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Con la música y el movimiento me reencuentro.
No venimos a competir ni a compararnos.
¡Venimos a INSPIRARNOS! - Cindy Scarpini
Esta Navidad me he puesto en la tarea de recolectar información de emprendedoras que apuestan por el país. Mi idea es presentar opciones de regalos que sean experiencias, en lugar de seguir volviéndonos acumuladores. Hay millones de personas que a diario invierten sus ahorros, tiempo y dedicación en hacer posibles sus sueños y esta es una buena época de apoyarlas.
Esta semana les voy a recomendar una experiencia que seguro me agradecerán el 10 de enero, cuando el pantalón no les cierre, le pesen todos los buñuelos decembrinos, y esa uva doce que se comieron al filo del 31 de diciembre pensando en que 2024 sería el año del gimnasio, todavía no se haya amargado. Se trata de @needmyrush, un estudio de indoor cycling que, para empezar, no es lo mismo que el spinning. Este es un espacio donde uno se encuentra con el corazón, dejando por completo la razón y la resistencia, pues no hay tiempo para quejarse.
Cindy (@cindyscarpini), dueña de este estudio, dejó atrás su vida de negocios, que la había llevado por cultivos de flores y productos orgánicos, entre otros, y le metió todo lo aprendido en su vida profesional a este espacio, un lugar que termina siendo la casa y el lugar seguro de muchos clientes que deciden trabajar en su cabeza y en su cuerpo, obviamente.
Ella llegó a este emprendimiento después de una conversación de vacaciones con su esposo, quien le preguntó, sin mucho lío, qué quería hacer, y sin pensarlo apareció Rush: “Yo empecé en el estudio en 2016 como clienta, y a los tres meses me volví coach. En ese tiempo nadie sabía qué era el indoor cycling, se conocían las clases de spinning, que llegaron en el 97 aproximadamente. A mi esas siempre me fascinaron, pero no debía pasar de ahí. Luego, cuando les insinué a mis papás que quería ser ‘instructora de spinning’ casi se desmayan. Aunque, la verdad, yo tampoco veía mucho futuro en el tema en ese entonces”, recuerda Cindy con una sonrisa de oreja a oreja.
Rush (www.needmyrush.co), que en español podría entenderse como la sobredosis de adrenalina que sale de la mezcla perfecta entre música, ejercicio y ritmo. Ese último, no les niego, es lo último que uno aprende cuando empieza, y se alcanza luego de dar muchos pedalazos con un motivo. “A mí siempre me ha movido el alma lo sutil, lo invisible, el poder que tenemos y la inmensidad que siente cuando nos conectamos adentro. Eso es Rush”, asegura Cindy.
La pandemia fue un punto de inflexión para este proyecto. Como a todos, les tocó reinventarse, alquilar las bicicletas, dar clases virtuales y… ya sabemos el resto. Al igual que varios emprendedores, tuvieron que cerrar uno de sus locales, y el Rush Chía tuvo que dar muchas patadas para salir y mantenerse a flote una vez todos salimos del encierro. Hoy, pedalazo a pedalazo han logrado que renazca Rush Bogotá, ubicado en El Retiro, en una de las terrazas más lindas de la ciudad. Esto es importante, pues poder ver el amanecer y el atardecer entre las clases es un regalo en medio de tanto concreto.
Esta experiencia requiere ser flexible para los retos, aceptar que hay que soltar e invertir tiempo y ganas en uno mismo. Son 50 minutos donde no se es ni Rigo ni Cochise, es uno contra uno mismo. Pero les juro que salen renovados. “Inyectamos vida, risa, movimiento”, afirma Cindy y, la verdad, la gente que he conocido siempre dice eso: salimos llenos de vida.
Como ven, estoy unos pedalazos más adelante, porque sé que diciembre siempre me deja millones de bocados felices. Este año no voy a hacer ningún tipo de dieta que me martirice, y más bien disfrutaré a mis amigos y de sus cocinados. Probaré lo que pueda para impulsar los emprendimientos que conozco y, claro está, espero con ansias el sancocho del primero de enero, en el que empiezo perdiendo puntos respecto a las promesas de mis uvas del 31.