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Asuntos del corazón

Madame Papita
25 de marzo de 2022 - 05:00 a. m.
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No es el “Corazón Partío” de Alejandro Sanz, ni la dicha de “no tener que ver más”, como expresa una canción de despecho. Es el momento histórico que estamos viviendo el que nos tiene con el corazón chiquito, escondido entre pecho y espalda. Hemos vivido días desmoralizantes. Algo así como montarse en una montaña rusa sin cinturón y salir estampados contra el piso. Pero gracias a Dios hay papa y, uno que otro, buen chicharrón. En medio de todas estas conversaciones han salido a flote los planes postelectorales de todos, y uno que otro buen recuerdo gastronómico familiar que vale la pena traer a colación para soñar juntos con delicias de ayer y hoy.

En medio de los clásicos recuerdos, entre los postres que rescaté de estos cuentos de amigos y amores está el peach melba, aquel durazno en almíbar lleno de helado de vainilla, crema y cereza o frambuesa, según la receta original. Gran premio, plan para niños y adultos, o un espacio para la media tarde o el dulce de después de almuerzo. Otro recurrente en momentos de familia es la banana split. ¡Clasicazo! Entre más grande, con muchas bolas de helados de diferentes sabores y cientos de toppings, mejor. En mi caso, este era el premio de las buenas notas del colegio, la invitada a salir o cualquier gran celebración que ameritara un suculento helado.

Siguiendo con las recomendaciones, entre los más votados salió un maravilloso restaurante en Cartagena, que tuve la oportunidad de visitar recientemente. Se trata del Restaurante Doña Lola (@donalolarestaurante), en pleno corazón de Getsemaní. Es el restaurante del Hotel Casa Lola (@casalolacartagena). Además de ser un lugar espectacular, logra que uno se sienta atrapado en el tiempo, entre las vitrinas de las abuelas y los relicarios que aún guardamos en la familia. Con un aire colonial, los comedores se visten de gala, y cada espacio se llena con objetos antiguos y clásicos.

La mezcla de comida inspirada en nuestro Caribe, con alguna influencia de platos españoles, hacen de la carta una experiencia rica en colores y sabores, con un buen balance entre lo clásico y lo nuevo, que es resultado de tres años de trabajo, según nos contó Juan Carlos, el chef. Con productos frescos y un servicio increíble, la comida se vuelve un gran espacio para contar historias y pasar un momento memorable.

Se nota que en esta cocina lo que sobra es ese sabor cartagenero, que queda en cada uno de sus platos al igual que en la sonrisa de los meseros, que llenan de dicha el momento, pues tienen la virtuosa tarea de atender, enseñar, ser bilingües y además ayudar en todo lo que uno les pida. Es una gran dupla que muchas veces se pierde en el afán del servicio.

El risotto de jaiba, su plato estrella, no es un risotto cualquiera. El sabor fue algo sencillo pero perfecto, coronado por unos langostinos a la parrilla grandes y majestuosos. La langosta a la plancha con verduras fue simplemente maravillosa, mientras que las croquetas de posta negra cartagenera tienen un toque dulce que hacen de cada mordisco una experiencia muy sabrosa. Las muelas de cangrejo, por su parte, son un plato rico en sabores, donde la salsa amerita ser recogida con un buen pan.

Parte de la magia de esta cocina esta en la compra local que hacen de sus pescados y mariscos, productos del Golfo de Morrosquillo y de comunidades productoras cerca a Cartagena, que aseguran que cada plato se distinga por la calidad y frescura. Como ven, los clásicos y los nuevos platos se convierten en asuntos del corazón a la hora del buen comer, pues cada mezcla, cada detalle y cada oportunidad de probar cocinas propias de las regiones se transforma en una experiencia sencilla y rica para los comensales.

Nuestras cocinas, llenas de amor, siempre nos regalan motivos para creer en el futuro, para saborear los recuerdos de antaño, y para construir el día a día. Puede que los platos sean sencillos, pero están cargados de ese cariño que siempre rebosan estos espacios, sin importar la región del país donde nos encontremos. Permitámonos soñar y seguir apoyando a los cocineros de cada rincón del país, que en todo momento construyen una Colombia llena de sabores.

@ChefGuty

 

Jose(91028)25 de marzo de 2022 - 07:01 p. m.
Madame Papitagracias por la genialidad con que describe los platos.Además del amor por la comida, se siente en sus escritos, una vibración que produce resonancias de felicidad que iluminan el alma , en estos momentos de tanta oscuridad
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