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La cereza

Marc Hofstetter
19 de diciembre de 2021 - 02:00 a. m.
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Si había un mal momento para subir de manera drástica el salario mínimo era justo este, el que escogió el gobierno para firmar el mayor incremento, por encima de la inflación, en décadas. Hay razones fiscales, de equilibrio macroeconómico y del mercado laboral para temer que esa elección nos saldrá muy cara.

Comienzo con las del mercado laboral. El número de ocupados de a poco se ha venido acercado a las cifras que había antes de la pandemia. Pero ese agregado está fundamentalmente explicado por incrementos en empleos masculinos informales que han crecido 8% con relación a las cifras prepandémicas. Eso contrasta con el empleo formal: por cada 100 ocupados formales que había antes de la pandemia, ahora solo tenemos 92; y por cada 100 jóvenes entre 15 y 24 años que tenían un empleo formal ahora solo 78 lo tienen. La estrambótica subida del salario mínimo aceleró la velocidad del tren de la formalidad detrás del cuál corrían todos esos jóvenes. A muchos los veremos votando por promesas populistas y a otros de nuevo protestando en las calles desolados por su futuro, frustrados con su presente.

Las razones fiscales de preocupación relacionadas con el salario mínimo tienen múltiples aristas. Por un lado, partimos de un enorme déficit fiscal y una creciente deuda pública que ya habían desencadenado una rebaja en la calificación de nuestros títulos. El incremento del salario mínimo, dadas las reglas de juego, implica un ajuste de las pensiones mínimas equivalente, muchas de las cuales se pagan con el presupuesto nacional. Por otro lado, presionado para contener las presiones inflacionarias de la medida, el gobierno tendrá que seguir aplazando los ajustes de precios regulados como por ejemplo el de la gasolina: cálculos de hace pocos meses indicaban que ese déficit para 2021 bordearía los 8 billones de pesos que también salen de nuestros impuestos.

Desde el punto de vista macroeconómico, la medida llega justo en momentos donde las presiones inflacionarias locales y globales están a la orden del día y el Banco de la República había empezado a dar puntadas a su tasa de interés para contenerlas. La inflación en Colombia cerrará el año por encima de 5%. El incremento de dos dígitos en el salario mínimo permeará las expectativas inflacionarias rápidamente. El dato de inflación de enero dejará perplejos a muchos y forzará al Banco a apagar la música de la fiesta de la recuperación. De paso, el costo del crédito para todos, incluido el gobierno ávido de recursos, se encarecerá y forzará ajustes dolorosos.

El significado que muchos le habían dado al “ojo con el 2022″ tendrá nuevas connotaciones: alta inflación, alto déficit fiscal, alta deuda, altas tasas de interés. Al complejo coctel social y económico con el que entrábamos a ese año, el gobierno le acaba de poner la cereza.

Twitter: @mahofste

 

JAIRO(8503)19 de diciembre de 2021 - 04:39 p. m.
Nuevamente dice una falacia al decir que las pensiones se nivelan con el aumento del salario minimo. Las pensiones se nivelan con el IPC lo que deteriora año a año el poder adquisitivo de nuestros pensionados, el cuál es menor que el aumento del salario minimo. No sé como El Espectador NO tiene el más minimo filtro para que se afirmen en este importante medio falacias de este tipo.
jorge(26320)19 de diciembre de 2021 - 04:02 p. m.
Este gobierno de incapaces, lleva el país al un peligroso destino. En un intento de desactivar la impopularidad por sus posturas neoliberales, opta por medidas populacheras. Se equivoca de taja a tajo. Si bien el sector medio requiere ingresos mayores estos se lograría con inyectar en la economía facilidades de crédito para aumentar la oferta de mercancías producidas en el país.
Gildardo(fbds6)19 de diciembre de 2021 - 03:06 p. m.
El discurso de siempre. El problema de fondo es la desugualdad. La economia crece y la miseria y la inequidad sigue. Quién se queda con la parte carnuda del hueso del crecimiento?Las protestas seguirán no por cuenta del aumento en el salario mínimo sino por cuenta de la distribución de ganancias.
Leonardo(69374)19 de diciembre de 2021 - 02:47 p. m.
En línea con mi comentario sobre el editorial de hoy en EE
Ccdaw(v9l66)19 de diciembre de 2021 - 02:47 p. m.
Modelo neo liberal invencible, según eso. Pero no, por fortuna hay otras maneras de pensar.
  • jorge(26320)19 de diciembre de 2021 - 04:07 p. m.
    Usted cree en el neoliberalismo?Este es generador de concentración de riqueza y dispensador de falsas ilusiones.La clase media esta como en la edad media recogiendo las migajas que caen de la mesa de los nobles. en latín podríamos decir poper ante festum. Yo no creo en dioses abrigados por los hombres, no creo en el fetiche de capital
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