Ya llega la quincena y siempre sé que parte del sueldo me lo mecateo en cositas, en bocados deliciosos de restaurantes, heladerías, salones de té y la innumerable oferta de postres que encontramos hoy en día en cada rincón del país. ¡Somos lo que comemos!, sin dudarlo, y yo soy una máquina de felicidad mientras pueda encontrar nuevos lugares para comer.
Así como España es reconocida por sus tapas y la hora de las cañitas, los colombianos podemos calificarnos entre los más antojados de la región, pues además de las tres comidas tomamos mediasnueves, onces, picamos por acá y por allá y de eso da fe el crecimiento de cafeterías y lugares donde podemos dar rienda suelta a nuestro niño interior goloso.
Sea de sal o de dulce, gracias a los multilocales, al ingenio y emprendimiento del colombiano, soy feliz al entrar a lo que fue un restaurante reconocido y encontrar más de seis locales donde entre comida árabe, alitas de pollo, panadería y hasta helados podemos mecatear y hacer de nuestras comidas y snacks algo muy variado. Estos pequeños locales se han convertido en una apuesta de creatividad donde la variedad lo vuelve a uno cliente fiel.
La opción de mezclar de aquí y de allá despierta los sentidos, invita a probar y nos deja llegar a comer en mesas grandes con los amigos a cualquier hora del día. Nuevas cartas, buenos bares con propuestas acorde al lugar y bocados dulces nos dan un espacio a todos, para dar y convidar. Caminando por el centro financiero de la calle 72 en Bogotá, encontré dos lugares pequeños en espacio, pero llenos de sabor, donde con propuestas novedosas todo lo que probé me hizo volver.
Molie's (@molie_s): Rolls de langosta, cangrejo o camarones con un sabor fresco y en su punto siempre (lo digo porque repetí ya varias veces). Con un plato clásico de la comida norteamericana de la costa este, propiamente de la zona costera de Maine, este restaurante es un pecado del cielo. En Molie's ustedes encontrarán la combinación perfecta de los sabores del mar, que junto con ingredientes frescos como su pan brioche esponjoso y unas crocantes papas fritas o una deliciosa ensalada coleslaw harán la mezcla perfecta. Mi preferido de lejos es el de langosta, con una deliciosa mantequilla de limón (lemon butter), salsa Molie's y demás toques secretos que hacen de este roll una experiencia en cada mordisco. En combos, en tríos o solo su roll, que vivan las tenazas que llegaron a alegrarnos los días en Bogotá. Últimas y maravillosas noticias, para los dietéticos también hay rollos ligeros, preparados en hojas de lechuga en lugar de pan y una temporada de colitas de langostas.
La Galeta (@lagaleta.co): Un pequeño local en la calle 71 es la puerta a un lugar soñado de galletas, malteadas y un buen café. Un recomendado de @virginia_mayer en medio de nuestras carreras gastronómicas, resultó en medio de un diluvio una experiencia en todo lo que probé. ¿Malteada de mango biche o lulada? Raras pero deliciosas, y acompañadas de unas galletas frescas resultan siendo la fórmula perfecta para una buena mecateada. Galletas de cheesecake de limón, cortado de leche, nutella y, mi preferida, banano-arequipe le solucionan el postre o las tardes a cualquiera.
Ya llega la quincena y siempre sé que parte del sueldo me lo mecateo en cositas, en bocados deliciosos de restaurantes, heladerías, salones de té y la innumerable oferta de postres que encontramos hoy en día en cada rincón del país. ¡Somos lo que comemos!, sin dudarlo, y yo soy una máquina de felicidad mientras pueda encontrar nuevos lugares para comer.
Así como España es reconocida por sus tapas y la hora de las cañitas, los colombianos podemos calificarnos entre los más antojados de la región, pues además de las tres comidas tomamos mediasnueves, onces, picamos por acá y por allá y de eso da fe el crecimiento de cafeterías y lugares donde podemos dar rienda suelta a nuestro niño interior goloso.
Sea de sal o de dulce, gracias a los multilocales, al ingenio y emprendimiento del colombiano, soy feliz al entrar a lo que fue un restaurante reconocido y encontrar más de seis locales donde entre comida árabe, alitas de pollo, panadería y hasta helados podemos mecatear y hacer de nuestras comidas y snacks algo muy variado. Estos pequeños locales se han convertido en una apuesta de creatividad donde la variedad lo vuelve a uno cliente fiel.
La opción de mezclar de aquí y de allá despierta los sentidos, invita a probar y nos deja llegar a comer en mesas grandes con los amigos a cualquier hora del día. Nuevas cartas, buenos bares con propuestas acorde al lugar y bocados dulces nos dan un espacio a todos, para dar y convidar. Caminando por el centro financiero de la calle 72 en Bogotá, encontré dos lugares pequeños en espacio, pero llenos de sabor, donde con propuestas novedosas todo lo que probé me hizo volver.
Molie's (@molie_s): Rolls de langosta, cangrejo o camarones con un sabor fresco y en su punto siempre (lo digo porque repetí ya varias veces). Con un plato clásico de la comida norteamericana de la costa este, propiamente de la zona costera de Maine, este restaurante es un pecado del cielo. En Molie's ustedes encontrarán la combinación perfecta de los sabores del mar, que junto con ingredientes frescos como su pan brioche esponjoso y unas crocantes papas fritas o una deliciosa ensalada coleslaw harán la mezcla perfecta. Mi preferido de lejos es el de langosta, con una deliciosa mantequilla de limón (lemon butter), salsa Molie's y demás toques secretos que hacen de este roll una experiencia en cada mordisco. En combos, en tríos o solo su roll, que vivan las tenazas que llegaron a alegrarnos los días en Bogotá. Últimas y maravillosas noticias, para los dietéticos también hay rollos ligeros, preparados en hojas de lechuga en lugar de pan y una temporada de colitas de langostas.
La Galeta (@lagaleta.co): Un pequeño local en la calle 71 es la puerta a un lugar soñado de galletas, malteadas y un buen café. Un recomendado de @virginia_mayer en medio de nuestras carreras gastronómicas, resultó en medio de un diluvio una experiencia en todo lo que probé. ¿Malteada de mango biche o lulada? Raras pero deliciosas, y acompañadas de unas galletas frescas resultan siendo la fórmula perfecta para una buena mecateada. Galletas de cheesecake de limón, cortado de leche, nutella y, mi preferida, banano-arequipe le solucionan el postre o las tardes a cualquiera.