“¡Siempre me cautivaron los aromas de la cocina de mi madre y el hermoso bazar de la India, que exhibía coloridas especias, frutas y verduras! Gracias al trabajo de mi padre, tuvimos la maravillosa oportunidad de viajar, vivir y experimentar muchas partes de la India”. Anjana Archana Nistal, ciudadana india.
Recientemente empecé a recorrer nuevamente un camino que había perdido hace algunos años, cuando mis amigos indios regresaron a su país y, entre las diferencias horarias, la carga laboral y el día a día, fui olvidando sus historias, y por obvias razones, su comida. Es algo que también le pasó a Anjana. India tiene una cultura amplia y generosa, donde cada uno de sus platos es rico en sabores y colores, pero sobre todo, cada mordisco es un bocado de cultura e historia.
Con una población de más de 1.300 millones de personas, India es uno de los países más poblados del mundo, donde cada subregión de su extenso territorio se identifica, entre otras cosas, por su comida. Esto demuestra cómo la cultura gastronómica se ha defendido a capa y espada a lo largo de la historia, y aún hoy prevalece como un tesoro de la humanidad. A lo largo de las colonizaciones que han vivido han incorporado insumos, que han generado espacios gastronómicos invaluables.
Y como el que busca encuentra, en medio de la pandemia, alguien que trabajaba conmigo me recomendó seguir una cuenta en Instagram: @nikkiandmoms. Ahí, con un par de pasadas, me recordaron lo básico y amoroso de la cocina india, gracias a sencillas clases de cocina.
No sé porque asumí que Nikki era la mamá, pues no había más nombres que dieran pistas o me guiaran más allá. Pero como me puede la gana de comida casera india, me embarqué en la tarea de conocer a la dueña de la cuenta, entender cómo estas delicias llegarían a mi mesa y, claro está, ponerme al día con su cuenta de Instagram, llena de colores y provocaciones visuales, todo un viaje a sus tradiciones en fotos. Así supe quienes estaban detrás de esta propuesta, y conocí a Anjana: “Me conocen como Archie, un nombre que me dieron mis amigos mientras crecía, salido de la popular serie de cómics Archie’s. Este nombre me quedó muy bien en Colombia, porque era fácil para mis amigos locales pronunciarlo, y lo relacionaron con la famosa cadena de pizzas Archie’s. Esto también ayudó a romper el hielo, ¡ya que mucha gente se reía mucho cuando oían mi nombre!”, recuerda.
Archie, como muchos de nosotros, tiene otra formación diferente al arte culinario. En su caso, el ser financiera de profesión le ha ayudado a tener un orden particular en su cocina, pues en su momento, hace 22 años, no encontró una escuela en India donde pudiera estudiar culinaria para veganos, que era su interés. Llegó hace un par de años a la capital del país en compañía de su esposo, trasladado de Estados Unidos a Colombia. Este viaje continuaba llevándola a un destino ideal: “Bogotá es una ciudad de la que me enamoré instantáneamente, ¡por la gente cálida y amigable, y los hermosos productos frescos que este país tiene para ofrecer!”.
Con el tiempo empezó a enamorar a sus amigos, a los compañeros de trabajo de su esposo y a sus seguidores en redes, de la deliciosa comida que hacía para compartir y enseñar sobre su país. La historia la va contando post a post: cada semana uno aprende algo nuevo de dónde viene y porqué mantiene su comida en una línea vegetariana. Pero, sí les soy sincera, su sabor y presentación no dejan caer en la discusión de si la proteína animal hace falta o no.
Archie o Anjana es una ciudadana india con un alma universal que palpita dentro de ella y esa universalidad hace que su comida tenga el equilibrio de la globalidad, de agradar a muchos paladares pues sus sabores son esenciales, incuestionables, y esa alma se hace presente en el cuidado y amor que vemos al destapar cada recipiente; una flor, algo de hierbas o nueces nos recuerdan su artesanal cuidado para enviarnos de forma personalizada y amorosa cada plato.
“¡A veces parece que todos los días puedo descubrir un nuevo producto, especies, frutas o verduras que no había visto ni probado nunca! Estoy eternamente agradecida con todos mis amigos colombianos, que probaron mi comida y me animaron a hacer más”, afirma Archie con una sonrisa. Y creo que tiene razón: Hay que darles las gracias a esos amigos cercanos por ser grandes paladares, ya que nos han permitido al resto de nosotros conocer este emprendimiento. De una forma u otra, entre nuestra colombianidad y sus raíces culinarias, cada semana Archie hace de su cocina una alquimia, que nos lleva en cada plato directo a ese lugar que ella también describe como un bazar en India.
@Chefguty
“¡Siempre me cautivaron los aromas de la cocina de mi madre y el hermoso bazar de la India, que exhibía coloridas especias, frutas y verduras! Gracias al trabajo de mi padre, tuvimos la maravillosa oportunidad de viajar, vivir y experimentar muchas partes de la India”. Anjana Archana Nistal, ciudadana india.
Recientemente empecé a recorrer nuevamente un camino que había perdido hace algunos años, cuando mis amigos indios regresaron a su país y, entre las diferencias horarias, la carga laboral y el día a día, fui olvidando sus historias, y por obvias razones, su comida. Es algo que también le pasó a Anjana. India tiene una cultura amplia y generosa, donde cada uno de sus platos es rico en sabores y colores, pero sobre todo, cada mordisco es un bocado de cultura e historia.
Con una población de más de 1.300 millones de personas, India es uno de los países más poblados del mundo, donde cada subregión de su extenso territorio se identifica, entre otras cosas, por su comida. Esto demuestra cómo la cultura gastronómica se ha defendido a capa y espada a lo largo de la historia, y aún hoy prevalece como un tesoro de la humanidad. A lo largo de las colonizaciones que han vivido han incorporado insumos, que han generado espacios gastronómicos invaluables.
Y como el que busca encuentra, en medio de la pandemia, alguien que trabajaba conmigo me recomendó seguir una cuenta en Instagram: @nikkiandmoms. Ahí, con un par de pasadas, me recordaron lo básico y amoroso de la cocina india, gracias a sencillas clases de cocina.
No sé porque asumí que Nikki era la mamá, pues no había más nombres que dieran pistas o me guiaran más allá. Pero como me puede la gana de comida casera india, me embarqué en la tarea de conocer a la dueña de la cuenta, entender cómo estas delicias llegarían a mi mesa y, claro está, ponerme al día con su cuenta de Instagram, llena de colores y provocaciones visuales, todo un viaje a sus tradiciones en fotos. Así supe quienes estaban detrás de esta propuesta, y conocí a Anjana: “Me conocen como Archie, un nombre que me dieron mis amigos mientras crecía, salido de la popular serie de cómics Archie’s. Este nombre me quedó muy bien en Colombia, porque era fácil para mis amigos locales pronunciarlo, y lo relacionaron con la famosa cadena de pizzas Archie’s. Esto también ayudó a romper el hielo, ¡ya que mucha gente se reía mucho cuando oían mi nombre!”, recuerda.
Archie, como muchos de nosotros, tiene otra formación diferente al arte culinario. En su caso, el ser financiera de profesión le ha ayudado a tener un orden particular en su cocina, pues en su momento, hace 22 años, no encontró una escuela en India donde pudiera estudiar culinaria para veganos, que era su interés. Llegó hace un par de años a la capital del país en compañía de su esposo, trasladado de Estados Unidos a Colombia. Este viaje continuaba llevándola a un destino ideal: “Bogotá es una ciudad de la que me enamoré instantáneamente, ¡por la gente cálida y amigable, y los hermosos productos frescos que este país tiene para ofrecer!”.
Con el tiempo empezó a enamorar a sus amigos, a los compañeros de trabajo de su esposo y a sus seguidores en redes, de la deliciosa comida que hacía para compartir y enseñar sobre su país. La historia la va contando post a post: cada semana uno aprende algo nuevo de dónde viene y porqué mantiene su comida en una línea vegetariana. Pero, sí les soy sincera, su sabor y presentación no dejan caer en la discusión de si la proteína animal hace falta o no.
Archie o Anjana es una ciudadana india con un alma universal que palpita dentro de ella y esa universalidad hace que su comida tenga el equilibrio de la globalidad, de agradar a muchos paladares pues sus sabores son esenciales, incuestionables, y esa alma se hace presente en el cuidado y amor que vemos al destapar cada recipiente; una flor, algo de hierbas o nueces nos recuerdan su artesanal cuidado para enviarnos de forma personalizada y amorosa cada plato.
“¡A veces parece que todos los días puedo descubrir un nuevo producto, especies, frutas o verduras que no había visto ni probado nunca! Estoy eternamente agradecida con todos mis amigos colombianos, que probaron mi comida y me animaron a hacer más”, afirma Archie con una sonrisa. Y creo que tiene razón: Hay que darles las gracias a esos amigos cercanos por ser grandes paladares, ya que nos han permitido al resto de nosotros conocer este emprendimiento. De una forma u otra, entre nuestra colombianidad y sus raíces culinarias, cada semana Archie hace de su cocina una alquimia, que nos lleva en cada plato directo a ese lugar que ella también describe como un bazar en India.
@Chefguty