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Desde hace unos días hemos oído que está de moda el ¡arroz plástico! Sí, señores, granos plásticos que al parecer se cocinan secretamente en las cocinas colombianas. Pero creo firmemente que es otra desinformación más de las “mentiras verdaderas” de las redes. Pero bueno, quién quita que descubramos la fórmula mágica de convertir el plástico en un delicioso arroz blanco y redondito. Sería algo parecido a lo que dicen sucedió hace muchos años al convertir el agua en vino y multiplicar el pan.
Lo cierto es que en Colombia nos gusta el arroz, mucho, señoras y señores. Este cereal hace parte de la canasta básica de todo colombiano y, como dirían las abuelas, después de que haya arroz en la casa no se pasa hambre. Además de ser aún productores, somos genios de las mezclas, los sabores y los inventos que servimos con arroz. Siempre desde pequeños nos han enseñado que desde China llegó un barco cargado de arroz para el mundo, y creo que es de los mejores regalos que nos han enviado de Oriente.
En Colombia es base de deliciosas sopas de arroz con espinazo, o verduras con arroz; acompañamientos y creaciones propias. ¡Santo cucayo, salvadora costra del caldero que raspada y comida desde la olla sabe mejor!
Arroz con pollo para un cumpleaños, que desvara a cualquiera de pensar en comidas elaboradas, o un buen atollado acompañado de plátanos dulces o papas chips son un almuerzo más colombiano que la bandera y el himno nacional. Pero no podemos dejar el orgullo costeño de un buen arroz con coco, arroz con frijol cabeza negra o arroz con guandú.
Pero quizás el plato estrella de nosotros los colombianos es el infalible arroz con huevos o huevos con arroz. El desvare de la pereza de cocinar, la comida preferida cuando lo único que hay es hambre y no hay nada en la nevera, el bocado que nunca falta después de una rumba y el pecado de la comida de los domingos en la noche. Ya no hay excusa para no comer arroz, parbolizado, integral, basmati, jazmín o salvaje, es solo escoger la base y seguro ustedes harán maravillas de nuevas mezclas.
No se dejen tramar, ¡el arroz no es un cuento chino!
#MadamePapita