Perú me sabe a ceviche y a caldo de pollo, a sabores de casa que solo puedo describir cuando llega la chola a mi casa y se apodera de los sartenes.
Gracias Nico por compartir siempre.
Difícilmente existe una cocina más llena de magia que la peruana. Sabores, olores y saberes ancestrales hacen de esta cocina una revolución constante que lidera la movida en todo el continente. Premios, reconocimientos y mucha creatividad permiten que esta gastronomía sea uno de los mejores embajadores de Perú, para el mundo.
Perú es un universo de plazas de mercado atiborradas de productos frescos, cultivos limpios y variados, campesinos garantes de las tradiciones y los conocimientos milenarios para aprender a cuidar la tierra, y por ende sus sabores, que permiten así pasar la posta a las nuevas generaciones de grandes cocineros, que hacen de esta experiencia siempre un placer mágico.
Estos sabores que pasan del dulce a lo salado en un solo bocado nunca serán suficientes. Sus productos locales llevan los colores de Perú, de sus paisajes y su gente, en cada uno de los platos que llegan a las mesas del mundo. Influencias chinas, japonesas e italianas enriquecen los menús que a diario descubrimos de esta cocina, pero que si no se animan a explorar solo serán una historia más.
Comer “choclo” (maíz) en bolsa, esperar pacientemente por un cui asado, desayunar con sánguche de chancho y aguacate, celebrar el día del pollo a la brasa, aprender a saborear la lúcuma sin morir en el intento. Reconocer en cualquier lugar del mundo a la Tigresa del Oriente o a Wendy Sulca y celebrar en este Mundial el regreso de Perú después de más de 30 años de ausencia son algunas de las pocas cosas que usted puede y debe hacer cuando esté en este mágico lugar llamado Perú.
Si a todo esto le sumamos que el servicio en general es impecable y se reconoce la formación y su esencia encaminada a esa vocación de servicio que enamora con una sonrisa, sólo tendría que decir que seré una eterna enamorada de Perú, sus paisajes, su cocina y ¡su gente!
Les recomiendo esta semana lugares que harán de su paso por Lima una gran experiencia gastronómica:
Isolina (@isolinataberna): Cocina de casa peruana. Un pequeño restaurante que se esmera por revivir los platos más autóctonos de su cultura gastronómica. Necesitan reserva, o tener tiempo para un par de cervezas previas.
Central (@centralrest): Un clásico ya de la nueva cocina peruana. Un laboratorio de sabores y saberes que les dejará saborear a Perú en toda su extensión.
Y para quienes les gusta el sabor italiano, también hay un lugar que vale la pena visitar, Los Bachiches. Una fusión italo-peruana para dar y convidar, que se convierte en una gran apuesta de Gastón Acurio.
Para cerrar con broche de oro, el rey de reyes, Maido (@mitsuharu_maido): Reconocido como el mejor de Latinoamérica por la lista “50 Best”, es por excelencia la mayor representación de la cocina nikkei. Creatividad llevada a un punto perfecto de la fusión peruana-japonesa perfecta.
Y si son un poco más arriesgados, anímense a conocer un ¡mercado local! Surquillo, experiencia cultural llena de memorias gastronómicas, les dejará probar esos sabores de Perú que sólo conocerán desde la calle.
Perú me sabe a ceviche y a caldo de pollo, a sabores de casa que solo puedo describir cuando llega la chola a mi casa y se apodera de los sartenes.
Gracias Nico por compartir siempre.
Difícilmente existe una cocina más llena de magia que la peruana. Sabores, olores y saberes ancestrales hacen de esta cocina una revolución constante que lidera la movida en todo el continente. Premios, reconocimientos y mucha creatividad permiten que esta gastronomía sea uno de los mejores embajadores de Perú, para el mundo.
Perú es un universo de plazas de mercado atiborradas de productos frescos, cultivos limpios y variados, campesinos garantes de las tradiciones y los conocimientos milenarios para aprender a cuidar la tierra, y por ende sus sabores, que permiten así pasar la posta a las nuevas generaciones de grandes cocineros, que hacen de esta experiencia siempre un placer mágico.
Estos sabores que pasan del dulce a lo salado en un solo bocado nunca serán suficientes. Sus productos locales llevan los colores de Perú, de sus paisajes y su gente, en cada uno de los platos que llegan a las mesas del mundo. Influencias chinas, japonesas e italianas enriquecen los menús que a diario descubrimos de esta cocina, pero que si no se animan a explorar solo serán una historia más.
Comer “choclo” (maíz) en bolsa, esperar pacientemente por un cui asado, desayunar con sánguche de chancho y aguacate, celebrar el día del pollo a la brasa, aprender a saborear la lúcuma sin morir en el intento. Reconocer en cualquier lugar del mundo a la Tigresa del Oriente o a Wendy Sulca y celebrar en este Mundial el regreso de Perú después de más de 30 años de ausencia son algunas de las pocas cosas que usted puede y debe hacer cuando esté en este mágico lugar llamado Perú.
Si a todo esto le sumamos que el servicio en general es impecable y se reconoce la formación y su esencia encaminada a esa vocación de servicio que enamora con una sonrisa, sólo tendría que decir que seré una eterna enamorada de Perú, sus paisajes, su cocina y ¡su gente!
Les recomiendo esta semana lugares que harán de su paso por Lima una gran experiencia gastronómica:
Isolina (@isolinataberna): Cocina de casa peruana. Un pequeño restaurante que se esmera por revivir los platos más autóctonos de su cultura gastronómica. Necesitan reserva, o tener tiempo para un par de cervezas previas.
Central (@centralrest): Un clásico ya de la nueva cocina peruana. Un laboratorio de sabores y saberes que les dejará saborear a Perú en toda su extensión.
Y para quienes les gusta el sabor italiano, también hay un lugar que vale la pena visitar, Los Bachiches. Una fusión italo-peruana para dar y convidar, que se convierte en una gran apuesta de Gastón Acurio.
Para cerrar con broche de oro, el rey de reyes, Maido (@mitsuharu_maido): Reconocido como el mejor de Latinoamérica por la lista “50 Best”, es por excelencia la mayor representación de la cocina nikkei. Creatividad llevada a un punto perfecto de la fusión peruana-japonesa perfecta.
Y si son un poco más arriesgados, anímense a conocer un ¡mercado local! Surquillo, experiencia cultural llena de memorias gastronómicas, les dejará probar esos sabores de Perú que sólo conocerán desde la calle.