Nuestras ciudades no paran, viven 24 horas como el palpitar del corazón de todos nosotros, nacen a diario restaurantes, cafeterías, locales de comida, emprendimientos gastronómicos para facilitar la vida de niños en colegios, alimentaciones especiales y, por supuesto, los infaltables servicios de catering que llenan las mesas de eventos y celebraciones con nuestros productos, nuestros platos y mucho sabor.
Así mismo, nuestro campo, ejemplo de tenacidad, pujanza y de largas jornadas entendiendo sus tierras, sigue creciendo en su calidad, en su cantidad de producción y en su variedad de frutas y verduras. Es admirable ver cómo las vitrinas de plazas y supermercados se llenan a diario con productos frescos que llevan el sello de miles de colombianos que los han cuidado desde la siembra a la cosecha, que nos alimentan con amor, y de igual manera los colombianos movilizamos una cadena de empleo, prosperidad y empuje para todos los cultivadores del país.
En un tiempo de mi frugal vida tuve una muy buena huerta orgánica que producía excelentes lechugas, rúgula, calabacines, brócoli, ajíes, repollos y cuanta semilla pelechara en la sabana bogotana. Productos llenos de cuidado diario y con un gran esfuerzo, sin pesticidas, para que tuvieran un valor adicional a quien los ofrecía. No eran las épocas de la tecnología, de los centros de apoyo al cultivador, y tocaba ir de restaurante en restaurante tocando puertas, dando muestras, pero la receptividad era buena gracias al novedoso producto.
Hoy en día los espacios, y obviamente la competencia, han crecido, pero las oportunidades de hacer alianzas con tiendas, supermercados y plazas están allí y me impresiona cómo inclusive se están creando opciones tecnológicas que ayudan a enlazar a unos y otros.
Hoy les quiero recomendar precisamente una aplicación llamada Frubana, y su más importante logro es que contacta a los campesinos y productores con restaurantes de todo tipo (están categorizados), empresas de eventos y demás negocios que requieran materia prima fresca de nuestro campo colombiano. Ya está en México y Colombia, en Bogotá y Barranquilla, y prometen extenderse por más capitales y ciudades del país, lugares donde los potenciales compradores están listos para recibir sus frutas y verduras. En internet la plataforma la encuentran como Frubana.co y se garantiza mejor calidad, mejores precios e inclusive oferta de productos premium o los que se llaman de segunda que son más económicos. Échenle un vistazo a esta iniciativa que acerca a nuestro campesinado al cliente directo, eliminando intermediarios y pudiendo ser aún más competitivos.
Y para finalizar quiero recomendarles ¡un lugar mágico para comer en Medellín! The Kitchen en @clickclackhotel. Una terraza llena de árboles, mesas pequeñas y excelente música hacen de este restaurante un muy buen lugar para desayunar. Una carta sencilla pero llena de sabor les dará la posibilidad de probar panadería hecha en casa, jugos frescos y una variedad “sorpresa” de frutas colombianas donde la gulupa manda la parada. Las tostadas francesas y los huevos pochados, mis preferidos. En tierra cafetera haz lo que vieras, tienen un café increíble.
Nuestras ciudades no paran, viven 24 horas como el palpitar del corazón de todos nosotros, nacen a diario restaurantes, cafeterías, locales de comida, emprendimientos gastronómicos para facilitar la vida de niños en colegios, alimentaciones especiales y, por supuesto, los infaltables servicios de catering que llenan las mesas de eventos y celebraciones con nuestros productos, nuestros platos y mucho sabor.
Así mismo, nuestro campo, ejemplo de tenacidad, pujanza y de largas jornadas entendiendo sus tierras, sigue creciendo en su calidad, en su cantidad de producción y en su variedad de frutas y verduras. Es admirable ver cómo las vitrinas de plazas y supermercados se llenan a diario con productos frescos que llevan el sello de miles de colombianos que los han cuidado desde la siembra a la cosecha, que nos alimentan con amor, y de igual manera los colombianos movilizamos una cadena de empleo, prosperidad y empuje para todos los cultivadores del país.
En un tiempo de mi frugal vida tuve una muy buena huerta orgánica que producía excelentes lechugas, rúgula, calabacines, brócoli, ajíes, repollos y cuanta semilla pelechara en la sabana bogotana. Productos llenos de cuidado diario y con un gran esfuerzo, sin pesticidas, para que tuvieran un valor adicional a quien los ofrecía. No eran las épocas de la tecnología, de los centros de apoyo al cultivador, y tocaba ir de restaurante en restaurante tocando puertas, dando muestras, pero la receptividad era buena gracias al novedoso producto.
Hoy en día los espacios, y obviamente la competencia, han crecido, pero las oportunidades de hacer alianzas con tiendas, supermercados y plazas están allí y me impresiona cómo inclusive se están creando opciones tecnológicas que ayudan a enlazar a unos y otros.
Hoy les quiero recomendar precisamente una aplicación llamada Frubana, y su más importante logro es que contacta a los campesinos y productores con restaurantes de todo tipo (están categorizados), empresas de eventos y demás negocios que requieran materia prima fresca de nuestro campo colombiano. Ya está en México y Colombia, en Bogotá y Barranquilla, y prometen extenderse por más capitales y ciudades del país, lugares donde los potenciales compradores están listos para recibir sus frutas y verduras. En internet la plataforma la encuentran como Frubana.co y se garantiza mejor calidad, mejores precios e inclusive oferta de productos premium o los que se llaman de segunda que son más económicos. Échenle un vistazo a esta iniciativa que acerca a nuestro campesinado al cliente directo, eliminando intermediarios y pudiendo ser aún más competitivos.
Y para finalizar quiero recomendarles ¡un lugar mágico para comer en Medellín! The Kitchen en @clickclackhotel. Una terraza llena de árboles, mesas pequeñas y excelente música hacen de este restaurante un muy buen lugar para desayunar. Una carta sencilla pero llena de sabor les dará la posibilidad de probar panadería hecha en casa, jugos frescos y una variedad “sorpresa” de frutas colombianas donde la gulupa manda la parada. Las tostadas francesas y los huevos pochados, mis preferidos. En tierra cafetera haz lo que vieras, tienen un café increíble.