“No hay nada más peligroso que no arriesgarse”, Pep Guardiola.
Después de 31 años, Colombia volvió a vencer a Argentina en las eliminatorias en Barranquilla, repitiendo el marcador de 2-1 de 1993. En esta ocasión, los goles fueron anotados por Yerson Mosquera y James Rodríguez. Este triunfo puso a Colombia en el segundo lugar de la tabla de posiciones, dando un paso crucial hacia la clasificación.
Trabajar en equipo, dar importancia a cada partido, ser disciplinados tácticamente y mostrar solidaridad son herramientas esenciales para alcanzar los objetivos propuestos.
El partido tuvo dos momentos claves: primero, una selección ordenada, con pases precisos, buen manejo del balón, fuerte en el juego aéreo ofensivo (así llegó el primer gol de Mosquera) y en las jugadas a balón parado, con buenos cobradores como James, y un medio campo funcional. Segundo: dificultades en el juego aéreo defensivo. Tras ir en ventaja, el equipo dejó de hacer lo positivo del primer tiempo, le costó manejar el marcador a su favor, y algunos jugadores, posiblemente por desgaste físico y mental, vieron disminuido su rendimiento. Argentina empató, pero afortunadamente Colombia logró ganar el partido, brindando una emoción reconfortante para la selección y los aficionados. Destacaron Yerson Mosquera (en su debut), James y Daniel Muñoz, un jugador de dos áreas, entre otros.
En un mes (octubre), las eliminatorias continuarán. Colombia jugará como visitante ante una recuperada Bolivia y como local frente a una selección chilena en dificultades. Sin embargo, los momentos serán diferentes para todos.
La selección de Colombia nos regaló una alegría inmensa, iluminando el camino hacia el Mundial en Estados Unidos, México y Canadá en 2026. Este triunfo no solo fortalece nuestras esperanzas, sino que también reafirma el espíritu y la determinación de un equipo que está dispuesto a dejarlo todo en el campo. ¡Vamos, Colombia! El sueño mundialista está cada vez más cerca.
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