucas González, buscando hacer un proceso serio, organizado y a largo plazo para poder conseguir algo esquivo por muchos años para el cuadro americano: ser campeón de la Copa Libertadores de América.
Un objetivo claro y atractivo es esencial para atraer a los talentos adecuados e inspirarles el deseo de hacer grandes cosas y de hacerlas juntos.
Los directivos debieron tener muy claro qué perfil de técnico buscaban, para qué lo necesitaban y qué tipo de proyecto tenían, para que ese perfil lo pudiera desarrollar; comprendiendo que el fútbol es muy dinámico y que los resultados son claves para llevar a buen término los objetivos propuestos.
Contrataron a un técnico joven, con formación académica adecuada, apasionado por el fútbol, con mínima experticia en el cargo como técnico de fútbol profesional, que había mostrado en seis meses ejerciendo su profesión, al conseguir metas de proceso, pero no metas de resultados; es decir, algún título.
El inicio del torneo no fue el mejor y generó mucho malestar entre los aficionados, al final fue respaldado en el terreno de juego por los jugadores, convirtiéndose en uno de los equipos favoritos para el campeonato, pero: ¿qué sucedió en los cuadrangulares, que el equipo no pudo conseguir el objetivo principal de jugar una final y lograr una nueva estrella?
¿Qué pasó? Esa es la tarea inmediata que deben resolver en el equipo a todo nivel para buscar soluciones en el próximo torneo- Una cosa importante es que en los equipos se debe trabajar muy fuerte la parte mental (lo hicimos en el Once Caldas) para el manejo crucial de los cuadrangulares finales.
Seguramente el club convertirá las adversidades en oportunidades positivas rumbo a la liga 2024.