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Cabañuelas financieras

Madame Papita
10 de enero de 2025 - 05:00 a. m.
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“Con la llegada de los principales incrementos de comienzo de año, empezamos a calibrar la vida y la canasta familiar”: Madame Papita.
“Con la llegada de los principales incrementos de comienzo de año, empezamos a calibrar la vida y la canasta familiar”: Madame Papita.
Foto: pixabay

“El costo ‘e la vida sube otra vez

El peso que baja, ya ni se ve

Y las habichuelas no se pueden comer

Ni una libra de arroz, ni una cuarta ‘e café.

A nadie le importa qué piensa usted.

Será porque aquí no hablamos inglés”

El costo de la vida, Juan Luis Guerra y 4.40.

Recién está acabando la segunda semana del año y ya todos andamos en modo y actitud trabajadora. Es impresionante cómo el celebrar las festividades decembrinas en días entre semana cambia nuestra mentalidad de estirar los descansos: nos agarró el año nuevo laborando y nos dejó atendidos de una vez. Y tal vez está bien, no es un juicio, es la realidad que nos toca en 2025, en medio de la necesidad de mantener activa y dinamizada la economía del país. Imposible no recordar las sabias palabras de Juan Luis Guerra en los 90, que ya habíamos tenido en esta columna alguna vez, cuando en un movido merengue mostraba el camino empinado de todo comienzo de año.

Año nuevo siempre me trae a la memoria las cabañuelas de mi abuela, y más cuando estos primeros diez días lo que dejaron fue un termómetro de lo que nos viene en 2025. Con la llegada de los principales incrementos de comienzo de año, empezamos a calibrar la vida y la canasta familiar. Y con el regreso de los niños a los colegios, sabemos lo que nos valdrá el año escolar gracias a las interminables listas de útiles, a lo que le sumamos lo mínimo que necesitamos para tenerlos bien alimentados. Y ni hablemos de lo que nos impactan gastos como transporte público, gasolina, servicios, administración y hasta los ratos de esparcimiento.

“Y la gasolina sube otra vez

El peso que baja, ya ni se ve

Y la democracia no puede crecer

Si la corrupción juega ajedrez

A nadie le importa qué piensa usted

Será porque aquí no hablamos francés”.

En este punto, el comienzo de año nos exige sacar papel y lápiz para priorizar gastos, hacer pequeños presupuestos y, de alguna forma, tratar de ir varios pasos adelante en lo que a costos de vida se refiere. No es el álgebra de Baldor, pero sí podría ser como una copialina (perdón con las profesoras) de clase de cálculo avanzado, porque los precios de la canasta familiar demanda algo más que matemáticas básicas. Un buen presupuesto ayudará al bolsillo, y a eso recomiendo sumarle medidas de contención como ingresar con estatus VIP al “cartel de la coca”, reorganizar los menús semanales para garantizar un mejor uso de nuestro mercado y, por principio de vida, reciclar al máximo todo lo que tengamos en la nevera. Bien combinados, todos estos serán un gran salvavidas.

Enero y febrero son meses donde la gimnasia financiera es el deporte de todos. Son el tiempo de los ajustes frente a los desajustes decembrinos, los días donde se dan grandes cambios entre lo laboral, los proyectos de año nuevo y hasta cambios radicales que nos obliga la vida. Lo importante es mantener claro que todo pasa, que siempre nos ajustamos, y que quizás lo más fácil, como en cualquier receta, es dar pequeños pasos para que la vida nos sepa más bueno.

Queda la invitación a retomar las compras más consientes, con lista y menú en mano, buscando eficiencia haciendo mercado directo en las plazas, y con uno que otro apretón: ahí tenemos las principales metas para sobrellevar la llegada de 2025 y su costo de vida. Hay que empezar por lo sencillo, para que logremos tener un 10 en la gimnasia financiera, que sea más acorde a nuestros propósitos del año.

Ultimo hervor: Querido 2025, vengo con la fe del carbonero intacta, a pedirte que este año los Programas de Alimentación Escolar (PAE) sí sean la prioridad en todo el territorio nacional. Que los gobernantes locales entiendan y garanticen la funcionalidad e importancia de la alimentación básica, balanceada y en perfectas condiciones de los niños en etapa escolar, para poder apoyar su desarrollo. Con esto, lograremos ayudarles a alcanzar un proceso de educación más equitativo y en mejores condiciones. ¡Calidad, señores, calidad! Los niños no merecen comida descompuesta ni que les metan gato por liebre con tamales de $100.000.

@MadamePapita

 

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